SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL

LA CONCIENCIA COMO BASE PARA LA SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL. Parte II.

LA CONCIENCIA COMO BASE PARA LA SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL. Parte II.
Conciencia social

Hemos de coincidir que la conciencia nos acerca a la realidad, con todo lo que ello implica. No obstante, la conciencia no queda únicamente entrelazada con el acto de entender la objetividad, si eso es posible, sino que nos conduce, idealmente, hacia un estadio de entendimiento de nuestra individualidad y afanes, quizá de nuestra existencia; además, de comprensión humana en lo interpersonal, comunitario, social, lo nacional y hasta con nuestro hábitat.

La conciencia es algo semejante a ejercer el único poder que es legítimo y que opera en lo interno de cada ser humano; el poder de cada uno, que precisa gobierno de cada cual: que plantea disyuntivas para nuestro comportamiento, que nos acerca a la ética y moral, que da lugar al bien común y a la humanidad.

Es entonces que la conciencia se expresa en cada una de nuestras acciones, más allá de lo que decimos, que nos retrata en el mundo real por nuestra conducta y comportamiento y, claro, por la congruencia con nuestro pensamiento. La conciencia opera a nivel del intelecto humano, en la mente, en el cerebro, nos obliga a reflexionar, a pensar una y otra vez, a discernir en lo más profundo, a comprender, a resolver opciones y decidir.

En este contexto el lenguaje, como código, es fundamental en el proceso de comunicación intrapersonal, en el interpersonal y masivo: hasta generar conciencia social. Y desde luego que el éxito o fracaso de la codificación y decodificación se tornan eminentes para la conciencia real – para una buena conciencia. Puede así el entorno y hasta la ideología incidir en su consumación.

La conciencia desde luego crece y fortalece del conocimiento, las vivencias, experiencias, de la vida misma. La conciencia de un niño no es la misma que la de sus padres; igualmente en la relación educando – educador (en teoría y bajo la normalidad). Y cuando la conciencia individual converge con otras de su tipo, a manera de pares, se logra la transformación; en la arena social puede alcanzar la evolución. Porque le da vigencia a la moralidad del ser y de su sociedad entera.

La individualidad proveniente de la conciencia resoluta y dirigida hacia el bien común, nos hace dignos ciudadanos del mundo.

Empero la conciencia no se da a plenitud en la raza humana. A lo largo de la Historia Universal hemos atravesado por épocas extremadamente atípicas a cualquier nivel de conciencia. Actos de barbarie, guerras, terrorismo, violencia, depredación de flora, fauna, de la naturaleza entera, del planeta, de todo lo que el hombre tiene a su alcance, incluso, su propia vida y futuro.

Hoy entre otros, además, la conciencia se mina por el consumismo: el veneno de las sociedades modernas, que enajenan a su gente y la esclavizan; que lo atrapan en "modo" materialista, puesto que cualquier paso a lo largo de su vida es determinado por el dinero. No existe ya la vocación, la convicción, la pasión, el compromiso humano y menos al afán por la nación, pues el "yo" material es lo que manda. Y si eso le da al sujeto una capacidad consumista desbordada mejor todavía. Cae en un círculo vicioso sin salida, que apela a los complejos y frustraciones individuales más primitivos – y también más enajenantes cuando, precisamente, se carece de conciencia.

Hoy existen mayorías que se debaten en la supervivencia, en la franja de la pobreza y pobreza extrema; y muchas otras mayorías que viven en la inconciencia. Los primeros son consecuencia de los segundos, los primeros aspiran a lo elemental para vivir en felicidad; y los segundos viven, por la inconciencia, en una vida falsa de felicidad, que les hará siempre insatisfechos e insensibles.

La felicidad no es otra cosa que el generar conciencia. Y de ahí viene lo demás.

Clama pues la Sustentabilidad Individual por un mínimo nivel de conciencia. Si en textos anteriores hemos establecido la importancia de procurar la Sustentabilidad Individual para llevar una vida en balance corporal, mental y espiritual, huelga decir que lo primero, es aspirar a crear conciencia. Que el establecer esta condición marca la gravedad de las circunstancias en las que nos desenvolvemos en sociedad en la actualidad: a ese grado de perdición estamos todos.

El planeta transcurre por un momento crítico, el más delicado de su existencia: porque el ser humano tomó control y está al mando. Cien años ya de depredación sistemática y sólo por engrosar los bolsillos de entes reptilianos que igual y al final de su paso destructor terminan muriendo sin llevarse su cartera. Lo más insano e infrahumano.

Seamos conscientes que, no habrá esfuerzo efectivo alguno por el rescate de nuestro planeta, por detener el avance del Cambio Climático, por mejorar nuestro medio ambiente, proteger la naturaleza, y construir una nueva vida con calidad, igualdad y felicidad sin Sustentabilidad Individual. Y para ello, de nuevo, se necesita conciencia.

"Ya está casi todo hablado (no hay discusión real de los líderes mundiales en las cumbres internacionales), es ridículo. Porque además no se precisan hacer cumbres para arreglar todo eso. Uno dice su discurso, y, se acabó el partido... Es un verdadero teatro mundial… Por supuesto que me desencanta... Yo creo que la humanidad está pidiendo, que verdaderamente tenemos que empezar a razonar, en algunos aspectos, con un carácter universal hacia los campos del mundo entero. Que los problemas de África no son problemas de África sino de la humanidad entera, que la contaminación de los océanos es un problema de la humanidad entera, y me doy cuenta que tenemos barreras culturales, de estado nacional, hacemos disparates en presupuestos militares para coquetear entre nosotros de grandes potencias."

(Y le pregunta el periodista) "Cuando usted ya ha estado en este círculo de líderes mundiales, ¿ha habido alguno que le haya impresionado especialmente?.. (Y después de 20 segundos de silencio, agrega el periodista) mucho lo está pensando."

"Eh, sí, la verdad, ese es el problema. Yo creo que en ninguna época tuvo tanta mediocridad."

- Expresidente de Uruguay Pepe Mújica, al referirse a las cumbres internacionales de Jefes de Estado en entrevista con el periodista español Jordi Évole. –



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Hugo Rodriguez B.

Hugo Rodriguez B.

Nací en Tlalpan, Distrito Federal y cursé tres licenciaturas: en Comunicación, en Derecho y en Economía. La Maestría en Administración y el Doctorado en Ciencias. Adicional a mis actividades académicas, destaqué en los ámbitos deportivo y profesional. Deportivamente, ascendí en dos ocasiones al Monte Everest y soy el único ser humano que sobrevivió una noche en las inmediaciones de la cumbre sin oxígeno, tienda de campaña ni sleeping bag, situación de sobrevivencia que me fortaleció en disciplina y determinación para lograr todo lo que me he propuesto en la vida. Adicionalmente crucé a nado en dos ocasiones el Canal de la Mancha. Además tengo el récord mundial de larga distancia en nado de mariposa de 70 kilómetros de Cozumel a Cancún. Fui galardonado con el Premio Nacional del Deporte en 1986 y el Deportista del Siglo en el año 2000 (con 55 deportistas más de diversas disciplinas). He sido considerado como uno de los deportistas de extremo y alta resistencia más destacados del mundo.

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