PARRESHÍA

Me canso ganso

Me canso ganso

Foto Copyright: lfmopinion.com

Carga parecida aunque menos soez que la de Taibo II.

"Me canso ganso" parece ser el lema del nuevo gobierno. De entrada, acusa el nivel de la discusión, de haberla. Y ahí radica el problema.

La frase tiene una carga parecida aunque menos soez que la de Taibo II, de imposición, sometimiento, voluntarismo, violación. No concita, impone: por mis chicharrones y háganle como quieran.

De suyo es una frase mediática, en los cánones de los bites y sumamente pegajosa. Un éxito comunicativo, dirían los expertos.

Pero gobernar no es solo manejo de símbolos y golpes espectaculares, es unir a los opuestos, no restarlos; es generar una unidad de acción efectiva, no dispersión de esfuerzos; es sumar, no polarizar; es organizar el espacio público, no dinamitarlo.

Me canso ganso es un grito de batalla donde siempre existe otro al que hay que vencer y someter, responde a una lógica bélica, no política. No hay adversarios en ejercicio de libertades y derechos, hay enemigos a exterminar. No es el llamado a construir un futuro común, sino al enfrentamiento.

Así se construyen infiernos, no naciones; muros, no puentes.

El problema es que así no se construyen países y no es tampoco un paradigma de Nación que pueda avanzar más allá de guerras fratricidas.

Don Jesús Reyes Heroles, gran estudioso del siglo XIX, alertaba de no despertar al México Bronco. Hoy, parece, sin embargo, que hacía allá nos quieren llevar; hasta el término conservadores han revivido para señalar a todo aquel que no comulgue con las nuevas ruedas de molino de la 4T.

Me canso ganso que el México Bronco despertado hará más daño a los más débiles y a todos como Nación.

Bienvenidos a la 4T.




#LFMOpinion
#MeCandoGanso
#Politica
#Unidad
#Polarizacion
#MexicoBronco
#Nación

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: