PARRESHÍA

Escuela de cuadros

Escuela de cuadros

Foto Copyright: lfmopinion.com

Dime de qué presumes.

"Ternuritas" fue el peyorativo estigma presidencial.

¡Vergonzoso y vergonzante!, el nivel de empobrecimiento de la deliberación política del Presidente.

Si en economía esperamos una recesión sin parangón, en civilidad e inteligencia políticas la devaluación es de dimensiones cósmicas.

Pero las palabras traicionan y delatan al propio López Obrador. Este viernes, aquí en LFMOpinion, publicaré una nueva visita a Orwell, "Orwell, manual para tiempos difíciles", se titula el texto, y allí podrán ustedes analizar el concepto de "doblepensar" que es el que utiliza López Obrador.

El doble pensar tiene su espejo en el doble decir, donde se expresan cosas contradictorias como iguales y se dice una cosa por decir otra.

Cuando López Obrador hace befa de un grupo de mexicanos y los manda a la escuela de cuadros -como si Morena fuese un dechado de cuadros e inteligencias y no una constelación de abyecciones girando en torno a un sol en ocaso-, lo que realmente está diciendo es que eso que tanto desprecia, más lo aterra.

Un grupo plural de personas, cada una con espacio político, académico o mediático propio, que se asocian para reflexionar y accionar políticamente sí es algo que preocupa al Presidente, acostumbrado a controlar políticamente clientelas y organismos formales, a los que puede golpear a discreción, estigmatizar, cortar recursos, perseguir con sus nuevos delitos con prisión preventiva, pero enfrentar a una cabeza de mil hidras, sin un frente orgánico claro y definido, sin una agenda electorera oponible y sin un pasado al cual acudir para culpar, sí le representa al Presidente un verdadero peligro y un frente ajeno a su control.

La displicencia y la burla lopezobradorista develan verdadero temor, me atrevería a decir pavor; porque, como aquí lo hemos dicho, él no es un hombre de silogismos, razones y deliberación, lo es de símbolos, estigmatizaciones y pontificación.

Si el grupo que se está formando, no se pierde en egolatrismos propios de algunas de sus "estrellas" mediáticas y políticas, ni en guerras por espacios políticos, y se dedica a presentar una discusión reflexiva, inteligente y de fondo sobre el quehacer presidencial, cumplirá su expectativa de ser un verdadero contrapeso contra el populismo autoritario.

Dime de qué presumes y te diré de qué careces: quien está urgido de escuela de cuadros, en todo caso, es otro.




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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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