DE LO COTIDIANO A LO CLÁSICO

A quién le ha pasado, que...

A quién le ha pasado, que...

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Bicho disecado

Buscando en el librero de mi estudio encontré un libro que tenía pendiente por leer. Esta novela corta trata de una historia que sucede en un Bagdad de costumbres milenarias. El libro es tipo de bolsillo. Al llegar a la página veinticinco encontré a un bicho aplastado en la hoja, disecado, que parecía como si formara parte de la página, con sus diminutas patas incrustadas en el episodio.

¿A quién le ha pasado que en el libro que está leyendo (hablo de un libro de papel), de pronto aparecen marcas de dedos que en una vacación comieron botana o encontramos un separador que nos recuerda algo?

Al terminar el libro de la historia en Bagdad lo coloqué en su lugar y saqué el que estaba al lado; un libro del genio de genios, una obra fenomenal por las cosas y recetas tan extraordinarias que el Maestro manejaba en sus apuntes de horripilantes recetas de cocina que, aun cuando no quisiera probar sus platillos, me hubiera encantado ser comensal en su mesa; hablo del libro: "Notas de cocina de Leonardo Da Vinci" La afición desconocida de un genio.

Leonardo Da Vinci. Florencia 1452 – 1519. De la época renacentista. Pintor, arquitecto, científico, escritor, escultor, filósofo humanista, ingeniero y urbanista, que también incursionó en los campos de la aerodinámica, anatomía, botánica e hidráulica, que gustaba de inventar máquinas y artefactos para cocinar. Por ejemplo, se dice que su ingenio para eliminar las ranas de los barriles de agua de beber era una sencilla trampa de muelle que, al saltar una rana sobre ella, descargaba sobre su cabeza una serie de golpes de martillo hasta que –se supone- la rana quedaba inconsciente y por tanto no era capaz de saltar al interior.

Quedé fascinada la primera vez que leí las recetas de cocina que supuestamente escribió Da Vinci, aunque me pareció que algunas eran como episodios sádicos que me provocaron asco; pero lejos de juzgar al maestro de maestros con sus recetas, me reí cuando volví a leer el Codex Romanoff, cuya autoría es incierta, pues aun cuando muchos le atribuyen estas normas de conducta, no se ha comprobado si fue Da Vinci el autor. El manuscrito es una lista de: "De las conductas indecorosas en la mesa de mi señor", aparentemente escrita en 1490. Se cree que el manuscrito es propiedad privada de una familia italiana, aunque también se dice que dicho código se conserva en el Museo del Hermitage, en San Petersburgo.

En este gracioso código se mencionan las conductas indecorosas que no debieran observarse en la mesa de invitados, como por ejemplo:

- Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado; tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa, tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento, ni tampoco debe poner la cabeza sobre el plato en ningún momento.

- No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa, ni utilizar un cuchillo para hacer dibujos sobre la mesa.

- No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que antes haya pedido consentimiento; tampoco ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo.

- No ha de tomar la comida de la mesa y ponerla en su bolso o faltriquera para comerla más tarde.

- No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa, ni hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.

- No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.

- No ha de dejar sueltas sus aves en la mesa, ni tampoco serpientes ni escarabajos.

- No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.

Y con el bicho incrustado en la hoja y con tanto animal "gourmet" de las recetas de la corte de los Sforza y sus comensales, recordé la palabra "Bestiario" (1951), que es el título del primer libro de cuentos de uno de los autores que admiro por el alto nivel intelectual que maneja en su obra: Julio Cortázar, quien dijo refiriéndose a dichos cuentos: "Yo escribí esos cuentos sintiendo síntomas neuróticos que me molestaban".

Julio Florencio Cortázar. Bruselas 1914 - París 1984. Escritor, guionista, profesor y traductor de la UNESCO, hijo de padres argentinos. Su obra cumbre es "Rayuela", publicada en 1963. Compleja obra literaria cuyo boom en Latinoamérica la convierte en una de las novelas más destacadas dentro de la literatura del siglo XX. Cortázar la llama –contra novela- pues se le considera una novela surrealista por la forma en que está escrita, con muchos finales y diversas formas de leer. Pensó titular el libro con el nombre de mandala, pues la historia es una búsqueda que realizan los personajes en forma espiral que discurre desde el centro de sí mismos, en un círculo que es su mundo. Un mandala es un diagrama simbólico que en el budismo e hinduismo representa la evolución del universo respecto a un punto central, que incorpora los universos interno (microcosmos) y externo (macrocosmos), que se utilizan para alcanzar la unidad del ser con lo espiritual; esta búsqueda que para muchos puede ser compleja, la adopta Cortázar para narrar su obra, en cuyo trama Horacio Oliveira (protagonista) y otros personajes, buscan la unidad del ser, la armonía y las posibilidades infinitas. La novela está escrita en primera persona básicamente como larguísimo monólogo interno, con muy pocos diálogos, en donde el protagonista que es un argentino exiliado en París, va narrando como en forma de mandala, cómo percibe las situaciones a través de "su mundo", además de las relaciones que tiene con otros personajes como por ejemplo con Lucia, mujer a la que ama, a quien le dicen la Maga, con quien Oliveira lleva una agitada relación, pues es una mujer distraía, ingenua y tierna, que dice: "Es tan violeta ser ignorante". Horacio reconoce en ella las posibilidades de la libertad, pues ella se niega a aceptar lo aceptable.
Ahora sí que me corresponde ponerme sumisa ante "Rayuela", pues la gran complejidad de la redacción/lectura, me invita a dejar el tema a los expertos. Y habiendo escrito mi "sumizada" los dejo con un par de líneas de "Rayuela":

… convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas.

… andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Rayuela es un juego que en México se conoce como: avión. En algunos colegios se juega para mejorar el equilibrio y la coordinación de los niños; en España se llama Tejo, pues se moja papel para usarlo como "teja" que será lanzada a la casilla que corresponda esquivar; se salta de la casilla 1 a la 10 y de regreso, con un pie.

Algunos de los amigos más cercanos de Cortázar, fueron: Lezama Lima, Octavio Paz, Pablo Neruda y Carlos Fuentes.

Palabras de Julio Cortázar: Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha, al mismo tiempo, fue el no aceptar las cosas como eran dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra madre era la palabra madre y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba. En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas.


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Laura Acosta

Laura Acosta

Desde niña asistí a clases de pintura; de adulta he estudiado en diferentes talleres de arte, técnicas como grabado en placas de acero, monotipo en acrílico, distintas técnicas de pintura y dibujo. En la actualidad pinto, expongo mi obra e imparto clases de pintura. Otra de mis grandes pasiones es la literatura. He estado en diplomados y talleres de poesía, cuento fantástico y clásico y creatividad literaria; en este último aprendí a leer varias de las obras consideradas clásicas, y he colaborado en la elaboración de libros de arte, en el área de dinámicas para alumnos de secundaria. Así mismo doy clases de literatura y lectura de novela y cuento, a adultos.

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