DE LO COTIDIANO A LO CLÁSICO

A quién le ha pasado que...

A quién le ha pasado que...
Cuento Fantástico

Hace algunos años tomé un curso en un centro de comunicación porque tenía la inquietud de hacer doblaje de voz, pues me gusta imitar voces, como cuando de niña imitaba la de bubú el osito del Oso Yogui. Si por ejemplo viajo a algún estado en México, imito (con respeto, nunca a manera de burla) el acento con el que se habla; me llama la atención y me gusta ¿Será que con esta habilidad me mimetizo con el lugar? En ese curso nos pidieron a los alumnos (a los que casi les doblaba la edad), hacer una entrevista en la calle, yo no tenía interés por entrevistar pero, si quería llegar a tomar la materia de doblaje de voz, tenía que tomar todo el curso. Planeamos mi familia y yo una visita a la impresionante biblioteca Vasconcelos, ubicada en Buena Vista, a un lado de la antigua estación de tren. Decidimos irnos en metro. Mis hijas iban peinadas con moños color rosa y llevaban su bolsita rosa; yo sentía que las personas a nuestro alrededor se nos quedaban viendo como diciendo: What the hell están haciendo aquí estas personas! Al bajarnos en una estación bastante ruda, yo pensé: What the f… estamos haciendo aquí! El caso es que llegamos a un México que no conocía, pero es que me parece que México tiene muchos Méxicos. Afuera de la Biblioteca habían grupitos (no sé, eran como 200 personas) vestidas completamente de negro, con botas de plataforma alta, los labios pintados de negro o morado, peculiarmente maquillados, engomados, etc, ¿Ubican a Marilyn Manson? Porque habían muchos hombres y mujeres tipo Manson. Lo que más me llamó la atención fueron unos anillos de delgadísimo metal que tenían la forma como la de la punta de pluma fuente, que sobresalían de sus uñas. Como tenía que hacer mi tarea me acerque a un grupito y les pregunté que si los podía entrevistar, me dijeron que sí y me platicaron que son una comunidad de vampiros que no hacen daño a nadie; que entre semana visten normal y van a la oficina a trabajar, pero en la noche y los fines de semana se visten de vampiro, duermen en ataúdes y utilizan los anillos para rasgar el cuello de otro vampiro para chuparles la sangre, de la cual ¡también se alimentaaaannnnn¡ Sí, sí existen las personas que se creen vampiros, me consta.

Antes de este curso de doblaje de voz, hace como diez años tomé en el SOGEM (Sociedad General de Escritores Mexicanos), un taller de Cuento Fantástico con un profesor al que le fascinaba el tema de ciencia ficción. Este profesor era un flaco flaco y largo largo ser extraño, mucho más joven que yo, que invariablemente iba vestido de negro y el tono de su celular era como spooky; cuando un alumno (los otros alumnos también eran más jóvenes que yo) se atrevió a preguntarle que por qué siempre vestía de negro, el profesor contestó que era porque le gusta todo lo referente a los vampiros y la vida de vampiro. ¡Se los juro! Y les juro que no me interesan los vampiros.

¿A quién le ha pasado que aprende una lección a la primera? A mí me pasó que cuando casi terminaba el curso de Cuento fantástico, de tarea tuve que escribir un cuento de ciencia ficción para leerlo frente a la clase (éramos como treinta alumnos); estaba muy nerviosa antes y después de leer mi tarea, parada frente a todos, esperando los comentarios del salón cuando terminé mi lectura, pero pasaron muchos minutos y nadie decía nada hasta que el profesor les pregunto: ¿Alguien tiene algo que decir? ¿Algún comentario? Y como nadie decía nada, mi profesor Spooky me dijo: -tu cuento está malísimo, la respuesta del salón lo dice todo, están en silencio porque no atrapaste a nadie con tu redacción… etc. y: auch, auch, auch, me fui a sentar. Qué bueno que esto fue de adulta porque si no me hubiera echado a llorar. La lección que aprendí fue la de tomar la crítica de quien viene, en este caso de un profesor bien reconocido como escritor, que aunque no me gustaba su apariencia ni escribir cuentos de ciencia ficción ni nada referente a los vampiros, reconozco que sabe lo que hace, tiene las tablas y el conocimiento para enseñar. Fue una crítica constructiva que me ayudó a pulir mi escritura y a entender que, así como (y explico a grandísimos rasgos) cuando vemos una obra de arte como por ejemplo "EL Grito" de Edvard Munch, nos genere un sentimiento. Mi humilde opinión es que igual un buen escritor de novela, cuento, poesía (me refiero a estos escritores), debiera causar algo en el lector, algo me refiero a alegría, tristeza, enojo, tranquilidad, asco, morbo, amor, diversión, intriga, lo que sea pero nunca equis.

Gracias a ese curso en el que me sentí destrozada frente a un grupo de jóvenes, entendí por qué "me identifique" con el libro "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago. El libro lo comenté con amigos y parientes que lo habían leído y criticado arduamente; la gran mayoría me preguntaba que cómo era posible que me hubiera gustado, a lo que yo respondía: -me gustó precisamente por lo que nos hizo sentir a ti y a mí y a otros, esa "disfuncionalidad del ser humano", que leímos; Saramago (seguía yo diciendo) logró lo que probablemente quería: que a través de su descripción "olieras" los hediondos olores, sintieras lo que es vivir sin luz o sin tener nada que comer, vieras lo que los ciegos (pienso en los ciegos visuales y los ciegos de conciencia) no pueden ver, y así sucesivamente-. El tema más que otra cosa es una dura crítica a una sociedad indiferente y podrida y a lo que sucede en un mundo contaminado. Es una novela que desfigura la realidad convirtiéndola en caos psicológico. Saramago maneja la "ceguera blanca" como una pandemia que causa pánico, y cuando el pánico se contagia se convierte en pandemia. En resumidas cuentas me parece que este escritor logró que a la mayoría se nos revolviera el estómago durante la lectura, por la manera tan minuciosa con la que hace las descripciones, logrando así diferentes sentimientos en sus lectores. Y ese es mi punto cuando digo que aprendí una lección a la primera.

José Saramago nació en Portugal en 1922 y murió en su casa de España en 2010. Mi admiración para este escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo, de humildes padres campesinos. Saramago es considerado como uno de los escritores con mayor influencia en la literatura contemporánea. En 1947 escribe su primera novela titulada "Tierra de Pecado", más de veinte años después escribe su segunda novela aunque fue publicada después de su muerte. Aun cuando José Saramago venía de una familia pobre, de que su primera novela no tuvo éxito, de que sus escritos fueron censurados, de haber sido perseguido durante la época del dictador Salazar, con todo y su historia de vida, este gran gran gran escritor ganó el Premio Nobel de Literatura en 1998. ¡Felicidades Saramago, por tu extraordinaria trayectoria!

Me parece increíble la manera en que utiliza su imaginación para romper o descomponer la realidad de las costumbres, de las ideas y tradiciones culturales, de la educación aprendida, del medio socio-económico y de la religión que se profesa, para convertirlas en realidades diferentes a las aprendidas; ejemplo de esto sucede en "El Evangelio según Jesucristo", tema de ruptura del evangelio contado desde otro punto de vista. Me encanta cuando un escritor se atreve a romper con ciertas normas para ponernos a pensar en otras posibilidades.

Cuando hace años leí "Las intermitencias de la muerte" (título al que también llamaría "Las intermitencias de la vida"), Saramago atrapó mi atención al hacerme dudar sobre qué pasaría si no morimos. Saramago comienza el libro con la frase: "Al día siguiente no murió nadie", frase a la que más adelante va dando respuestas como: los asilos estarían atiborrados de viejitos; las deudas bancarias serían impagables y el número de deudores, preocupante, por lo que las oficinas financieras quebrarían; los filósofos se "romperían la cabeza" tratando de descifrar por qué la gente no muere; los doctores tendrían los hospitales llenos de enfermos y personas agonizantes y no se darían abasto; la Iglesia Católica se encontraría nerviosamente preocupada pues se pondría en contradicho su principal creencia que es la muerte de Cristo y su resurrección. Me encanta el sin igual planteamiento del tema de esta novela.

"El viaje del elefante" es la última novela que escribió Saramago poco tiempo antes de morir; y yo me despido con el primer párrafo de esta novela: "Por más incongruente a quien no ande al tanto de la importancia de las alcobas, sean éstas sacramentadas, laicas o irregulares en el buen funcionamiento de las administraciones públicas, el primer paso del extraordinario viaje de un elefante a Austria que nos proponemos narrar fue dado en los aposentos de la corte portuguesa, más o menos a la hora de irse a la cama".


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Laura Acosta

Laura Acosta

Desde niña asistí a clases de pintura; de adulta he estudiado en diferentes talleres de arte, técnicas como grabado en placas de acero, monotipo en acrílico, distintas técnicas de pintura y dibujo. En la actualidad pinto, expongo mi obra e imparto clases de pintura. Otra de mis grandes pasiones es la literatura. He estado en diplomados y talleres de poesía, cuento fantástico y clásico y creatividad literaria; en este último aprendí a leer varias de las obras consideradas clásicas, y he colaborado en la elaboración de libros de arte, en el área de dinámicas para alumnos de secundaria. Así mismo doy clases de literatura y lectura de novela y cuento, a adultos.

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