SENTIDO DE VIDA.

La vida es muy corta. Apenas ayer era como si estuviese estudiando mi primera carrera y hoy siento que el resto de mi vida pasará volando. Pero si vemos lo que es la vida para una persona, - digamos no más de 100 años – y lo comparamos con lo que es la vida del universo - aproximadamente de 13 mil 835 millones de años – entonces veremos que la vida no es corta sino que apenas llega a ser un instante.

En efecto, la vida del ser humano es una mera fracción de segundo frente a lo que es la majestuosidad y vida del universo. Y es por ello que debiésemos aprovechar al máximo la oportunidad de tener vida, de dar lo mejor de nosotros mismos, de buscar la felicidad. Y hoy, también, por salvar al planeta.

Es conveniente aprovechar la vida porque es corta y porque hemos tenido la fortuna de nacer y de estar vivos, pese a que las probabilidades de haber nacido son increíblemente bajas. Si analizamos esas probabilidades nos percataremos que el hecho de haber sido concebidos y haber nacido son de 1 entre 400 mil trillones de probabilidades.

Al integrar ambos datos: nuestra vida de 100 años frente a la vida del universo de 13 mil 835 millones de años; y las probabilidades de 1 entre 400 mil trillones de probabilidades de haber sido concebidos y haber nacido, creo que irremediablemente nos debiésemos preguntar si vale la pena perder la vida en cosas huecas o en hacer el mal.
- ¿No acaso, mejor, debiésemos aprovechar la oportunidad única e irrepetible, y el tiempo también, para ser mejores con uno mismo y con los demás? -

Para un joven la respuesta es clara. Diría de inmediato que aprovecharía esa oportunidad; y lo saben porque son jóvenes, y los jóvenes mantienen en el alma la pureza que viene de las niñas y niños, que viene de nacimiento.

No obstante, con el transcurso del tiempo, esa pureza se diluye o pierde, ya sea al recibir malas influencias o al caer uno mismo en el engranaje del sistema económico depredatorio mercenario que caracteriza al mundo. Que vende comida chatarra, que alcoholiza, que ve como un número o masa de consumidores irracionales a las personas; que etiqueta a las personas y así las trata - ricos o pobres, altos o bajos, flacos o gordos, morenos, blancos, negros o lo que sea, sean mujeres u hombres, sean jóvenes o adultos.

Y es más, que hoy depreda y acaba con el planeta entero. Que mayor irracionalidad que destruir tu propia casa, tu vida. Solo propia de lo que se llama el "ser humano."

Hoy tenemos vida y lo debemos agradecer a nuestros padres y a esa fuerza energética que nos permite vivir de manera orgánicamente funcional. Que en un estadio de sabiduría, nos permite integrarnos a la naturaleza y vivir como parte de ella.

Así que considero debemos hacer un alto en el camino y preguntarnos si somos felices, sobre qué deseamos y cómo queremos que sea el resto de nuestra vida. Si la respuesta es que nos gustaría tener lujos y más lujos, estaremos equivocados. Porque, de nuevo, la vida es corta y es efímera. Lo material se quedará y lo único que trascenderá será esa fuerza espiritual que tenemos y que debemos alimentar día a día.

Si hacemos de la Sustentabilidad Individual un hábito, entonces, no solamente nos encaminaremos hacia la felicidad, sino que haremos nuestra parte en momentos cruciales para la sobrevivencia del mundo y ayudaremos a evitar que nuestro planeta siga siendo destruido.

"No hay nada más fuerte en el mundo que el corazón de un voluntario."

- James H. Doolittle –


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