La inmensidad del reto

Se trata de fortalecer nuestro sistema educativo, acaso con la nueva Reforma habremos, ¿ahora sí?, no sólo de promover sino de alcanzar una educación de calidad, incluyente, laica, gratuita, obligatoria, competitiva. Tolerante en la diversidad. El reto es inmenso, faltan leyes secundarias, consensos sociales, recursos, capacidades docentes, administrativas y tecnológicas. Sobran carencias y necesidades postergadas durante muchos sexenios.

Habrá que saber y definir con claridad: ¿educación para qué?, ¿con qué valores?, ¿con qué Historia? Cómo integrar nacionalmente tantos Méxicos diferentes, separados, contrastantes. Ricos, pobres y muy pobres. De medio pelo y de pelo y medio. ¿Prepararemos a los educandos para qué trabajos… acaso sólo para perpetuar sistemas de sobre explotación? ¿Para acabar como en Ayotzinapa? ¿Con ética? ¿Cínicos? ¿Siempre indignos? ¿Honestos, ¿decentes? ¿Productivos o con hambre y valemadrismo en las venas, con el espíritu chocarrero de la derrota o con la luz luminosa del saber, el talento y la creación? Dónde los libros de texto gratuito se usan de la A a la Z hasta deshojarse para inspirar el cambio o dónde se apartan y se sustituyen por otros especiales, sólo para las élites, separadas, como siempre, de los otros niños del país, para justificar las diferencia entre clases sociales.

¿Cómo se incluirá a los otros niños que enfrentan a diario violencia y abusos familiares y cuyo destino está marcado por la tragedia? Niños que son secuestrados para ser usados como esclavos en campos de trabajo impago o vendidos a traficantes sexuales y desaparecidos anónimamente. O destinados a ritos satánicos y operados para el comercio internacional de órganos, donde la verdad apesta. O ser incorporados como halcones criminales o adolescentes consumidores y distribuidores de drogas.

En el área de educación no parece que se pueda solucionar la crisis pronto, a pesar de las buenas intenciones de la 4T. Además, el secretario encargado del despacho tiene, a mi parecer, serias limitaciones, que lo definen como incapaz para dar un golpe de mando y meter en cintura tanta discordancia. Vaya, ni siquiera parece poder coordinar en una misma vía de corriente nacional tanta divergencia. Hoy ya se nota abrumado e inconsecuente. Aunque desde luego, puedo equivocarme y Esteban sea en realidad un Vasconcelos embozado o un sabio Caso de arranque lento.

La calidad y preparación de los maestros es otra factura pendiente, hay de todo como en botica, pero en general el magisterio es un reflejo del acontecer nacional donde se revelan violencia y contaminación, donde son escandalosos el costo de colegiaturas en escuelas privadas y muy relajadas las normas de enseñanza y resultados dispares en escuelas públicas. Es un sistema contradictorio, ambivalente. Los niños sufren la estulticia y el estado de ánimo marginal del Snte, de la Cnte y otros grupos de poder que son los que deciden en realidad cuándo dar clases, qué enseñar, con qué valores e intensidad. Y donde a los maestros de escuelas privadas, en contraste, ni siquiera se les inscribe en el seguro social, ni tienen afore, ni mínimas prestaciones, ni planes de jubilación, ni sindicato.

También hay quienes se encuentran con la buena fortuna de tener maestros admirables.

En este marco, permítaseme abrir rápidamente mi propio expediente, ¡cómo no recordar a mis maestras Cecilia Marroquín y Josefina Páez de la primaria, de quienes recibí atenciones múltiples, enseñanzas y cariño! En cambio, sólo como anécdota marginal, intrascendente, como ráfaga, un maestro borrachín de sexto año, que insistía en regañar especialmente a las niñas.

En la secundaria de gratísima memoria, destacan en mi recuerdo varios maestros con vocación, sabiduría y preparación. Adolfo Bécquer, emparentado con el famoso poeta. La maestra Olguin de Historia, a quien ya me he referido en otros textos, el maestro Anacleto de Química, la maestra de Física de quien me enamore perdidamente durante todo el año lectivo. Oropeza en español, no santo de mi devoción, pero buen profesor, aunque agresivo y prepotente. La teacher de inglés, Narinián y el profe de Geografía a quienes también recuerdo. Especial aprecio guardo al maestro Armando Puente de Biología, quien nos ponía a calificar a Best y a mi.

En la preparatoria destaca la figura del maestro de literatura cuyo nombre he olvidado y que gracias a su insistencia participé y obtuve un premio en el concurso nacional de cuentos del Centenario, también la maestra Apocalipsis de matemáticas, que aún me provoca pesadillas. Sin embargo, en realidad, para mí la prepa fue época de otros descubrimientos, música y poesía que me alejaron un poco del estudio formal. Junto con Armando, mi amigo de siempre, viajamos a todas partes. No dormíamos, bebimos, sedujimos con éxito y relativa facilidad. Empecé a dar clases a señoras de Las Lomas y descubrí a Malher.

En la Escuela de Economía, después Facultad, tuve el privilegio de escuchar al maestro José Luis Ceceña y a su hijo, Ceceña Cervantes, de ambos fui adjunto. También recuerdo especialmente a Armando Labra, Juvencio Wing, a Martin Luis Guzmán Ferrer quien dirigió mi tesis y al maestro Solón Zabre. Ya en el posgrado al profesor Perlman (Macroeconomía, especialista en teoría del desempleo) y a Lord Robbins, un colonialista culto, moderno y civilizado.

Como muchas cosas en nuestro país, la educación está inspirada en el modelo francés y en la práctica cotidiana de nuestra vecindad con los EUA.

La escuela republicana francesa laica, pública y obligatoria inspiró nuestra primera organización y postulados con la separación Iglesia-Estado como instrumento inacabado de la conciencia nacional. La realidad, que es más poderosa que el deber ser, hizo en México un sistema híbrido donde conviven escuelas religiosas privadas y públicas que también ofrecen invocaciones y admoniciones.

La influencia del modo de dominación y organización de los EUA en México se nota también y claramente en nuestra educación. Casi todo el triunfo está en inglés y aunque ahí se puede asistir casi gratis a la escuela elemental, en cambio es sumamente costosa la educación superior. Ahí predomina algo así como la llamada selección natural, escuelas para ricos, donde se reparten algunas becas a estudiantes pobres sobresalientes. Aquí los estudiantes trabajan y ganan dinero, estudian y trabajan y poco a poco van dejando los estudios para incorporarse de tiempo completo al sistema productivo y utilizando, en ocasiones, las ventajas de su inclusión en el sistema militar, que con el tiempo les permitirá inscribirse en universidades y obtener algún certificado o diploma adicional que en teoría mejorará su ingreso.

En mi experiencia como profesor durante gran parte de mi vida, he confirmado que no hay malos alumnos sino pésimos maestros. Ahí está la clave de un sistema reformador y creativo. Insistir en la calidad del magisterio es absolutamente imprescindible para lograr mejores ciudadanos, mejores mexicanos.

Los sistemas educativos mundiales de mayor éxito, en Escandinavia y el Japón, por ejemplo, coinciden en subrayar los siguientes considerandos con referencia a la educación:

-Acceso gratuito y obligatorio
-Especial atención a los resultados de lectura, idioma nacional, matemáticas, civismo e historia
-Énfasis en capacidades y toma de decisiones
-Alta formación del profesorado y permanente mejora
-Capacidad creciente para fomentar la experimentación e investigación con nuevas tecnologías
-Estrechar vínculos con los hogares, los alumnos, los maestros y la comunidad

Por último, un juego de citas provocativas:

"La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo".

"La inversión en conocimiento paga el mejor interés".

"Por mi raza hablará el espíritu".

"Lo que Natura non da, Harvard non provee".




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