SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL

SOBREVIVENCIA EN EL CORAZÓN III

SOBREVIVENCIA EN EL CORAZÓN III

Y pasaron los años. Busqué camino y pude hacer lo que siempre ansié: estudiar más, investigar, buscar respuestas sobre la condición de nuestra Patria y hasta de la condición humana. En ese tránsito publiqué dos planes maestros sobre reingeniería política para México y para enfrentar el Cambio Climático. ¿Pero cuál es el objeto de idear algo cuando no se pone en práctica?

Hace cuatro años me pregunté cuál era el sentido de haber sobrevivido en aquella ocasión. Esa de hace 20 años, que me cambió por siempre, pero de la que ya no notaba lo distintivo ante mi pesar. Mi percepción es que había cumplido con mi montaña, que había hecho algo en reciprocidad por su trato, pero no con mi Patria, no con México, no como lo deseaba con nuestro país, al que algunos supuestamente "letrados" y hasta políticos – desde luego – se refieren como "este país". Así, con ese desprecio, como ajeno, distante, como objeto, como una cosa. Y pese a que a una madre o a un hijo nunca se les refiere como "esta madre" o "ese hijo".

Fue entonces que logré avanzar para materializar el cambio iniciado el 23 de mayo de 1997. Hoy no estoy cierto quiénes nos escucharán, o si existen coincidencias semejantes en mi camino, aunque entiendo la dificultad de las aristas, los riscos, las grietas y de las paredes de hielo que enfrento a diario. Pero estoy acostumbrado, así he entrenado, así he estudiado, así he trabajado y vivido. Y por tal virtud o necedad es que llevo determinación por delante, sin temer a las consecuencias de la vida puesto que la vida no existe en el confort, la materialidad y la ilusión, y menos al tiempo en que el país se desangra y la población sucumbe.

Esta última lectura se da en el marco del aniversario de mis dos ascensos al Everest, a mi montaña, a mi casa y a la que alguna vez regresaré para permanecer por siempre ahí. Al corazón de la Cordillera del Himalaya, al centro de esos 2,500 metros de extensión de montañas, las más elevadas del planeta. Cuando es curioso que en términos de voluntad todo comenzara en el mar, en un mar frío de Francia a Inglaterra en 1985 y luego en sentido contrario, para consumar en 1986, un cruce a nado por 13 horas de unos 55 kilómetros de distancia. Mi padre me dijo que ello me cambiaría la vida. Y tuvo razón. Ahora más que nunca lo sé. Una frase de mi padre, ya permanente en mi memoria, de quien aprendí que en la vida material todo es Física y en la espiritual Lógica. Acción – reacción.

Siendo aún más singular el hecho que llegara a las montañas debido a los mares, a la natación de larga distancia con una meta especial y difícil de alcanzar, y que ante el reto hubo creatividad para realizar entrenamientos en altura hasta el cráter del Popocatépetl para elevar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre: nada más. Bajo la instrucción y guía de mi amigo y maestro Rogerio González, uno de los mejores escaladores de México – mi primer maestro de montañas que luego tendría a los Sherpas como mentores-. Entrenamientos realizados en 1988 con el objetivo de romper la marca mundial de distancia en nado de mariposa, que culminó con 70 kilómetros de recorrido en mar abierto de Cozumel a Cancún. Marca mundial aún vigente. De niños, a la natación habíamos llegado por mis padres, para no ahogarnos en las vacaciones de Acapulco; al equipo de natación y a los nacionales habíamos llegado por mi madre, por su entrega a nosotros, por su ejemplo diario, nos educó en la disciplina y honestidad. Y nos heredó su fortaleza, que hoy, a sus 82 años, continúa jugando voleibol.

En última instancia, el valor de todo ello precisó que sé con seguridad, que nunca seré como los que no hacen por la Patria. No seré de los que indolentemente evitan la mirada hacia abajo y atrás para no observar lo que sus actos producen en su propia sociedad y en el mundo. Lo vivo a plenitud, pero no a mis anchas, sino con entero compromiso y asumiendo los mayores riesgos. Tantos que muchos me creen errado, me suponen perdido: cuando lamentablemente, estoy cierto, ellos son quienes errados y desorientados se encuentran. Y que perdidos vivirán su materialidad. Lo que es reflejo no de una disminuida intención, mala fe o flaca voluntad, sino de la incomprensión de la vida misma. Por vivir en la inmediatez y la facilidad, en la materialidad y en la adulación del mercantilismo más vulgar; por justificar con silencio y omisión una vida gris y desperdiciada, tal vez por no enfrentar los miedos y la verdad, o por la escases de nacionalidad.

Más triste e incompresible resulta constatar, que muchos posibles triunfadores, hoy se anuncian perdedores y perdidos, ante un fenómeno social en el que por consecuencia de la irresponsabilidad de muchos, o quizá de todos, las cosas se dejaron soltar.

"El ejemplo de liderazgo no está en quienes llamamos personalidades del mundo, ni de la política ni de la economía, ni en la gente de los "círculos sociales," ni en los intelectuales, tampoco en la gente de la farándula, ni entre los dedicados al deporte y esas cosas, sino en quienes están comprometidos con la causa de la felicidad de las personas, en quienes son los verdaderos promotores de los valores sin importar su carrera o categoría. El ejemplo para los demás puedes ser tú, debes serlo, así lo espera la gente que tienes cerca. Esto es lo que enaltecerá a la humanidad. Los verdaderos ejemplos son las madres y padres de familia, los maestros, los niños y jóvenes, las mujeres trabajadoras y empresarias, los estudiantes y empleados, los campesinos, los jornaleros e indigentes, los buenos empresarios, los pobres lisiados y los enfermos, nuestros ancianos, los pueblos del mundo que viven con una actitud positiva. Es aquí en donde tenemos la oportunidad para ser especiales, debemos cambiar porque es expresión del ser humano y por destello de sabiduría. Quien cambia y sigue cambiando siembra con la innovación, entendiendo que el ayer es neutro y que ahora hay que crear para mañana poder cambiar… Es por ello que la posibilidad para cambiar reside en nuestra libertad. En la libertad por aspirar a retos y plantearnos objetivos, por asumir constantemente una actitud positiva mientras que nos desarrollemos con entera confianza, por entender y propiciar el trabajo en equipo, por ser constantes y tener carácter, a tal nivel que procuremos una visión justa de nuestra existencia para lograr la felicidad y difundirla entre los demás".- (Fragmento del libro "Un Sobreviviente del Everest" de Hugo Rodríguez Barroso).

De ese 23 de mayo de 1997 son 22 años, mientras que del 26 son ya 20. Vale decirlo una vez más en virtud de que, ahora entiendo, con satisfacción y humildad, que ello ha valido tanto, que hoy puedo arengar: ¡soy, orgullosamente mexicano y defensor de nuestro planeta!

Ha terminado mayo una vez más. Mi mes de celebrar. Celebro un renacimiento, pero de vida metafísica. Y si la vida hoy se va, que se irá bien, pues la encontré y le di sentido. Afortunado creo, porque en la espiral existencial, cuando el tiempo se cumpla, subiré a la infinidad para no retornar más a los ciclos de mezquindad en los que se atrapa el ser humano luego de su complacencia, ignorancia supina y pasividad.

Por eso, a todos ustedes les deseo, de corazón, se tomen unos minutos para buscar un 23 de mayo. Ya sea al ver a sus hijos y entender la oportunidad, al observar a la Patria y comprender la finalidad, o al vivir como parte de la naturaleza y entender la necesidad: la necesidad de cambiar. Siempre es momento de reinicializar.

"Las cosa más bellas son las que inspira la locura y escribe la razón."

- André Gide –


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Hugo Rodriguez B.

Hugo Rodriguez B.

Nací en Tlalpan, Distrito Federal y cursé tres licenciaturas: en Comunicación, en Derecho y en Economía. La Maestría en Administración y el Doctorado en Ciencias. Adicional a mis actividades académicas, destaqué en los ámbitos deportivo y profesional. Deportivamente, ascendí en dos ocasiones al Monte Everest y soy el único ser humano que sobrevivió una noche en las inmediaciones de la cumbre sin oxígeno, tienda de campaña ni sleeping bag, situación de sobrevivencia que me fortaleció en disciplina y determinación para lograr todo lo que me he propuesto en la vida. Adicionalmente crucé a nado en dos ocasiones el Canal de la Mancha. Además tengo el récord mundial de larga distancia en nado de mariposa de 70 kilómetros de Cozumel a Cancún. Fui galardonado con el Premio Nacional del Deporte en 1986 y el Deportista del Siglo en el año 2000 (con 55 deportistas más de diversas disciplinas). He sido considerado como uno de los deportistas de extremo y alta resistencia más destacados del mundo.

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