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NOMAS NO HAY NI A CUÁL IRLE

NOMAS NO HAY NI A CUÁL IRLE

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AMLO y el tigre

Dice AMLO que si en julio próximo le hacen fraude y pierde, se desatará un tigre, es decir, un gran caos social en el país, una gran revolución de la población que lo apoya. Y agrega que de ser así, él no ayudará a tranquilizar a ese tigre, sino que se irá a su rancho, y que desde allá verá con calma cómo los mexicanos nos destruimos sin su guía.

¿Así o más mesiánico el eterno candidato de izquierda? Es preocupante esta postura del dueño de Morena, principalmente por lo siguiente:

1. Asume que no puede perder a la buena, sino únicamente por fraude. Lo mismo de 2006 y de 2012 pues, no sabe perder, no sabe reconocer cuando le ganan. Él siempre está en lo correcto.

2. En las encuestas que más lo favorecen, sale con 38 % y 40 % de preferencias. Ello significa que el otro 60 % de la sociedad no lo apoya. Entonces, si sí gana, ¿qué hará él con ese otro tigre, con esa mitad del país que no vote por él y que no esté de acuerdo con su proyecto populista? Sería bueno que expusiera sus planes de control.

3. Como siempre, cree que el país no puede salir adelante sin él. Es uno de los síntomas básicos de los líderes populistas. Por eso se dan resultados tan negativos cuando logran obtener el poder absoluto, porque supeditan el Estado a ellos mismos, a su voluntad y capricho.

Anaya, pisando la rayita

Es creíble que a Ricardo Anaya lo quiera descarrilar el Gobierno Federal, pues su candidatura riñe con la que impulsa el presidente Peña Nieto, sin duda que sí.

También es creíble que el joven candidato panista, utilizando influencias y abusando de las posiciones privilegiadas de su meteórica carrera política, se haya hecho de ágil y abundante fortuna, pues desafortunadamente, así funciona este país.

Aún no sabemos si es culpable o no, y quizá nunca lo sepamos, pues eso de mezclar investigaciones judiciales con campañas políticas, siempre deja muy desaseados los expedientes y muy batidos los litigios.

Lo que sí sabemos, es que Ricardo Anaya es un hombre con bastante riqueza económica, mucha más de la que siquiera imagina el 90 % de la población mexicana. Y también que esto lo logró antes de los 40 años de edad, sin ser descendiente de empresarios, y sin haber laborado nunca en la iniciativa privada o en algún emprendimiento personal. Vaya, desde que cumplió la mayoría de edad, siempre ha sido estudiante o funcionario público.

Además sabemos que no está claro el origen de todo su dinero y que hasta el momento sigue batallando para poder explicarlo. Es evidente que a Ricardo Anaya, en el mejor de los casos, le gusta hacer muchas cosas que parecen bastante malas. Al menos, a don Ricardo le agrada caminar medio chueco, andar siempre pisando la rayita.
Meade, aburrido y con remolque

El abanderado "ciudadano" del PRI no ha resultado un buen candidato, nomás no ha logrado conectar con la ciudadanía; ni empata ni embona con el ambiente electoral, además luce bastante aburrido en sus exposiciones, parece como si siempre estuviera en una junta de trabajo. Quizá sea la secuela de las cinco secretarías de estado.

No se le discute su capacidad técnica como funcionario, pues credenciales y experiencia parece tener de sobra, sin embargo, ahorita, en campaña, no ha podido venderse con el electorado, no ha conseguido que le compren el proyecto, al menos no significativamente.

Además de lo aburrido, Meade arrastra un problema mucho más grave: el peso de la marca que lo postula, el peso del desprestigio que hoy acumula el PRI. Y por eso le digo que trae remolque, porque en esta carrera de alta velocidad, don José Antonio viene arrastrando un montón de rocas en su haber.

Parece que a la sociedad no le interesa conocer lo que Meade pueda ofrecer, sino que únicamente quiere ver al PRI completamente derrotado, de rodillas en la derrota. Y bueno, está en su derecho, además de que Meade no se ayuda, por aburrido le decía.

¿Y entonces?

Su escribidor se sostiene en lo dicho: o seguimos igual de mal, o empeoramos con un proyecto de otra época que nunca en su historia ha funcionado. Así de triste está la cosa, nomás no hay ni a cual irle.

Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.

Oscar Herrera

Oscar Herrera

Analista financiero, económico y político. Profesional de las finanzas con estudios de posgrado. Asesor Financiero y Profesional de Seguros. Periodista.Conferencista. Docente de finanzas en posgrado. Experiencia en administración y dirección de organización con presupuesto y tesorería . Consultor.

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