En la mira: ¿acaso otra intervencionsita?

En la historia México-estadounidense ha habido, como en botica, de todo un poco o demasiado; paliativos, curas milagrosas y drogas asesinas. Actos heroicos, épicos, traiciones... hasta relaciones amorosas, éticas, solidarias. Es la vida diaria de dos vecinos con diferentes lenguas, raíces culturales y valores. Con amplias diferencias en su organización social, aunque siempre con nacionales y binacionales relacionados e interdependientes.

En la frontera se cuenta con orgullo, por ejemplo, que siendo el General Lázaro Cárdenas Secretario de Guerra en la Presidencia de Avila Camacho, en plena Segunda Guerra Mundial, después del ataque a Pearl Harbor, los vecinos del norte insistieron en instalar radares ultramodernos en la Baja California y desde luego aprovechar, recordando 1846, con fines aviesos, jamás sacar a su ejército y apropiarse de la estratégica península. Pues bien, se dice con orgullo que el General trajo del Poli a estudiantes ingenieros y a sus maestros, a quienes después de rapar con corte militar los enfundó en uniformes del H. Ejército Mexicano. A los representantes gringos los convenció de que sería mejor para todos no distraer tropas de otros frentes belicosos y sólo enviar a los instructores a México.

Les dijo algo así: miren ustedes, acá tenemos técnicos en radio comunicación de primera y podemos coordinar cualquier movimiento o intento de ataque por parte del Eje. En tanto, ustedes no tienen por qué distraer aquí valiosas tropas.

En efecto, se instalaron un par de radares ultramodernos, las tropas invasoras nunca entraron al diezmado territorio mexicano y el Poli se cubrió de gloria, esa institución educativa creada durante su mismo gobierno.

En otro tiempo reciente, aprendices itamitas se arrodillaron frente al Imperio y temerosos hicieron que el presidente Peña recibiera en Los Pinos a quien insulta y denigra a los mexicanos reiteradamente, ayudando incluso, ¿involuntariamente? a su victoria. El canciller aprendiz y amigo del yerno entonces en ascenso, se cubrió de ignominia.

Así vemos como nuestra historia está hecha de episodios extraordinarios y otros deleznables errores o traiciones. Como cuando Santa Anna después de la batalla de El Álamo, se durmió, o como en San Juan Bautista (hoy Villahermosa), Tabasco, donde se derrotó al enemigo.

Así, de salto en salto, llegamos al rescate de nuestra economía gracias la dupla Clinton-Zedillo en 1995, cuando las magras arcas nacionales recibieron los préstamos necesarios para evitar el naufragio anunciado. Y luego el Fobaproa que todavía pagamos. La alternancia y las calificaciones internacionales y los programas y recomendaciones del Fondo, incluidas privatizaciones y reformas estructurales.

Con esta historia, el primer domingo de julio serán las elecciones más reñidas y complicadas de nuestra historia moderna, se dice, se ve, se siente que los rusos y los gringos podrían estar ya presentes, cada uno, apoyando a su candidato o candidata, a sus cercanos intereses y con herramientas tecnológicas de última generación.

¿Y los mexicanos? ¿Por quiénes vamos a votar?

¿Estará el INE a la altura de su responsabilidad histórica? Muchos lo deseamos. Ojalá, crucemos los dedos, mucho está en juego.

Y aunque hoy el INE esté enredado en un juego de contradicciones, también está el Tribunal Electoral, para apoyar y apuntalar, para enmendar, corregir y subrayar la certeza.

De lo contrario, de resultar otro fiasco, de plano propongo que las próximas elecciones mejor las organicemos con ayuda de los extranjeros interesados, vía una abierta intervención competitiva con asignación directa al mejor postor.

En ese caso, habrá que evaluar, la intervención directa con la experiencia de la cuarta reelección del continuismo de Putin frente a la elección por mayoría de votos electorales, aunque no del número total de votos ciudadanos, de la elección estadounidense de un prepotente y discriminador, acusado de millonarios negocios particulares y abuso de poder.

Lo que sea, millones amaneceremos el día 2 comprometidos a construir un mejor país.

#LFMOpinión
#Intervencinismo
#EstadosUnidos
#RelaciónBilateral
#Itamitas
#Elecciones