PROHIBIDO PROHIBIR

Ticket to paradise

Ticket to paradise

Foto Copyright: lfmopinion.com

Sub América.

En él Génesis, el paraíso es el jardín del Edén, donde la primera pareja humana vive libre de enfermedades, de la muerte y, desde luego, sin pecados.

En la busca de la reconstrucción del paraíso en la Tierra, así se llaman, por ejemplo, bares, restaurantes, casas non santas, suburbios en Texas, hoteles en Acapulco y otros lugares de playa, algunas bibliotecas, escuelas, jardines de niños, hospitales, centros de desintoxicación y cementerios.

Son lugares idílicos donde se aspira a pasar un buen rato, largo o corto, en condiciones óptimas. Y mejor bien acompañado, cuando se puede.

Muchos aspiran, una vez que se termina la vida y se entregan los tenis, poder llegar al verdadero Paraíso para toda la eternidad,

En este mismo sistema de organización por hacer un mejor lugar vital en Latinoamérica, hemos enviado a Roma, o más bien, al Vaticano, millones de peticiones, plegarias, donativos, limosnas, jóvenes y otros recursos para solicitar alternativas de mejor calidad de vida, sin embargo, no ha sido suficiente; parece que debemos convencernos que lo que no hagamos por nosotros mismos, nadie lo hará. Parece, además, que en términos religiosos y comparativamente, las iglesias protestantes y evangélicas tienen más influencia con quien manda. Latinoamérica ha vivido desde la Independencia bajo la influencia, el dominio y el poderío yanqui.

Eduardo Galeano, del Uruguay, en un texto magnífico sobre este asunto, "Las venas abiertas de América Latina", escribió: "La derecha tiene razón cuando se identifica a sí misma con la tranquilidad y el orden; es el orden, en efecto, de la cotidiana humillación de las mayorías, pero orden al fin, La tranquilidad de que la injusticia sigue siendo injusta y el hambre hambrienta."

"Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos, nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación. Es América Latina, la región de las venas abiertas". Donde, en efecto, la mayoría de sus habitantes viven muy lejos del paraíso. Recuérdese: desde la proclamación de la llamada Doctrina Monroe, América ha sido, efectivamente, para los americanos.

En este marco, es pertinente hacer un breve recorrido por nuestra América.

Hoy con Macri de presidente, Argentina es un desastre.

Llegamos de Río de Janeiro, por Varig, retrasados a Buenos Aires, como de costumbre, en nuestra región los atrasos son constantes.

Gracias a mi amigo Pepe, nos hospedamos en un hotel frente a la Plaza de San Martín, por ser muy noche apenas nos respetaron la reservación, nos asignaron un cuarto lejanísimo y sin buena vista, Entonces mi mujer, dijo: "oiga usted, hemos viajado 8 mil kilómetros para tener un cuarto viendo a la plaza, frente a San Martín, además estamos celebrando la continuación de nuestra luna de miel, aunque ya tenemos 3 hijos."

El encargado del mostrador se rio: Sí señora, dijo, "tendrá usted el cuarto que quiere, ¿le parece bien una suite?"
Al día siguiente la administración envío a nuestra habitación una canasta de frutas y una botella de Malbec.

Compré en la Boca una acuarela que aún conservo, junto con el grato recuerdo de haber oído esa tarde cantar en el teatro a Susana Rinaldi, mientras mi mujer conmovida me sonría.

- ¡Quedémonos! a vivir aquí dijo. La besé pensando que estaba a las puertas del paraíso.

En mi mínima biblioteca aún atesoro un par de libros queridos de Borges y Onetti, comprados en alguna librería de la Recoleta.

Pues bien, hoy la pobreza en este querido país, también de Messi, ha crecido sensiblemente. La administración actual resultó un fracaso y nuevas elecciones serán a fines de octubre. Los peronistas con Cristina de vicepresidenta en la boleta, tienen buenas posibilidades de regresar. La devaluación ha sido hasta 60 por un dólar, la inflación de tres dígitos, crecimiento negativo.

Hoy con Bolsonaro, Brasil es otro desastre.

Este país gigante, inagotablemente bello y rítmico, sufre también. La pobreza y las diferencias han crecido. Las favelas están cubiertas de droga, carencias y abusos. La inseguridad es creciente y los militares parecen testigos y cómplices.

Lula sigue en la cárcel. Los datos señalan crecimiento negativo, inflación, devaluación de la moneda, destrozos en la Amazonía para favorecer la explotación indiscriminada de recursos naturales e instalación de empresas extranjeras.

Visité Río de Janeiro, ciudad maravillosa, que es como Disneylandia para los adultos, aunque la inseguridad y violencia agobian.

Ahí fui, en representación de la banca de desarrollo mexicana (cuando no era pecado viajar con viáticos). Se trató de una reunión de financiamiento para municipios y equipamiento urbano. Eficiencia y control, decían los del Banco Mundial. En ese tiempo yo recitaba el 115 constitucional y trataba de promover su contenido ante la invasión de itamitas, mucho más programáticos para apoyar sólo proyectos rentables, aunque no necesariamente útiles en los pobres municipios del país.

El viaje fue después del temblor del 85, cuando las venas abiertas supuraron.

Me tocó presentar el proyecto mexicano después del representante de los EUA, quien aprovechó el ambiente para subrayar que lamentaba mucho la tragedia en México, "pero que ya su país, había enviado ayuda y estaba salvando vidas y apoyando la reconstrucción con donativos y otros financiamientos."

Cuando llegó mi turno tuve que referirme al sismo y a sus consecuencias. Agradecí las muestras de apoyo y simpatía de la comunidad internacional y subrayé que esta situación era otra lamentable prueba, que superaríamos porque Latinoamérica a lo largo de su historia ha aprendido a vivir en permanente crisis. Como en aquel tiempo era yo más optimista que hoy, agregué con certeza: la situación es grave, pero nos hemos enfrentado con éxito a mucho más graves problemas que este temblor.

No sé si lo dije con tal pasión o convicción que me aplaudieron de pie los delegados. Al salir del centro de convenciones me esperaba un grupo de estudiantes que queriendo platicar conmigo me invitaron un(a) ‘chop’ helada en el café "La Chica de Ipanema" en la Rua Vinicius de Moraes.

¿Que está pasando hoy? Háganos un recuento rápido, con datos del año pasado.

Argentina, es un desastre. Brasil es un desastre. En Ecuador hay manifestaciones y descontento generalizado por el alza de precios a combustibles y crecimiento negativo. En Perú, hay crisis entre el Ejecutivo y los otros poderes de la Unión, aunque el país logró un crecimiento del 4% anual. En Bolivia, otra vez, Evo Morales quiere reelegirse… por cuarta ocasión. Venezuela es un gran desastre con crecimiento negativo de más de 16%, hiperinflación, macro devaluaciones, salida de capitales, migración creciente. Serios problemas de pobreza hay en Guatemala, Honduras y El Salvador. También en Nicaragua con Daniel Ortega, alias Somozita. En Cuba sigue el inaudito y desprestigiado bloqueo, aunque por fortuna con sobresalientes calificaciones en alimentación, salud y deportes. En Haití hay pobreza extrema y los migrantes del Caribe han hecho en Tijuana el pequeño Haití, procurando mejores condiciones de vida, aunque insuficientes aún.

Sólo en Chile, Costa Rica, México y Uruguay, tal vez en Colombia y Panamá se vislumbra un poco mejor horizonte, aunque aún el paraíso no esté claramente a la vista, ni sea tangible para todos.

Los nubarrones provocados por la estulticia y arrogancia del insolente Mr. Trump serán más estridentes y peligrosos conforme avance su campaña de reelección, a pesar de que el yerno condecorado esté a su lado y presuma el Águila Azteca que protege a Videgaray ¿y también a Peña?




#LFMOpinion
#ProhibidoProhibir
#Paradise
#AmericaLatina
#Trump
#Argentina
#Brasil
#Videgaray
#Somozita


Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

Sigueme en: