PROHIBIDO PROHIBIR

Por qué votaré por el famoso Peje

Por qué votaré por el famoso Peje

Foto Copyright: lfmopinion.com

Es obvio que es necesario un cambio de gobierno

Hoy en día, el país vive una crisis de incapacidad por padecer un gobierno federal extremadamente inepto. Pocas veces en la historia reciente el hartazgo contra la actuación diaria de las autoridades ha sido tan notorio. La corrupción, la violencia y en general los rezagos sociales y económicos se expresan en crecientes manifestaciones de muerte y cinismo.

Cuando parecía que habíamos llegado al limite de la estulticia gubernamental, estalla un nuevo escándalo, adonde se le rasque aparecen nuevos negocios privados con recursos públicos.

Es obvio que es necesario un cambio de gobierno, se que López Obrador tiene un buen plan y que es un admirable luchador social, incansable, que conoce el país como pocos y que no es, para nada, un político nylon como a mi parecer lo son Meade y Anaya.

El Peje tiene las cualidades que se requieren: persistencia y resistencia. Yo en cambio jamás votaría por el candidato Meade, hijo putativo de Videgaray, un canciller aprendiz que ha hecho mucho daño al país. Reconozco sin embargo, que Meade tiene cualidades de tecnócrata y a pesar de Juana, su naíf buena voluntad va más allá de su capacidad. Sin embargo, es testigo responsable, cuando menos, de desvío de recursos en la estafa maestra, Odebrecht y otros fraudes. No se puede limpiar la cara ni con legía. No se puede descartar sin embargo, que de plantearse un gran fraude, pudieran darle la victoria, ya que la maquinaria priísta es todavía un maquinón huachicolero y de narco bandas; baste ver al líder epónimo del sindicato petrolero, por ejemplo. Y a otros amplios sectores del invencible con gran influencia y recursos infinitos. A Meade lo han apoyado los medios sin ningún recato, las plumas de alquiler, los conductores de la mayoría de los noticieros, todos los días, lo cubren de alabanzas exageradas, mientras el Peje recibe en cambio denostaciones y mala leche, que en realidad lo fortalecen, por el efecto bumerán del propio hartazgo social y porque muchos voceros priístas, aún encubiertos, no tienen ya credibilidad alguna. Su desprestigio es inmenso, de la mano de la inepcia gubernamental. El caso de Alemán ya es clásico.

Por su parte, Anaya es un muy articulado copista, mentiroso y poliglota. Tan cambiante como una veleta, yo no le creo nada. Para mí no es ni auténtico con su permanente sonrisa de plástico ni tampoco confiable como lo demuestran sus transas, traiciones y enemigos panistas y sus negocios de naves industriales. Ha copiado varios programas populares de Morena sin ningún recato, aunque entiendo que en tiempos de campañas cualquier promesa se asume como propia y así se trata de vender. Además, jamás votaría yo por un candidato que tiene a su lado al llamado exjefe Diego Fernández de Cevallos que es icono de negocios y ganancias en su favor y contra los intereses que representó como legislador. Otra muestra de la inmoralidad panista. Y a su lado está la morralla del PRD o lo que queda de él con Alejandra Barrales que ya se conoce bien quién es y el inefable Mancera que por una senaduría pluri chiapaneca vendió la primogenitura, aunque sigan intactos sus negocios de movilidad.

Reconozco las cualidades de Anaya, aunque creo que no son suficientes para afrontar el momento actual de crisis. Tampoco cuenta con experiencia suficiente en la gobernanza, me da la impresión que el presidente Peña se lo comió de un bocado, en su diferendo público que le quitó apoyos económicos importantes y hasta el saludo de grupos de poder.

No me gusta de Morena su asociación con el PES, tampoco algunos impresentables nuevos integrantes. Sin embargo, creo que son mejores los buenos que los malos y que sin duda, es representación de un corte longitudinal de nuestra sociedad, con más cualidades que defectos. Ahí está Tatiana, por ejemplo.

Votaré por López Obrador, porque estoy seguro que es el mejor de los candidatos, el que puede dirigir el cambio que el país requiere, con más eficiencia y calicatencia. También porque es el único que tiene la capacidad y las agallas para negociar con el twittero bipolar. A López Obrador no le asusta repetir y repetir lo que tiene que decir y persigue encarnizadamente objetivos y metas. No tiene miedo de decir las cosas por su nombre. Mientras que Meade se refiere a la depreciación del peso, el Peje habla de devaluación. Mientras que Anaya habla de cambio ordenado, el Peje habla con insistencia de la necesidad de acabar con la corrupción y la violencia.

Votaré por López Obrador porque sus críticos oficiales me han convencido de apoyarle con tantas mentiras vulgares repetidas como Manuelovich, Chavez, el peligro para México, el que algunos empresarios digan que lo odian y que acabará con la iniciativa privada, etc.

Sé en cambio, que su amor a México le hará ser un gobernante ejemplar sin cochupos ni fraudes y que México merece ya un buen gobierno.

Por último he de subrayar que votaré por el Peje por emoción, porque creo que se puede mejorar y no sólo en beneficio de unos cuantos. Porque creo en su proyecto y porque se me da la gana.

#LFMOpinion
#ElFamosoPeje
#Elecciones





Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

Sigueme en: