Los menores migrantes detenidos y la pedofilia en Estados Unidos

En el 2015 el joven Joel Davis activista fundador de Youth to End Sexual Violence y miembro del comité de la International Campaign to Stop Rape and Gender Violence in Conflict, institución que coordina a más de cinco mil expertos y organizaciones menores a nivel mundial, fue nominado para el premio Nobel de la Paz por su trabajo para combatir la violencia sexual, particularmente la que afecta a menores de edad.

Finalmente el premio se lo llevarían los arquitectos de la nueva democracia tunecina, pero el prestigio de Joel como uno de los líderes en la batalla contra el abuso infantil ya había quedado establecido a sus apenas 19 años.

Joel ha viajado por todo el mundo, a veces acompañado de otros activistas de alto perfil como Angelina Jolie, y ha aparecido en infinidad de paneles sobre el tema del abuso infantil. Incluso, en abril de este año participó en el prestigiado coloquio TED Talks cuando éste se presentó en la Universidad de Colombia, donde Joel, ahora de 22 años, es estudiante. También fue por un tiempo embajador de la juventud para las Naciones Unidas en tema de la violencia sexual en conflictos armados.

El pasado martes, sin embargo, la policía de Nueva York arrestó al joven activista por cargos de posesión de pornografía infantil, de incitar a un menor a tener relaciones sexuales con él y de intentar abusar a otro.

Desde el mes de mayo agentes encubiertos entraron en contacto con un usuario que se hacía llamar "yngperv22″ (joven pervertido 22) en un sitio web del cual habían recibido quejas de que allí se dejaban anuncios solicitando sexo con menores. El FBI tendió una trampa y publicó un anuncio que leía: "Buscando a otros pervertidos sin límites TABOO en el área de Washington DC. Papá Bisexual." A lo que "yngperv22″ respondió "Necesito bajar y ver a tus hijos por una noche" añadiendo una carita feliz. Después intercambiaron teléfonos y Joel empezó, sin saberlo, a textear directamente con los agentes encubiertos.

En sus mensajes el joven activista confesó sentirse atraído por niños y niñas incluso menores a un año de edad. Dijo que en el pasado había tenido experiencias sexuales con un niño de 9 meses, una niña de 6 años, un niño de 7 y otro de 13. También les mandó imágenes de adultos abusando niños y bebes, y prometió tener cientos de imágenes más en su colección.

Al mismo tiempo intentó convencer a los agentes encubiertos para que le permitieran tener encuentros sexuales con los supuestos hijos de 9 y 2 años de su personaje, el "papa bisexual," insistiendo que le bastaba con unos minutos de video llamada con la bebe.

Tras su arresto, Davies aceptó ser culpable de todos los cargos imputados en su contra. Este espeluznante traspie al combate del abuso infantil se suma a la decisión del pasado 20 de junio del Vaticano de separar definitivamente del ministerio al ex arzobispo de Washington DC, el cardenal Theodore McCarrick, por encontrar creíbles las acusaciones de abuso infantil en su contra.

Al igual que Joel Davies, que vivía una doble vida, por un lado pretendiendo ser líder de la lucha contra el abuso infantil y por el otro siendo él mismo un temible predador sexual, el Cardenal, según reporta el Washington Post, fue durante muchos años quien determinó la manera en que la iglesia manejó la crisis de abuso sexual y pedofilia en Estados Unidos y al mismo tiempo las acusaciones en su contra lo implican en casos de abuso desde los años 70 del siglo pasado. Ambos personajes parecen sacados de la novela de los 120 días de Sodoma del Marques de Sade.

Estados Unidos es el país líder a nivel mundial en menores desaparecidos anualmente con más de 460 mil en promedio. En este contexto son verdaderamente aterradoras las imágenes que vimos la semana pasada de las niñas migrantes separadas de su familia siendo trasladadas de un supuesto centro de detención a otro en la ciudad de Nueva York entre la una y las 3 de la mañana, por personas sin uniforme ni identificación y en automóviles no oficiales.

Más alarmante es que a pesar de las demandas del alcalde Bill de Blasio para que se informe exactamente cuántos niños migrantes y en qué condiciones se encuentran en su ciudad, y también a pesar de la orden ejecutiva para dar marcha atrás a la separación de familias, aún nadie ha dado una explicación sobre la extraña hora y manera en la que estaban siendo trasladadas las menores ni se ha revelado su paradero e identidad. De hecho, según un reportaje de Democracy Now las asociaciones civiles que están apoyando a los migrantes detenidos a encontrar a sus hijos han tenido muy poco éxito y el paradero específico de la mayoría de los niños sigue siendo un secreto que el gobierno federal se niega a revelar.

Por otro lado, Aura Bogado del periódico Reveal de Nueva Orleans reportó que muchos de los centros de detención a donde el gobierno de Trump está mandando a los niños migrantes tienen una larga historia de investigaciones y convicciones en su contra por cargos de abuso sexual, pornografía infantil y por inyectar por la fuerza a menores con psicotrópicos.

La situación es preocupante teniendo en mente las recientes revelaciones sobre el verdadero carácter de Joel Davis y el Cardenal McCarrick. No podemos más que preguntarnos cuántas otras posiciones de poder, que en teoría están para proteger a las víctimas de abuso sexual, están tomadas por los mismos predadores a los que se pretende combatir.

Posdata. En estos últimos días un opositor fue echado de un evento de Trump por increparlo enérgicamente sobre su política para con los niños migrantes y por levantar una foto del ahora presidente y el notorio millonario y pedófilo registrado Jeffrey Epstein, dueño del infame Lolita Express y también amigo cercano de los Clinton y el Príncipe Andrés de York.


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