3 razones del por qué las mujeres jóvenes buscan hombres maduros.

Hace unos día me topé con la noticia del próximo matrimonio de una sobrina de 23 años con un hombre viudo de 48 años y con dos hijos universitarios. Me llamó tanto la atención, que decidí estudiar el hecho más a fondo. Aquí el resultado de mis indagaciones.

1) Muchas mujeres nacidas después de los 80s, han resultado muy inquietas, inteligentes, exploradoras del mundo, universitarias y con posgrados. Sus primeros amores han sido frustrados por hombres inmaduros, torpes, insensibles, inseguros y que no saben lo que quieren. Además con una sexualidad muy explosiva y egoísta.

Su inteligencia emocional y capacidad de vivir las ha llevado a niveles más elevados de bienestar y calidad de vida que los hombres de su misma generación. Incluso sus padres y hermanos mayores se han quedado estancados y no progresan ni se actualizan a las nuevas propuestas de vida. Como es la libertad de viajar, hacer ejercicio y comer sano, por ejemplo.

Son viajeras incansables que incluso ya han vivido en diversas ciudades y han descubierto otras maneras de ser, de vivir y de pensar. Son cosmopolitas y gozan de las nuevas y variadas propuestas culturales.

Se han liberado de los atavismos moralistas y se han sacudido muchas tradiciones y costumbres de sus familias y ciudades. Es más, las cuestionan y debaten con particular entusiasmo. Lo que las lleva a buscar nuevas formas de vivir y a reconstruir su visión de qué está bien o mal. Ya han comenzado a dejar de importarles lo que los demás piensen de ellas.

2) Ante un vacío generacional y hasta cierto punto molestas y en ocasiones frustradas por no encontrar al hombre que necesitan. Un buen día voltean a ver a un hombre mayor, que les atrae y deciden romper los prejuicios y se dan la oportunidad de acercarse a él y tratarlo. Y de inmediato descubren que no es una mera atracción física, sino que su seguridad, experiencia, estabilidad y cierta sabiduría es realmente envolvente. Y entonces comienzan a experimentar una sensación muy positiva y agradable, que no habían vivido, y deciden dejarse fluir, lo que regularmente las lleva a enamorarse de una manera nueva y excitante.

Al gozar de sus primeros besos y experiencias intimas con un hombre maduro, también descubren un sexo tan especial que las lleva a experimentar sensaciones y orgasmos nunca antes conocidos. Desde luego, que esto también depende de la experiencia y madures sexual del varón. Pero es comprensible que una persona mayor también se sienta más excitado y atraído por una jovencita fogosa y deseosa de descubrir nuevas experiencias.

Además ya no se sienten atrapadas en la posesividad y los celos, de muchos hombres inmaduros que aun no han descubierto que las mujeres aman más y mejor, cuando se sienten libres, seguras y comprendidas.

Al lado de un hombre maduro y estable económicamente, ya sueltan la preocupación por el dinero, ya pueden trabajar y producir lo que les gusta y ya no por necesidad o por presión de la pareja. Además pueden ganar más que él y saben que ya no le preocupa al otro, ya ni es un tema de competencia.

Al lado de un hombre de más experiencia, descubren que en el día a día, se aprende algo de él y que es una persona con cierta sabiduría y una conversación interesante y profunda, muy distinta a la que se practica con los hombres de su generación.

3) En el siglo pasado si habían muchas jóvenes que se veían obligadas a casar con hombres maduros y hasta ancianos, llegando a tener que dejar al hombre que amaban, por obedecer las instrucciones de sus padres. No eran decisiones libres ni agradables, llegaban a ser dolorosas y tortuosa. Acababan siendo administradoras, sirvientas y objetos de placer.

Cuando se liberaron las mujeres del siglo pasado de esas ataduras, las mujeres en este siglo han decidido ejercer ahora su libertad de estar con el hombre que se les venga en gana. Ya sin obligaciones ni prejuicios, pueden voltear a ver a mayores o a menores, y elegir al que más les agrade y convenga.

Incluso se han sacudido la consigna de Freud del complejo de Edipo, es decir del enamoramiento de la hija con el padre. Y esa referencia ya no les perturba ni agobia. El estar con un hombre mucho mayor, que puede parecer su padre, dejo de ser un problema intrapsíquico que genere angustia. Y han podido poner, a su papá y a su pareja, cada uno en su lugar, es decir no ven en su elección a la sustitución de un padre ni están buscando uno nuevo. Realmente quieren un hombre de verdad. Y si se necesitaban los años encima, con canas y experiencia, pues mejor. Los hombres, como los buenos vinos maduros y reposados son más exquisitos.

Bueno esta es mi versión. Así que veremos más jovencitas felices con un hombre maduro, que también estará encantado con ella.



#LFMOpinion
#MujerJoven
#HombreMaduro
#Seguridad
#Estabilidad
#Amor
#Libertad
#Posesion