SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL

HISTORIA, CULTURA Y LA SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL. Parte I.

HISTORIA, CULTURA Y LA SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL. Parte I.

El término CULTURA viene del latín "cultus" que significa "el cultivo del espíritu humano". Tiene relación con las facultades intelectuales del individuo. De alguna manera la cultura se ha asociado con el progreso de las sociedades, como la base de las civilizaciones en donde el orden y la paz pública son un principio y una constante.

El Diccionario de la Real Academia Española publica que la cultura es:
1. Cultivo.
2. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
3. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

Para asociar a la cultura con la Sustentabilidad Individual, es conveniente que como personas e individuos aspiremos a cultivarnos, a fortalecer y ampliar nuestra cultura, para hacer frente a los desafíos que están presentes en nuestra esfera individual, en nuestra comunidad y país y en el mundo entero.

Sin cultura no existe el futuro promisorio; y menos la posibilidad de conciencia para salir avante en tiempos de complejidad y dificultad histórica.

- ¡Y qué pena, cuando, siendo mexicanos y teniendo un país tan basto en cultura, ni siquiera lo podamos valorar! -


Sin duda que el elemento clave para crear, impulsar, fomentar y expandir nuestra cultura, es recurrir con frecuencia a nuestra historia. Remitirnos a ella debiese ser una costumbre.

La historia de México es rica en sucesos concatenados que explican nuestras vidas, a nosotros mismos; y también lo es en hechos trascendentales que han moldeado y cambiado al mundo. En nuestro país se verificaron muchas "primeras cosas" en el continente americano. Nuestro país llevó al mundo muchas otras también "primeras." Las civilizaciones prehispánicas generaron una plataforma de conocimientos, tradiciones, experiencias y pensamientos que continúan dándole sentido especial a la cultura mexicana y a la raza humana. Y yendo más allá, seamos claros, que el mundo entero no se podría entender como es, sin las aportaciones, contribuciones y logros de nuestra Patria.

La historia además nos fija términos de referencia generales y hasta parámetros para que, en el transcurso de nuestra vida y de nuestro tiempo, evitemos repetir los errores que ya han impactado el ámbito político, económico, social, educativo y ambiental, así como en nuestra esfera individual y familiar. No obstante y como aquella frase antigua dicta: "el ser humano es el único animal que comete el mismo error dos o más veces."

La historia, de conocerla cada cuál, podría convertirse en una herramienta sumamente poderosa para enfrentar los riesgos, problemas, desgastes, complejidades y adversidades en la vida – por evaluarla en un plano de plano ordinario.

Observemos el nivel de desarticulación que guarda nuestra época con la historia, al grado de constatar que en la mayoría de los gobiernos, gabinetes de administración pública, consejos empresariales, comités obreros, campesinos y sociales en general (además de muchos otros cuerpos de alta dirección, de mando o gerenciales), no existe un grupo asesor que nos refiera a la historia o a hechos históricos concretos. No conocemos nuestro pasado.

En la civilización moderna somos desentendidos de la historia y por lo tanto omisos en conocimiento. Olvidamos el pasado, tapamos el ayer, escondemos los antecedentes, como si ello nos provocara vergüenza o arrepentimiento, cuando debiese ser todo lo contrario. Aquella persona, familia, colectividad, sociedad y nación que ve a su pasado, logra evolucionar. Porque el presente lo hacemos por el ayer, y el mañana por el resultado del día a día de nuestras vidas, de nuestra propia historia. Y como raza humana, de la Historia Universal entera.

Ciertamente, a lo largo de la historia, se registraron eventos suficientes de poca sensibilidad y solidaridad hacia los demás, que generaron desorden, conflictos, opresión, injusticia, guerras. Pero debido a esto es que, el recurrir a la historia, debiese ser una práctica de sobrevivencia social y de evolución humana, constante y consistente, congruente y responsable. Pues como queda claro, no debemos caer en todo aquello que ha generado tiempos grises y difíciles para la humanidad.

Y así, aceptemos que, uno de los primeros pasos para encaminarnos a la Sustentabilidad Individual es regresar a nuestra historia, entenderla, asumirla, y luego, aprovechar nuestra cultura nacional, para fortalecerla, para impregnarla con ese toque individual, familiar y grupal que todos, como mexicanos, podemos darle: para que sea más sólida, más auténtica, más mexicana.

La Sustentabilidad Individual pues, no existe sin historia ni cultura.

"La libertad, para realizarse, debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. No le hacen falta alas sino raíces."

- Octavio Paz –


Hugo Rodriguez B.

Hugo Rodriguez B.

Nací en Tlalpan, Distrito Federal y cursé tres licenciaturas: en Comunicación, en Derecho y en Economía. La Maestría en Administración y el Doctorado en Ciencias. Adicional a mis actividades académicas, destaqué en los ámbitos deportivo y profesional. Deportivamente, ascendí en dos ocasiones al Monte Everest y soy el único ser humano que sobrevivió una noche en las inmediaciones de la cumbre sin oxígeno, tienda de campaña ni sleeping bag, situación de sobrevivencia que me fortaleció en disciplina y determinación para lograr todo lo que me he propuesto en la vida. Adicionalmente crucé a nado en dos ocasiones el Canal de la Mancha. Además tengo el récord mundial de larga distancia en nado de mariposa de 70 kilómetros de Cozumel a Cancún. Fui galardonado con el Premio Nacional del Deporte en 1986 y el Deportista del Siglo en el año 2000 (con 55 deportistas más de diversas disciplinas). He sido considerado como uno de los deportistas de extremo y alta resistencia más destacados del mundo.

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