EL IFE A LA DISTANCIA

Ceguera institucional

Ceguera institucional

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A Rubén Lara, a su adversidad

Coincido con Mauricio Merino. El IFE sufre, entre otras cosas, de "ceguera institucional". Dice el Consejero: "quien está dentro de una institución a veces deja de ver sus problemas de comunicación, de coordinación, de mando en sus diversas redes". Un ejemplo de ello surgió en la última sesión del Consejo General en términos de jerarquía y líneas de mando. En palabras del representante del PRD, "un órgano inferior no puede conocer de decisiones que puede tomar un superior, que en este caso serían los Consejeros Electorales (órgano superior) en relación con la Junta General Ejecutiva (órgano inferior). (…) Obviamente
—concluyó— los Consejeros Electorales son superiores jerárquicos a la Junta General Ejecutiva". En su apreciación lo acompañó el Senador panista Castro: (en el punto de discusión) "la Junta General Ejecutiva tendría facultades para poder rechazar decisiones de órganos de mayor jerarquía (Consejeros Electorales)".

En el mismo orden de ideas el Consejero Zebadúa aseveró que las comisiones de Consejeros son los órganos jerárquicamente superiores a la Junta General Ejecutiva. Por su parte el Consejero Molinar señaló que un "acuerdo" de Comisión "no podría ser sometido a la aprobación de la Junta General Ejecutiva (...) no tendrían (sus miembros) la facultad ni la autoridad para sancionar (a) un órgano superior. Eso - finalizó- creo que ha quedado claro".

Que me disculpen, pero aquí no hay nada claro. Hay confusión y "ceguera institucional". ¿Existe en la Ley un órgano electoral denominado "Consejeros Electorales"? No. Los Consejeros Electorales en su conjunto o en lo individual no constituyen per se ningún órgano electoral. Son parte integrante, sí, del órgano superior de dirección del IFE. No existe en el COFIPE ninguna referencia ni atribución legal a un órgano denominado "Consejeros Electorales" o "Consejero Electoral".

¿Son los Consejeros Electorales, conjunta o individualmente considerados, superiores jerárquicos de la Junta General Ejecutiva? No. Los Consejeros Electorales, como tales, son superiores jerárquicos únicamente de sus asesores, secretarias y choferes. Hasta allí llega su línea de mando. El Consejo, en tanto órgano colegiado, es superior a la Junta; ellos, por cuanto miembros del Consejo, no. ¿Puede un miembro del Consejo de Administración de un Banco ordenar a un gerente de sucursal sobre un crédito? ¿Puede un accionista, por esa sola calidad, instruir directamente a un gerente de producción? ¿El hecho de integrar un órgano jerárquicamente superior delega en sus miembros, individualmente considerados, líneas de mando sobre toda la estructura? Si la Constitución dispone que todos los actos y resoluciones de autoridad electoral sean impugnables, ¿por qué no existe un recurso contra actos y resoluciones de los "Consejeros Electorales"? Porque como tales no son autoridad, y sus actos y resoluciones carecen de efectos jurídicos.

¿Las comisiones del Consejo son órganos jerárquicos superiores de la Junta General Ejecutiva? No. Las comisiones son instrumentos del Consejo, pero no lo pueden sustituir. Salvo la Comisión de Fiscalización, regulada en el artículo 49-A del COFIPE, las demás comisiones sólo tienen atribuciones para presentar al Consejo informes, dictámenes o proyectos de resolución en los asuntos "que se les encomienden".

¿Pueden dictar las comisiones o, peor aún, el supuesto órgano electoral "Consejeros Electorales", acuerdos vinculatorios para la Junta General Ejecutiva o cualquier otro órgano electoral? No. Las primeras sólo pueden someter proyectos de resolución al Consejo, el segundo no existe. Los Consejeros no pueden decidir, por sobre la Junta General Ejecutiva, acerca de estudios, investigaciones o cualquier otro programa general del Instituto. Al Consejo General -ojo, no Consejeros Electorales o comisiones- le corresponde "fijar las políticas y los programas generales del Instituto a propuesta de la Junta General Ejecutiva"; a ésta le toca "proponer al Consejo General las políticas y los programas generales del Instituto". O séase: que entre el Consejo y la Junta no existe, ni puede existir, ningún ente intermedio.

¿Puede el supuesto órgano electoral "Consejeros Electorales" decidir acerca de estudios e investigaciones y mandarlos a hacer? No. Carece de existencia y competencia legal para ello. ¿Pueden las comisiones de Consejeros hacerlo? No. Éstas sólo podrían proponer al Consejo, en algún asunto que éste les encomiende, la realización de ellos como parte de un dictamen, informe o proyecto de resolución.

Vayamos ahora a las fatídicas comisiones. ¿Tienen éstas superioridad jerárquica sobre las Direcciones Ejecutivas? No. Por Ley corresponde al Secretario Ejecutivo "orientar y coordinar las acciones de las Direcciones Ejecutivas". Pretender que las comisiones tengan mando sobre las Direcciones es violar la Ley e introducir en la ejecución una duplicidad de órdenes o la presencia de contraórdenes, en perjuicio de la institución. Puede llegarse a alegar, incluso, usurpación de atribuciones.

Si tanto les molesta el diseño institucional de mando vertical en el área ejecutiva, no tienen porqué culpar a Solís de "otra tradición administrativa" (¡objetividad pura!), o a Woldenberg de presidencialista autócrata, lo que tienen que hacer es promover una reforma legal.

Mientras tanto deben acatar la Ley. ¿Por qué les enfada tanto el diseño vertical de las áreas ejecutivas y tratándose de ellos se parapetan en una supuesta e inapelable superioridad jerárquica? ¿No son acaso esa superioridad y esa jerarquía —además de ideáticas— también verticales?

#LFMOpinión
#IFE
#JuntaGeneralDirectiva
#Woldenberg
#Cofipe

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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