7 CONSEJOS PARA MANEJAR UNA ADOLESCENCIA DIFICIL

En todo momento los jóvenes reaccionan muy positivo al trato amigable, respetuoso y con afecto. De igual manera son rebeldes y hasta groseros si haces lo contrario con ellos.

Veamos algunas ideas que te puedan servir de ayuda para mejorar la relación con tus hijos adolescentes.

Hay que aceptar que los adolescentes no siempre son difíciles, sino que los difíciles podemos ser los padres y maestros que complicamos las cosas innecesariamente.

1) En la adolescencia hay una mayor sensibilidad al modo en que te tratan los demás, particularmente las personas que tienen alguna autoridad. Así que lo que dices, y la manera en que lo haces, puede ser la gran diferencia en la forma en que lo tomen. Cuida tus palabras, actitudes y tonos de voz que utilizas cuando te diriges a ellos. Hacerlo de una manera suave y positiva, puede ser mucho más efectiva que cualquier otro recurso.

2) Algo que les resulta sumamente desagradable e incomodo, es que te acerques a ellos con sermones y, según tu, con palabras de sabiduría. Lo van a tomar como un regaño y reclamo más. Y por ende habrá una respuesta negativa, lo cual seguramente te puede molestar y hacer reaccionar de igual manera, y generar un ambiente de tensión que acabe en un pleito.

3) Muchos jóvenes reaccionan mejor a un diálogo razonable, para hacerles ver sus errores, y así los puedan corregir, que a los regaños y castigos que sólo suelen provocar más enojo y rebeldía.

4) No hay duda de que los castigos son efectivos, pero tienen el inconveniente de generar resentimiento y ganas de desquitarse con los papás y las autoridades. Es mejor considerar a los castigos como el último recurso y no como el primero, hay mejores maneras de querer corregir y educar a un adolescente.

5) Hay que aceptar que su más importante interés son los amigos y ya no estar en el núcleo familiar como antes. Y que estar tiempo con ellos representan gastos diarios. Por lo que nos van a pedir dinero y por ello hay que dárselos con gusto en la medida de nuestras posibilidades. El no hacerlo o quejarse, van a generar fricciones que no ayudan a la relación.

6) La necesidad de libertad y autonomía es muy fuerte e insistente, hay que comprenderlo y aprender pronto, cuáles y por qué son sus más apremiantes necesidades. Es muy recomendable no poner límites ni ejercer la autoridad, sin antes preguntar y comprender sus razones. Por lo que el diálogo, para llegar a acuerdos, es la mejor ruta para llevarse la fiesta en paz.

7) Eso de buscar hablar de temas personales con sermón incluido y quejas o preocupaciones escondidas, no funciona para ganarse la confianza. Lo que si funciona, es el trato respetuoso y una convivencia sana y frecuente. Vale la pena hablar cuando te pregunten algo, si no es mejor guardar silencio.

Si queremos que nuestros hijos estén bien y felices se los tenemos que enseñar con el ejemplo.



#LFMOpinion
#Adolescente
#Respeto
#Dialogo
#Adolecer