LA NAVE VA

Cavilación de otoño

Cavilación de otoño

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Democracia universitaria

Se impone discutir la democracia. Esta vez, no nuestra inestable y turbulenta democracia política cuyos ríos van a dar a la mar que es el Estado en peligro de extinción, sino la democracia universitaria, la república de los filósofos donde debe imperar la sabiduría como tasa y medida de las decisiones institucionales. No porque los designados sean necesariamente sabios sino porque el proceso selectivo es un destilado de la academia representativo de la sabiduría colectiva que pone en acto la idea de que ahí donde se educa a la juventud, se cultiva la ciencia y se difunde la cultura deben gobernar quienes protagonizan, en sus múltiples y polifacéticos sentidos y en sus diferentes niveles, el conocimiento, la enseñanza y el aprendizaje. Y así germine la autonomía cuyo ejercicio no puede ser si no democrático. Una democracia que más que cantidades reclama calidad. Parafraseando la célebre Crítica del Programa de Gotha: de cada quien según su conocimiento, a cada cual según sus necesidades. El orden académico obliga a los que enseñan y enriquecen el saber, a dar la aportación decisiva a la conducción institucional que promueva el ascenso de la raza y el mejoramiento de la Patria. Democracia funcional en la que la participación de la comunidad en las decisiones institucionales fortalece la vida académica y garantiza el cumplimiento de las funciones sustantivas de la Casa de estudios. Los grandes desafíos que afrontará quien sea seleccionado por la Junta de Gobierno para desempeñar el cargo de Rector, exigen una responsabilidad probada. Como en los últimos cuatro años, no habrá lugar para la polarización artificiosa ni la improvisación oportunista.




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Raúl  Moreno Wonchee

Raúl Moreno Wonchee

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