FMI prevé que México crezca 6.2 y 4.0 por ciento en 2021 y 2022: FMI

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) creceremos 6,2% y 4% éste y el siguiente año, respectivamente.

El auge de las materias primas estimula la recuperación en la región latinoamericana, pero esparciendo desigualdad.

Latinoamérica crecerá más de lo esperado este 2021, por el veloz aumento en los precios de las materias primas y sus exportaciones, a medida que avanza la recuperación, aunque de manera desigual, por las condiciones variadas de la pandemia en la región, sostuvo este martes el FMI.

En su Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), el FMI elevó la estimación de crecimiento económico de la región en su conjunto a 6.3%, con un aumento de 0.5 puntos porcentuales respecto a la proyección anticipada emitida en julio y 1.7 puntos porcentuales por encima de los cálculos en su último informe oficial de abril.

Ello, a pesar de un ajuste a la baja para los motores económicos de México y Brasil, ambos con recortes de 0.1 porcentuales en sus estimaciones para este año en relación a las cifras de abril.

El FMI prevé ahora que Brasil crecerá en 5.2% en 2021 y 1.5% en 2022, en medio de un rápido ciclo de ajustes de condiciones monetarias para controlar su inflación.

Por su parte México, que refleja los trastornos de su principal socio comercial, Estados Unidos, habrá de expandir su economía en un 6.2% este año y 4% el próximo, con pequeñas diferencias porcentuales bajistas frente al panorama en julio, indica el informe.

Globalmente, el FMI recortó la proyección de crecimiento al 5.9% en 2021 y espera para el 2022 una expansión de 4.9%, ello ante el menor impulso de grandes economías que presentan dificultades en sus cadenas de suministros y encaran una inflación elevada, aunque las perspectivas de precios continúan ancladas con miras a mejorías en el mediano plazo.

El FMI no deja de advertir las disparidades que se siguen gestando en la recuperación económica en Latinoamérica, por disparidades en la vacunación contra el COVID-19 y en el uso de apoyos monetarios desde los bancos centrales.

"Las economías emergentes y en desarrollo, que afrontan condiciones financieras más ajustadas y mayor riesgo de desanclaje de las expectativas inflacionarias, están retirando su respaldo monetario más rápidamente a pesar de los declives importantes en producción", dice el informe.

Argentina, la tercera economía latinoamericana, verá una expansión de 7.5% este año, con un avance de 1.7 puntos porcentuales respecto a las proyecciones de abril, beneficiándose de la fuerte alza de los precios de los granos que exporta, aunque la demanda podría verse afectada por la dinámica cambiante de producción y consumo en China.

Por su parte, Colombia se expandirá este año en 7.6%, con un aumento de 2.5 puntos porcentuales frente a la estimación de abril. En 2022, el PIB de Colombia habrá de moderar su crecimiento a 3.8 por ciento.

El FMI destaca el aumento de su índice de referencia de insumos industriales, en particular el cobre, cuya demanda se fortalecerá a medida que se produzca el cambio al uso de energías más limpias, si bien la trayectoria actual sigue siendo dependiente de las compras de Asia.

Chile, como principal productor de cobre en el mundo, crecerá un 11% en 2021 y un 2.5% en el 2022, respaldado por los precios del metal básico y por el éxito de su programa de vacunación que le ha permitido la reactivación de su economía. Las expectativas para el año próximo, de todas formas, decaen por efectos externos, como la demanda de China.

Perú, aunque avanza lentamente con su vacunación, podrá ver una recuperación casi total de su PIB este año al crecer un 10%, luego de la grave recesión en la que cayó en 2020, y marcará un avance de 4.6% para el 2022, según el FMI.

Pero la actividad en 2022 se moderará, ya que la región se ve afectada por eventos globales como escaladas en las disputas comerciales, la crisis de expansión en el sector inmobiliario en China y las dudas sobre si Estados Unidos podrá lograr un acuerdo de largo plazo sobre el límite de su deuda, aspectos que podrían hacer tambalear a los mercados financieros y economías en recuperación.

Entre otros obstáculos, el FMI observa que las economías en desarrollo "tendrán presiones inflacionarias que persistirán debido a los elevados precios de los alimentos, de la energía y a una depreciación cambiaria que subirá los precios de los bienes importados".

Con información de Expansión.



Publicado en The Búnker.

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