Los seguidores del Prian y sus verdaderas mentiras.

Todos sabemos que está en juego mucho en el futuro cercano, se trata de elegir entre continuar con lo mismo: corrupción, violencia, pobreza, reverencias a Trump, mínimo crecimiento... o intentar un nuevo gobierno con el famoso Peje que ha sido atacado por 20 años y ahí va, navegando en primer lugar, y que quiere acabar o reducir en serio la corrupción, mejorar el nivel de vida de la mayoría de los mexicanos y hacer un país más igualitario, menos diferenciado.

Los seguidores del Prian se dividen básicamente en cinco grupos. Los identificados como inconscientes, a los que les vale todo lo electoral un reverendo pepino y lo que quieren es conservar sus prebendas a cualquier costo, con cualquier mentira; regularmente venden su voto y apoyan a cualquier candidato, tanto de derecha, de izquierda o del centro, según sea quien pague más. Están siempre activos en las redes sociales y muchos medios. Son de todo, un grupo variopinto, desde periodistas, diputados, senadores, pobres rurales, habitantes de cinturones de miseria, líderes de taxistas y prostitutas. Organizadores de congresos, convenciones, fiestas, promotores de concursos y demás, con tal de que sepan más o menos escribir y tengan un teléfono, una tableta, una compu, o los contraten en un call center. Tienen características singulares, propias, como anteponer siempre su propio interés, para ellos todo se vale con tal de pegarle al Peje, así sus mentiras van creciendo y su indignidad, sin rubor alguno, es cada vez más grande. Repiten como merolicos que el famoso Peje es comunista o que ahí viene el lobo de Chávez disfrazado.

Otro grupo de apoyadores del Prian, son los que llevan boleto completo y su interés no sólo es pecuniario, sino también huelen el poder para hacer negocios privados con recursos públicos, son algunos llamados intelectuales o pseudo intelectuales, dueños de muchos taxis, periodistas indignos, cochuperos y al servicio de la mafia, quienes cuestionan la propiedad de 2 o 3 departamentos del Peje, que no son de él en realidad o el reloj de Tatiana, y se olvidan convenientemente de sus propias millonarias propiedades y de sus propios relojitos. Aquí están los funcionarios y ex funcionarios con la boca llena de miel. Son dueños de concesiones y propiedades inmensas, aspiran a ser parte del 1% de quienes concentran el total de la riqueza en el país. Obebrecht, la Estafa Maestra, Higa, OHL, La Casa Blanca , la de Malinalco. Los muertos, los secuestros, en fin, la guerra, son referencias acecdóticas y lejanas para ellos. Desde luego son también repetidores de mentiras como por ejemplo que el Peje quiere sacar de la cárcel a los criminales y no se atreven a decir que se trata de liberar a pobres condenados injustamente o en exceso por falta de dinero y muchas veces carentes de apoyo jurídico.

Un tercer grupo de pripanistas mentirosos es el que conforman los ingenuos, los creídos, los que sienten un odio emotivo en las vísceras por el famoso Peje, porque viven en la comodidad y creen que la van a perder, los que en lugar de luchar por una sociedad mejor, por apoyar utopías, se ríen de quien no habla inglés, proviene de otra clase social y no habla de corridito. Este grupo es especialmente promotor de mentiras de café, de clips y vídeos en redes sociales, donde las mentiras tienen que ver no sólo con sus planes y proyectos, sino con quienes lo apoya, la chusma, el pueblo, los demás.

El cuarto grupo de apoyadores del Prian son quienes quieren que Meade o Anaya forman un frente común contra el Peje, ya que ven que tal vez así sea la única forma de evitar su victoria. No son tantos como los anteriores porque las contradicciones afloran de inmediato, sin embargo he conocido algunos bien intencionados y sinceros, en su esfuerzo por parar al Peje. Creo que entre ellos está Juana.

En el quinto grupo del círculo Prianista están Castañeda, el exjefe Diego, Nuño, Aspe, y otros parecidos y ya francamente desesperados, como los que pagaron la propaganda electoral de la cinta negra del populismo.

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