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Qué hacer cuando tienes aburrimiento

Qué hacer cuando tienes aburrimiento

Foto Copyright: lfmopinion.com

al no hacer nada provechoso caemos fácilmente en alguna adicción, hoy tan extendidas al mundo relacionado con todo tipo de pantallas, sean de un móvil o de un ordenador.

Según Bertrand Russell, el siglo XX iba a ser el inicio de tiempos de mucho ocio, porque la tecnología disminuía el esfuerzo y el trabajo cotidiano con multitud de tareas que antes obligaban a estar ocupado, como lavar la ropa, preparar los alimentos, reparaciones domésticas y largas jornadas de trabajo.

La iluminación en los hogares rompió con los ciclos relacionados con el día y la noche, ha facilitado a las últimas generaciones realizar muchas actividades durante la noche, en vez de dormir.

Desde luego que con más tiempo libre habrá que ocúpalo en algo, pues de lo contrario surgiría el terrible aburrimiento.

La visión y el pronóstico de Russell se ha cumplido, la vida actual consume muchas horas de entretenimiento, como una inmediata solución a tanto aburrimiento.

La sensación de no estar haciendo algo llega a convertirse en una fuente de estrés. Hay quien hasta llega a desesperarse y tener momentos de enojo al no encontrar en qué ocupar el tiempo libre.

Se ha perdido el sentido de estar tranquilo, sin hacer nada en particular. Simplemente observando, reflexionando, orando, meditando o de disfrutar de un momento de introspección.

Hay dos típos de personas, los que son activos y los pasivos, los primero tienden a estar haciendo algo sea lo que sea, están ocupados y prefieren aprovechar el tiempo, ya sea haciendo algo de limpieza, ordenando sus pertenencias, haciendo algo creativo o leyendo algún texto.

En cambio los pasivos no hacen nada más que consumir lo que está a su alcance. Prefieren consumir, recibir u obtener algo sin mucho esfuerzo. Por eso eligen encender el televisor y ver una serie o escuchar música o simplemente estar descansando sin hacer nada.

Los activos difícilmente se aburren, en cambio las personas pasivas fácilmente se desesperan, porque según ellos, no hay nada que hacer y como se sienten tan aburridos; luego buscan algún entretenimiento.

Entonces el reto de nuestro estilo de vida actual es buscar estar ocupados, porque de lo contrario irremediablemente llegaremos a seguir siendo consumidores pasivos de la gran industria del entretenimiento.

Tenemos que tomar consciencia de lo que hacemos con nuestra vida diaria y descubrir qué tanto estamos siendo pasivos y nos hemos convertido ya en consumidores de entretenimiento.

Dedícale un rato a revisar lo que haces durante una semana de tu vida y descubre qué tanto le dedicas a estar viviendo de manera pasiva. Desde luego, sin considerar tu vida laboral, pues sin duda ahí siempre estás haciendo algo. Por ello nos referimos a cuando ya has dejado de trabajar.

Las abuelas nos enseñaron que la "ociosidad, es la madre de todos los vicios" y qué razón tenían. Pues efectivamente al no hacer nada provechoso caemos fácilmente en alguna adicción, hoy tan extendidas al mundo relacionado con todo tipo de pantallas, sean de un móvil o de un ordenador. Pero se pierde el tiempo de una manera exagerada, pasando imágenes, videos cortos y series. Y todo esto, desperdiceando lo valioso del tiempo, en vez de realizar algo que valga más la pena.

Tomar consciencia del valor de nuestro tiempo y ocuparlo en algo más interesante y valioso. Es el primer paso para comenzar un nuevo modo de vida, en donde el aburrimiento no se convierta en el centro de lo que te motiva a tomar decisiones.

Necesitas encontrar nuevas actividades a realizar, moverte más y dedicarle tiempo a promover más tu aprendizaje en el desempeño de nuevas ocupaciones que te mantengan más atento a hacer, que a estar viviendo de una manera pasiva.

Hoy, las empresas valoran más a los que tienen la capacidad de ser realizadores, a los que en inglés les denominan "doers", porque sí ejecutan las cosas; las ideas que tienen los llevan a construir cosas reales, a concretar proyectos. En cambio los pasivos pasan muchas horas soñando e imaginando proyectos, porque no tienen ni el tiempo ni las ganas de realizarlos. Se quedan en el tintero y se convierten en ideas que nunca se plasmaron.

Ora et labora (reza y trabaja), se refiere a una vocación de la orden de los Benedictinos de alabar a Dios con el trabajo manual diario. Ocupar la mente, las manos y los pies en actividades provechosas y no dejar espacio ni a la pasividad ni a la ociosidad, es ponerse a hacer algo que valga la pena y no desperdiciar lo más valioso que tenemos, que es el tiempo, el que irremediablemente se consume diariamente y en algún momento alcanza su caducidad.

Has lo que quieras, ejerce tu libertad; pero usa tu inteligencia y junto con tus manos crea algo, ten alguna actividad. Invéntate algo que te guste hacer para que pronto ya dejemos de ser consumidores pasivos de toda la industria del entretenimiento.

Empieza por la oración y la lectura, en tus tiempos libres.


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Guillermo Dellamary

Guillermo Dellamary

Dr. Guillermo Dellamary Soy un psicólogo, filósofo, con más de 30 años de experiencia y buscando ayudarte a vivir tu vida de una mejor manera.

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