PROHIBIDO PROHIBIR

Insolente simulación

 Insolente simulación

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Ya basta de triquiñuelas. De complaciente indiferencia y provechosa lenidad.

La trama se desarrolla en nuestro tiempo.

Todos los días me propongo terminar la novela y por angas o por mangas no avanzo lo suficiente. Que si la renta. Que algún familiar cercano necesita de presencia y apoyo. Que la tormenta en California, el cambio climático, la escalada de la guerra en Ucrania, la falta de medicinas en México. Que las narcobandas no dejan vivir en paz. Que me enfrento a un par de miserables. Que el famoso pejePresidente es culpable de todo según Radio Fórmula, Televisa, “Azucena a las diez” (aunque cada vez menos). Que es urgente combatir la manipulación informativa que tanto daño ha hecho al país.

Y ya viene el show del juicio a García Luna en Nueva York…

Total, parece que estoy destinado, más que a escribirla, la estoy viviendo. Todos los días son un nuevo capítulo.

Tres personajes me acompañan: el ínclito detective T Perrin, que por fortuna sigue oyendo ópera y destrabando cochineros, combatiendo feminicidios y abusos. A ratos, debido a su dominio lingüístico, lo llaman al Met a asesorar la pronunciación y modismos en italiano, francés, alemán y eventualmente inglés y español. Su gato el Calavera sufre cuando lo deja, pero sobrevive gracias al cuidado de su vecina, que siente un extraño amor por el felino e interés por su dueño.

Me acompaña de vez en vez Armando Arciniega Dudamel, de nacionalidad venezolana, impulsivo estudiante de karate y ludópata. De niño, de 7 a 12 años le recetaron ritalín y dopamina para tratar su irritabilidad, hiperactividad y comportamiento compulsivo. Sin embargo, sus patrones de juego y apuestas se exacerbaron por su afición competitiva y emocional en busca de la relación ideal y la felicidad que provoca. Es la sensación de un cazador hambriento con necesidades urgentes de copulación.


El refugiado es Daniel, guatemalteco, lo aceptaron por estar su vida en peligro, por estar en riesgo y ser miembro combativo de la comunidad LGBTQIA2S+, o como los muxhes de Oaxaca, orgullosos del ‘tercer género’. Lo aceptaron como refugiado político a sus 20 años de edad, por el coincidente asesinato de su compañero y amigo de las mismas andanzas en la misma comunidad vecina de su lugar de origen.

La trama se desarrolla en nuestro tiempo. La sociedad moderna, en general, es cada vez más cínica, de’taché dirían en Francia, esto es: desplazada, separada, ajena… pero nos conformamos… Nada qué hacer, así es la vida

Cada vez sentimos no pertenecer a esta modernísima nueva tecnología, a nuevas costumbres, bailes y música incomprensible como el tal Bunny rapero, fenómeno mundial de la mercadotecnia al servicio de la estolidez.

La vida transcurre con monótona pasividad ese fin de semana para todos en la verdadera región más transparente.

Perrin, héroe anónimo de muchas batallas donde otros se colgaron las medallas. El día anterior está podando su bonsái, o más bien, las ramas que quedan después de meses de descuido por su ocupación en actividades de vida o muerte. El Calavera, ya más repuesto de la dieta carcelaria, se acerca, ronronea y se acurruca a sus pies. Ha sido su fiel compañero en la soledad. Ha sido excelente escucha a sus monólogos incomprensibles para todos los demás.

El jugador, ludópata es mago con el manejo de naipes y trucos de monedas. Es jugador compulsivo y lamentablemente sus relaciones personales siempre terminan en cuanto apuesta y pierde en la ruleta, el Black Jack, las maquinistas, los conquianes, los albures… Juega y juega, apuesta y pierde. Algunas veces, muy pocas, gana una mínima quiniela. Como si fuera destino infinito, lo vence la fascinación por el juego. Esa adrenalina que invade por segundos al apostador profesional. Bebedor contumaz, el exorcismo aparece y se fuga, se desvanece apenas unos segundos después del mensaje repetido, conocido, pero siempre esperado. Es esa sensación de poder, de razón de ser. Ininteligible para quien nunca ha jugado… y con ello haber dejado de intentar.

Al refugiado Daniel lo aceptó la migra por estar su vida en peligro, por estar en riesgo y ser miembro combativo de la comunidad, como los muxhes de Oaxaca, orgullosos del ‘tercer género’. Lo aceptaron como refugiado político a sus 20 años de edad, por el coincidente asesinato de su compañero y amigo de las mismas andanzas en la misma comunidad vecina a su lugar de nacimiento. Era una celebración de San Patricio y se le ocurrió recitar a voz en cuello. Los poetas malditos y el ajenjo bien sustituidos por una edición barata de Walt Whitman en español de Hojas de hierba y un ron de buena graduación.

Son tiempos aciagos actuales para los inconformes. Para quien decide ser diferente y no se suma a la insolente simulación. No, las cosas no van bien. Hay asesinatos y violencia crecientes. La Guardia Nacional en el Metro es ridiculizada por mujeres aparentemente enojadas contra todo, contra sí mismas. A palazos se desquitan insolentemente en contra de su condición y carencias. No hay límites de ninguna especie.

¡Qué tiempos aquellos don Susanito!, cuando las damas de ‘top corset’, apenas podían moverse… Vaya ni metro había. Ni una pulgada de nada. Tampoco accidentes incomprensibles, por sabotaje, falta de mantenimiento o ‘fallas atípicas’.

Perrin, Arciniega Dudamel y Daniel, el muxhe chapín van a coincidir, por esos azares imprevisibles del destino, en un vagón del metro… cuando de pronto “otro acto atípico y anormal” ocurre y otro vagón choca otra vez.

Quedarán atrapados muchos bajo hierro retorcido por varias horas y ellos ayudarán a los demás. Será el renacimiento de una sociedad ejemplar, como en el 85 cuando muchos salimos a ayudar mientras De la Madrid se escondió.

Ahora en Jesús María, todos sabían de Ovidio y la violencia persiste. Vecinos se refugiaron diez horas ante la balacera. Los abrazos a los narcos han resultado muy peligrosos y el fentanilo inunda la frontera y salta para cubrir la demanda.

“Queremos rock” gritan en silencio ante la inverosímil realidad: nadie sale, pueblos tomados por el narco, en varias regiones del país.

Perrin sugiere enfrentar la situación con seriedad profesional. No hay recetas fáciles. Arciniega apuesta a que todo seguirá igual cuando menos hasta el 24, más aún cuando ya encontraron los papeles escondidos de Mr. Biden y el muxhe chapín en verso dice que quiere ver a Claudia, que no es corcholata dice, ya se verá de qué tamaño está hecha.

Mientras, en la radio se informa que habrá alianza de opositores en Coahuila y el Estado de México. Nadie sabe, a estas alturas, poco importa.

Yo quisiera que ganara Morena, pero con mejores candidatos.

¿Y la oposición? Como dicen los jóvenes: “están pal nabo”. Alito, Marko y la morralla que queda del PRD son la prueba.

Necesitamos mejores partidos, mejores políticos.

En verdad los mexicanos merecemos mejor: más educación, más salud, menos violencia, mayor seguridad.
Merecemos ser mejores mexicanos.

Se trata de consolidar un ser humano más humano, más amoroso, menos egoísta, más comprometido consigo mismo y con los demás.

Ya basta de triquiñuelas. De complaciente indiferencia y provechosa lenidad.


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#Simulacion

Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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