Fanáticos y obnubilados
Bien se sabe, un fanático encuerado está convencido de estar vestido y listo para desfilar.
La historia del fanatismo es la intolerancia, la sinrazón. A pesar de toda demostración contraria, se sigue pensando en tener razón.
En efecto, este pensamiento acrítico e intransigente ha sido factor de guerras y muerte de inocentes. Ha impedido y retrasado el progreso y la libertad de gran parte de la humanidad.
Tres ejemplos históricos de fanatismo impactaron la vida y la obra en el siglo XX y aún ahora mantienen influencia y perversidad: el nazismo alemán, el fascismo italiano y el estalinismo soviético.
En el nazismo se consideró fanáticamente la pureza racial aria, la extensión territorial, el dominio ideológico y el militarismo como forma prima de gobierno.
En el fascismo italiano sobresalen el nacionalismo extremo, el culto a la violencia, el desprecio a la llamada burguesía, la oposición al marxismo y la disciplina cívica.
En la era estalinista ocurrieron los archipiélagos Gulag para los contrarios, el estado totalitario y el culto a la personalidad de gobernantes, la economía controlada por el Estado, los planes quinquenales, la colectivización de la tierra y la socialización y estatización de la industria.
Hitler, Mussolini y Stalin se impusieron como dictadores y eliminaron a sus opositores. Sabemos que las guerras ocurren no sólo por intereses económicos y políticos diferentes, sino por distintas maneras de entender el mundo.
Muchos ejemplos de intolerancia y obstinación ocurren también en este nuevo siglo modelando su definición y limitaciones.
Cabe distinguir fácilmente entre los cuerpos de fanáticos actuales a los seguidores de Trump, de Maduro, de Milei y Bukele por ejemplo.
En México es notable el fanatismo de los antiAMLO, que desde los medios de manipulación, periódicos, radio y televisión abundan en los excesos y mala leche. Nada les parece de esta administración: ni el Tren Maya, ni la compra de Deer Park, ni Dos Bocas y la reconfiguración de refinerías, ni la comunicación Coatzacoalcos-Salina Cruz, ni los distritos de riego, ni el alza del salario mínimo, ni la lucha contra la corrupción, ni la política exterior, ni el aumento de remesas, ni la apreciación -devaluación del peso, ni el monto de reservas internacionales, ni las mañaneras, ni la política monetaria y de contención de deuda, ni que ya se obligue a todos a pagar impuestos y que no se compre con recursos públicos el total de sus ediciones mensuales de revistas de su propiedad, ni las leyes para limpiar el Poder Judicial, ni la sobrerrepresentacion electoral, que antes aplaudieron. Ni los programas sociales,
Cáspita, ¡que escribo!, también hay manifiestos fanáticos del otro lado. Hasta americanistas y chivas. Atlistas y Pachucos
No tiene remedio, el mundo ha cambiado, México anda de cabeza.
Es urgente: debemos ocupar el tiempo en acabar la guerra entre Rusia y Ucrania, los bombardeos en Gaza y la muerte de niños y mujeres, la liberación de los rehenes judíos.
Debemos de ocupar esfuerzos por acabar con la violencia y la inseguridad en nuestro país, combatir en serio el cobro de piso y el asesinato de mujeres y hombres valientes que lo han denunciado, los crímenes que cometen los malandros dedicados al negocio de las drogas y que dominan regiones y territorios. Acabar con la política risible e ineficaz de abrazos no balazos y en cambio asegurar que quien se porte mal recibirá su merecido de acuerdo con la ley. ¿Será muy difícil que el ejército, la marina, la guardia, las policías estatales y municipales contengan a los cárteles y los metan a la cárcel sin que jueces corruptos los liberen en unos cuantos días?
Debemos acabar con el desplazamiento hacia Guatemala de comunidades chiapanecas. Acabar con los discursos de odio de una y otra parte.
Es obvio estoy fanática y obviamente obnubilado, signo de mis tiempos, del envejecimiento y las carencias, como millones de seres humanos y a pesar de la fiesta Olímpica y la satisfacción de aplaudir a los deportistas, y viajar vicariamente por la bella París, aún a pesar de que según la responsable del deporte nacional deban medallas de su parte (aunque acaso también sea por no haber recibido apoyo gubernamental suficiente y en tiempo).
Ni modo, así es la vida: con alzas, bajas, fanatismos ilusiones y desilusiones.
Lo bueno es que en octubre habrá ya en funciones un nuevo gobierno en México.
Lo malo es que en la querida Venezuela, todo apunta a que seguirá mandando el controversial Maduro.
Lamento el fallecimiento del maestro Carlos Tello Macías, vecino de clases en Economía y antes , cuando fue subsecretario de Ingresos, aprobó mi beca para la London School de la U de Londres. Descanse en Paz.
#LFMOpinion
#ProhibidoProhibir
#Fanatismo
#Obnibilado
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