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¿Por qué algunos políticos caen en la corrupción?

¿Por qué algunos políticos caen en la corrupción?

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Una ambición exagerada por el poder y la conjugan con la riqueza.

Hay que buscar entender la mente detrás del poder.

Hay un posible perfil psicológico de los políticos que son más propenso a la corrupción.

La psicología política ha estudiado este tema y se han encontrado algunos patrones repetitivos en las personalidades de aquellos que abusan del poder.

Por principio tienden a tener una ambición exagerada por el poder y la conjugan con la riqueza.

Esta ambición puede llevarlos a tomar decisiones que benefician más sus intereses personales, muy por encima del bien por los demás.

Otra característica es que suelen tener rasgos de narcisismo. Lo que los hace estar muy centrados en sí mismos, y creen que son superiores a los demás; llegan a sentir una necesidad constante de ser protagonistas y conseguir la admiración.

Esta personalidad puede llevarlos al extremo de llegar a creer que las reglas no aplican para ellos.

Al ser más egoístas, los políticos corruptos, carecen de empatía. No se saben poner en el lugar de los demás y no les importa el daño que sus acciones puedan causar. Llegan a ser muy insensibles y egocéntricos que, aunado a la codicia, los acerca fácilmente a atropellar a quien sea que les estorbe para conseguir sus planes.

También padecen de un cierto tipo de maquiavelismo, y que implica buscar manipular, engañar y tener pocos escrúpulos morales para alcanzar sus objetivos.

Los políticos maquiavélicos son expertos en las artes de la intriga, la calumnia y utilizan todas las herramientas a su disposición, para conseguir lo que quieren.

Los políticos corruptos son muy hábiles para justificar sus acciones. Incluso pueden convencerse a sí mismos y a los demás, de que todo lo que hacen está bien, hasta cuando es claramente incorrecto.

Es importante conocer los rasgos de personalidad asociados a la corrupción, que padecen las personas con poder. Así podemos estar mucho más atentos a los que lo padecen. Debemos observar más sus acciones y discursos para detectar sus tendencias y así limitarles el acceso a más poder.

Al entender las causas psicológicas de la corrupción, podemos desarrollar programas de formación para políticos y funcionarios públicos y para que se promuevan la ética y la integridad cívico moral.

Comprendemos que la misma corrupción institucional del sistema, se convierte en un imán que atrae a todas estas personas propensas a ser corruptos como las flores a las abejas.

Conociendo el perfil psicológico de los corruptos, podemos diseñar estrategias más efectivas para combatir este problema. Y sobre todo estar filtrando su acceso a cargos políticos y que exista mayor vigilancia a sus decisiones y acciones con el manejo del dinero.

Sus motivaciones ocultas y turbias intenciones, deben ser detectadas antes de que pretendan adquirir el poder público.

El ejercicio del poder debe ser entregado sólo a los más éticos y más sanos.

De lo contrario tendremos en nuestros gobiernos un nido de sinvergüenzas, disfrazados de buenos líderes y funcionarios.

Se pueden considerar algunos mecanismos psicológicos y evaluarlos para disminuir en algo el que se infiltren personas con tendencias perversas y susceptibles a ser corruptos de manera progresiva ya con el poder. Entre esos criterios aquí exponemos algunos a considerar:

Resiliencia: Que posean la capacidad de superar obstáculos y mantener la integridad en situaciones adversas es fundamental para un político.

Autoeficacia: La confianza en uno mismo y en sus habilidades es esencial para tomar decisiones éticas y responsables. Los políticos deben creer en su capacidad para hacer lo correcto, incluso en situaciones difíciles.

Mecanismos de defensa: Los políticos deben ser conscientes de sus propios mecanismos de defensa, como la negación o la racionalización, que pueden llevarlos a justificar comportamientos corruptos. Deben aprender a reconocer y superar estos mecanismos.

Toma de decisiones ética: Los políticos deben recibir formación en toma de decisiones éticas y responsables. Esto incluye considerar las consecuencias a largo plazo de sus acciones y priorizar el bien común.

Rendición de cuentas: La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para prevenir la corrupción. Los políticos deben estar dispuestos a explicar sus acciones y decisiones ante la ciudadanía y los organismos de control.

Desde luego que hay más puntos a considerar, pero al menos iniciemos con algo más firme e impidamos que los corruptos lleguen campantes al poder y sin ningún filtro ni obstáculo.


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Guillermo Dellamary

Guillermo Dellamary

Dr. Guillermo Dellamary Soy un psicólogo, filósofo, con más de 30 años de experiencia y buscando ayudarte a vivir tu vida de una mejor manera.

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