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El Sueño Americano en una aventura práctica

El Sueño Americano en una aventura práctica

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Habrá que reiterarlo fuerte y quedo, los migrantes no venimos a buscar fortuna a este país o a cualquiera otro sólo por gusto y afinidad cultural, sino por las paupérrimas condiciones de vida e inequitativa distribución de la riqueza.

-Dos de tomate, agárrate de en medio.
-No, si son un hongo de órdenes.

Uno de los puntos fundamentales, indiscutibles, de la victoria trumpista en las elecciones presidenciales de los EUA fue sin duda el polémico tema de la migración. De su lado, repetitivamente, es la fuente de todo mal actual (en el país de migrantes por naturaleza y definición) y es culpable la política demócrata de Biden y su vicepresidenta candidata que permitió la entrada ilegal de asesinos, explotadores sexuales, criminales de baja estofa y demás, que quitan oportunidades, trabajo y negocios a los ciudadanos estadounidenses y pervierten a jóvenes consumidores de fentanilo y otras drogas por culpa de las narcobandas internacionales, principalmente de México.

Hace añales un artista genial fue expulsado de los EUA; dirigió, escribió, produjo y actuó en una gran crítica fílmica del llamado Sueño Americano. Charlie Tramp en la línea de producción enloquece y empobrece. Su trabajo como el de muchos es mecánico, rutinario y obsesivo. Es relativamente mal pagado, pero mejor que en los países expulsores de migrantes y es muchas veces la única alternativa frente a la urgente necesidad asequible.

Los horarios van de las 5 de la mañana adelante y de las 3 de la tarde a las 9 o 10 de la noche. O si son del área de seguridad toda la noche o todo el día. Generalmente los trabajadores deben tener dos trabajos para alcanzar cubrir el pago de rentas, comida y vestido, siempre persiguiendo el sueño o quimera.

Se trata de perseguir hasta la ignominia o el límite vital el tal Sueño, como lo hizo el gran Chaplin en Tiempos Modernos.

Aquí la línea de producción no tiene fin hasta que se cubren las órdenes diarias de comida (desayuno, lunch y cena, más determinadas emergencias) para enfermos del macro hospital.

La rutina es precisa: se limpia la charola que viene con gotas de agua del lavado. Se fija la orden que será cubierta en tres fases.

Primero se confirma el número y ubicación. Se coloca una servilleta blanca bajo un tenedor, cuchillo y cucharita.

A veces, cuando el paciente debe alimentarse sólo con líquidos se colocan sólo dos cucharas y cuando es tal la manía que pudiera hacerse daño él mismo, se usan cubiertos de plástico nunca cuchillos.

En la esquina superior izquierda se ponen sal y pimienta en sobrecitos, según la orden y el gusto: azúcar o splenda, mayonesa, mostaza, ketchup, salsa tártara, por ejemplo.

Segundo: otro empleado se encarga del té o decaf, refrescos o sodas en lata y sin azúcar, ensalada verde con o sin tomates, pera molida o en rebanadas, duraznos, uvas, una manzana, una naranja… Brownie o pastel sencillo, gelatinas o helado de vainilla o chocolate en presentaciones para diabéticos.

Se ofrecen Ensures con distinto contenido de azúcar o energía, compactos, superfortalecidos, originales, con vitaminas o más minerales.

En la línea de producción se llega a la tercera fase. Se completa la charola alimenticia con el plato fuerte. Proteínas y sus verduras. Carne blanca o roja (puerco, res), pescado (salmón o tilapia), pollo o pavo, todo con ejotes, zanahorias, papas en puré o rebanadas. Hay hamburguesas y sándwiches de queso al gusto.

Sopas de tomate, de pollo, portuguesa de verduras, consomés…

Pan blanco o negro…

Nada de picante, ni cebolla... ni sabor.

Es comida de hospital para enfermos. De sobrevivir está alimentación estarán curados de espanto y eventualmente ante la perspectiva de regresar preferirán seguramente ir a McDonald’s o al In and Out.

El ambiente laboral es como el de cualquier fábrica o gran almacén de distribución al mayoreo. Cada quien lo suyo.

La mayoría aquí en el sur de California somos trabajadores mexicoestadounidenses, afroamericanos, algunos filipinos, hay una jefa de antecedente nicaragüense, una chica iraní que usa con calor o frío su hijab negro. The melting pot.

Los otros managers o gerentes son relativamente prepotentes y seguros de mostrar que ellos son quienes mandan. Revisan calidad, tiempos y movimientos. Ayudan, cuando quieren, a quien llega unos minutos tarde y el reloj marcador de asistencia no permite automáticamente confirmar su entrada, salvo con plena justificación. O cambian de adscripción a alguien que tiene alguna petición o necesidad especial.

Los chefs son aparte. Nadie se mete con ellos, son como las prima donnas de la ópera. Son negros y un solo blanco, sus pinches son filipinas o chinas.

Me ha tocado participar en un programa de registro de temperaturas para distribuir mejor las charolas en porta equipajes o contenedores e iniciar la evaluación y penetracio’n de un nuevo menú para enfermos de ciertas enfermedades con cuidados especiales.

Como en toda ópera además de las primas donnas hay otros cantantes y actores varios, ninguno es de menor importancia. Es una gran maquinaria que jamás descansa para alimentar al enfermo y contribuir a su alivio y reincorporación productiva y social lo más pronto posible.

El sueño americano está frente de cada uno en cada semana de pago, menos impuestos de los que nadie se salva.

Lo admirable es que, en la segunda generación, los hijos de estos trabajadores de tiempos modernos irán a la Universidad, serán además médicos, abogados, ingenieros… comprarán una casa y uno o dos coches a crédito. Gozarán de unos cuantos días de asueto y cobrarán algún bono por eficacia y buenos resultados laborales.

Algunos cruzan la frontera todos los días y hacen largas filas o colas desde muy temprano, sorteando las trampas y listones amarillos del lado de Tijuana para acceder a las vías de cruce y llegar a tiempo al trabajo. En tanto, las nuevas autoridades municipales y la gobernadora de Baja California la toman con calma y desayunan sus huevitos con chorizo y unas rebanadas de pan madre con un chocolate caliente, té verde o verdadero café.

Contamos ya con 51 días sin accidentes ni lastimaduras, cuando resbalones, caídas, quemadas y golpes ligeros son usuales. Se debe obligatoriamente usar camisa con logotipo, pantalones azules o negros, zapatos de faena, mandil y una identificación visible.

En la cafetería, a unos pasos del área de trabajo, se pude beber gratis un buen café colombiano y usar 8 dólares diarios para algún sándwich, papitas de las prohibidas en las escuelas públicas del otros lado, ricas y adictivas, helado o galletas, por ejemplo.

Lo paradójico de todo esto es que la mayoría de las charolas alimenticias una vez completadas, revisadas y supervisadas, distribuidas a cada paciente interno en su cama de hospital …se regresan y la gran mayoría están de vuelta intocadas, regresan como se fueron, entonces se tiran a la basura en grandes bolsas de plástico.

Se guardan los platos, las tapas calientes y las bases que exprofeso se calentaron también para brindar una experiencia llena de calor y junto con el tenedor, el cuchillo y cucharita irán a lavarse y desinfectarse en amplios fregaderos automáticos.

En mi fase de entrenamiento, María de Tijuana, me presumió muy orgullosa a sus dos hijas ya en Stanford y en UCSD. Cuando terminó mi función con ella para enterarme bien de todas las fases de producción y distribución, le regalé una rosa con mi gratitud. Desde ese día soy don Arturo el de la flor.

A partir del 20 de enero del año próximo las condiciones y relaciones de EUA, en la nueva administración republicana del reelecto presidente Trump con el resto del mundo, principalmente con su vecino del sur, serán diferentes: más agresivas, menos educadas, más violentas, más dolorosas para la mayoría de migrantes en busca del sueño americano que para millones se esfumará hasta mejores tiempos en el porvenir lejano y afectarán, sin duda, el sistema productivo actual.

Mientras más nuestra gobernanta presidenta juegue a ser inocente y confiada con la potencia impar de América del Norte y su nueva administración, más difíciles, costosos y frustrantes serán los resultados que afectarán a millones de mexicanos que vivimos de este lado y aún enviamos remesas.

Así también se afectará el progreso y desarrollo de todo el país, de nuevas inversiones, de proyectos inacabados y de éxito de Morena y la transformación, ya de por sí seriamente cuestionada por excesos y barbaridades como le reelección de la señora Piedra en la CNDH, la reforma al Poder Judicial que olvidadizo subraya capacitación, eficacia y carrera judicial, olvidando corrupción y componendas, así como la desaparición de los llamados institutos autónomos picados con las mismas críticas de abusos, excesos y corrupción.

Y la actuación de ambas Cámaras (diputados y senadores), que ya son dos ejemplos de estulticia legislativa aunque, dicen, con buenas intenciones escondidas, en un ambiente nacional de exacerbada manipulación informativa y odios recalcitrantes viejos y nuevos de expertos contrarios al famoso expresidente a quien culpan de todos los males del universo y a quien no le reconocen ninguna buena acción ni siquiera un pensamiento armónico ni progresista, cuando la violencia e inseguridad abarca ya la mayor parte del país, la polarización llegó para quedarse y hubo “lamentables errores” de primaria (¿corregidos?) en el presupuesto para 2025.

Habrá que reiterarlo fuerte y quedo, los migrantes no venimos a buscar fortuna a este país o a cualquiera otro sólo por gusto y afinidad cultural, sino por las paupérrimas condiciones de vida e inequitativa distribución de la riqueza en la mayoría de los países expulsores de América Latina, África, regiones de Asia y Europa y debido a la falta de oportunidades de trabajo digno y bien remunerado; aunque a veces el mercado venda puras quimeras envueltas en sueños y todos compremos ofertas disfrazadas.

-Dos de tómate, cógete de enmedio.
-Sí, sí son un chorro, un putamadral, un titipuchal de órdenes.
- Más las que se acumulen hasta tu salida.

Y sonrió por el albur como antes, estudiante del High School de Chula Vista o San Ysidro, ahora ya en el mercado laboral permanente, rumbo a la realización del Sueño.

Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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