El día D de Fiesta
A partir del desembarco en Normandía el 6 de junio de 1944, se conoce esa fecha en la historia de los EUA como el día D.
El 25 de agosto las fuerzas francesas liberaron París.
El 16 de septiembre las tropas estadounidenses llegaron a la frontera alemana.
Por tradición desde entonces, Día D se usa en la milicia y en el gobierno estadounidense para subrayar el inicio de operaciones relevantes y definitorias.
El lunes 20 de enero marcó otro D + T, cuando Donald Trump tomó posesión como presidente 47 de los EUA. Es una victoria para millones de electores ante las expectativas de mejorar su condición económica de la era Biden, en especial para los señalados como gente apolítica ya que gran parte de esa población de afroamericanos y latinos se destacaron paradójicamente por apoyar la reelección del republicano ante carencias de viviendas, mejores salarios y oportunidades en general.
En el Capitolio, en Washington DC, capital de los EUA, inició la fiesta desde temprano. Desfilaron gente “honorable” toda, aunque en realidad, con el tiempo y su actividad se les haya olvidado el significado de tal adjetivo. Entre ellos, Elon Musk el dueño de Tesla, que gritó de contento cuando el nuevo presidente Trump, criminal confeso subrayó la próxima conquista de Marte de las barras y las estrellas. Los negocios, antes que nada.
Sobresalió Melania y su elegante sombrero, así como el más joven de los Trump que ya creció. Bailaron felices y contentos todos los Trump con elegantes vestidos ellas junto al vicepresidente Vance y su esposa, Exhibieron la imagen de las familias exitosas iluminada por Dios, a quien nombraron múltiples veces, ante el inicio de la nueva era dorada Alguien recordó que la madre de Trump fue inmigrante escocesa y el padre también inmigrante nació en Alemania.
Entre los mexicanos asistentes a las ceremonias destacaron: Carlos Slim, Francisco Cervantes, Altagracia Gómez, Eduardo Verastegui, Alejandro Murat y el director de TVAzteca, cuya empresa contribuyó en la organización de una cena con mariachis. De chile, de dulce y de manteca.
Entre los verdaderos honorables, las que dieron muestra de serlo fueron la señora Obama y la señora Pence, que no asistieron a la ceremonia y con ello evitaron convalidar las tesis trumpistas, que rápidamente subrayaron el maltrato a sus opositores, la recuperación del Canal de Panamá, la declaración de emergencia en la frontera sur y la próxima imposición de aranceles a México y Canadá.
Además, la salida de los EUA del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, así como de la Organización Mundial de la Salud.
El pago adicional para gastos de guerra de los demás miembros de la OTAN. La reincorporación de Cuba como nación terrorista. El cambio de nombre del Golfo de México y la exploración y explotación intensiva de hidrocarburos en esa región.
La fiesta continuó hasta la madrugada mientras el resto del mundo se despertó con dolor de estómago y preocupaciones por el futuro. No todo el beligerante discurso presidencial será realidad, pero los mercados responden a señales y datos y el corto plazo, cuando menos, no pinta mejor para todos.
El último día de la administración Biden regresaron a casa 3 mujeres rehenes mientras Trump declaró que en los USA sólo hay mujeres y hombres. La diversidad sexual está prohibida, así como el aborto y cualquier otra determinación jurídica en contra suya, de hecho, ya fueron destituidos jueces contrarios a su MEGA.
Para nuestro anecdotario latinoamericano, hay que subrayar que algunos invitados no pudieron entrar y lloraron e hicieron berrinche como el presidente actual del Paraguay, Bolsonaro del Brasil, un par de diputados panistas y ningún juez puede asegurar con certeza si Trump puso su mano izquierda sobre la Biblia o la dejó caer sobre su lado izquierdo haciendo changuitos. De todos modos, ya se había calificado como iluminado por Dios.
Como en Stars Way, ‘que la fuerza nos acompañe’.
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