Había una vez…

En un país muy lejano de cuyo nombre no quisiera acordarme, se formó una plutocracia aventurera, zafia y corriente. Hubo una enorme decadencia cultural en la mayor parte de los involucrados migrantes que cambiaron certificados por conocimientos y que renunciaron a su origen e identidad como requisitos primigenios para ser bienvenidos en la nueva sociedad, que buscoóno pagar impuestos y acumular oro, tierras y otras riquezas materiales.

El dictado social fue hacer dinero a cualquier costo y de cualquier modo y alabar la piel de color blanco y blancuzco. Se propuso agrandar y acrecentar el territorio invadido con una botella de whisky en una mano y una pistola 45 en la otra, e imprimió en sus billetes verdes su motivación para la invasión: “In God we trust”. Por muchos años su organización social se basó en la discriminación y el racismo, a pesar de presumir ser ¡The Land of the Free!

La expansión capitalista y las relaciones sociales de producción definieron un estado de cosas con altísima concentración del ingreso y la riqueza en una amplia burguesía policonsumidora con especial adoración a las mercancías de última generación, a la última moda.

Después de una guerra interna, donde el norte premoderno derrotó al sur agrícola y esclavista, y que significó la liberación de mano de obra para la incipiente industrialización, el objeto nacional fue ampliar el territorio hacia el sur y oeste del subcontinente.

Después de haber recluido en reservaciones a los habitantes originales y poco a poco exterminarlos, la colonización se consolidó. Después vino el Gran Zarpazo a nuestro país y se quedaron con el 51% del territorio nacional, con la complicidad del mejor vendedor del mercado, el varias veces presidente Santa Anna, que les vendió Texas, California, Arizona, Nuevo México… partes de Utha y más al norte inhabitado.

También se apropiaron de La Florida al derrotar a España y de la Lousiana, donde se establecieron antes los franceses, le compraron Alaska a Rusia y se quedaron también con las islas del Hawaii, al consolidar su expansión marítima bajo la doctrina Monroe: ‘NietzscheAmérica para los americanos’, lo que contribuyó asimismo a la independencia de México y de otros países latinoamericanos.

Antes expulsaron a ingleses en su lucha independiente y a grupos de holandeses no asimilados en Nueva York.

De Cuba aún poseen Guantánamo. Se establecieron en Guam en Asía, además de otras islas en el mismo Pacífico y en El Caribe, tienen presencia en el Ártico y la Antártica y muchas bases militares alrededor del mundo.

Se han consolidado como los policías del modo de producción capitalista dominante y aquel gobierno que no les gusta, rezonga o vaya contra sus intereses lo invaden, lo derrocan y apoyan a otros gobernantes a modo.

En la Segunda Guerra Mundial arrojaron bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki con miles de muertos y consecuencias para varias generaciones de japoneses y el deterioro del medio ambiente regional.

Durante la prohibición o Ley seca, soldados, artistas, empresarios y aventureros cruzaron la frontera y visitaron la ranchería de la Tía Juana, donde encontraron buena comida, bebida y diversión. En 1889 Tijuana se fundó oficialmente y es actualmente la ciudad principal de Baja California, es industrial, pujante, centro de concentración de maquiladoras y migrantes de todo el mundo, económica y culturalmente admirable y ya tradicional y lastimosamente ha sufrido pésimos gobernantes de todos los partidos políticos conocidos, incluido Morena.

Como puerta de entrada y salida del país esta ciudad resiente de inmediato cambios de política económica y social de los vecinos. De hecho, las garitas son expresiones del tono y ritmo de las relaciones entre ambos países. Se aprietan o se liberan según las relaciones entre Washington y CdMex. Como en otros cruces fronterizos se construyen muros y se separan a las familias, y los trabajadores y jornaleros siguen cruzando de cualquier modo posible ante la oferta laboral creciente y mejores condiciones salariales, educativas, de salud pública que del lado mexicano.

Después de algunos años de relativa buena vecindad y pocas agresiones escandalosas entre ambos lados, empezamos a convivir en paz con crecimiento regional y voluntad de solucionar diferencias en forma civilizada… y que llega Trump.

Un presidente repetidor por segunda ocasión y que por ello no puede legalmente reelegirse, que todos los días expresa su incapacidad para fortalecer un mejor mundo. Al contrario, como los más rijosos y pérfidos gobernantes de la historia mete cizaña contra sus vecinos, contra los demás habitantes del globo y pervierte las relaciones diplomáticas como instrumento de solución de conflictos entre naciones.

Ahora son los aranceles, las deportaciones y expulsiones, los muros más altos, la violencia y amenazas militares contra México, Canadá, Colombia, Brasil y los otros Brics; desde luego contra Venezuela, Cuba, Nicaragua, el resto de Centroamérica y organismos internacionales que no le cuadran como la Organización Mundial de la Salud, el Acuerdo de París contra el Cambio Climático, la OTAN y el resto de los países miembros , más lo que se acumule esta semana.

Y apenas con unos días en el poder, ha fortalecido el miedo y la hostilidad en contra de los EUA en los mercados mundiales desde China hasta al Canal de Panamá, Groenlandia y, en consecuencia, Dinamarca y el resto de Europa, el Golfo de México como plataforma de exploración y explotación intensa de hidrocarburos, y, desde luego, las relaciones de cabo a rabo con México y el ¡Canadá!, a quien quiere, eso ha dicho, incorporar como nuevo estado de la Unión estadounidense.

Hoy el presidente Trump y sus aliados como un secretario de estado de origen cubano, de la generación de ‘gusanos’ exiliados en Miami, utilizan su fuerza comercial y militar contra Latinoamérica sin decoro ni medida.

Habrá que recordar que otros muchos latinos y afroamericanos votaron por su partido republicano a pesar de haber sido insultados durante la misma campaña. Sin duda, otro signo de la locura de este tiempo. Aunque una parte importante de su victoria sea por el pobre trabajo socio económico de la administración Biden que tal vez quiso y no pudo. En un caso singular de demencia senil.

Ello mismo parece ser el caso de Mr. Trump, que a su agresión soez añade ya muestras inequívocas de locura asociada al enorme poder y a la victoria que jamás mereció.

Le hizo falta atención infantil desde su familia, también migrante, por lo hicieron un infame retrato hitleriano, aunque la historia se repita siempre como comedia.

El mundo estará en vilo un tiempo que parecerá larguísimo, al final dentro de cuatro años cuando menos, habremos de tener la certeza de que nunca más deben de llegar seres misóginos, deschavetados y prepotentes al poder, pero seguirán de vez en cuando. Hasta hace poco pensamos que los Hitler, Mussolini y Stalin serían los últimos.

Sin embargo, lo anterior fue sólo lo que acá se llama con certeza ‘wishful thinking’.

La verdad es que la maldad existirá siempre. Así dicen los enterados que el infierno está lleno de Trumps… y de ingenuos.

La historia muestra que cuando te enfrentas a un grandote mucho más fuerte que tu deberás darle un buen descontón o te hará sufrir,

Habrá que recordar la cita bíblica del Levítico, del Éxodo y en Mateo: ‘ojo por ojo, diente por diente, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe’, si es que no hay otro remedio y aunque nos quedemos muchos ciegos, chimuelos, cojos, quemados, heridos y golpeados… mejor que insaculados, violados, torturados, denigrados y otra vez, derrotados.

Es tiempo de luchar con la cabeza fría, sin tregua, con pasión y con todas nuestras fuerzas o nos desaparecerán de la faz de la tierra o correrán la frontera hacia el sur sur, y se quedarán como pago de gastos de guerra por el combate al narcotráfico y acoso de carteles terroristas, con la península de la Baja California y con el Golfo de California (nombre que si les cuadra) cuando menos, a lo que ya le tiene muchas ganas. Más aún cuando afirman, sin pruebas, que el gobierno mexicano está coludido con los susodichos narcos y los pripanistas aplauden.

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