PARRESHÍA

Segunda vuelta y esquema del poder, incógnitas en Brasil

Segunda vuelta y esquema del poder,  incógnitas en Brasil

Foto Copyright: lfmopinion.com

Stella Calloni, enviada, Sao Paulo, 30 de Septiembre.

En un ambiente de escasa euforia, a punto de cerrar la campaña, el debate gira en torno de dos temas: si habrá o no segunda vuelta después de las elecciones del 3 de octubre, y qué sucederá con el esquema de poder en Brasil.

Lo cierto es que aun cuando Fernando Henrique Cardoso logre un triunfo en el primer turno, eso no dará una idea cabal de lo que podría ser el esquema de poder. En varios estados las elecciones de gobernadores se definirán en la segunda vuelta, y esto podría llevar a la consolidación de las fuerzas conservadoras. El panorama no es tan lineal como se traza en algunos análisis.

El debate sobre el futuro mantiene una febril actividad en la capital del estado de Sao Paulo, que cuenta con la población más grande del país: 33 millones de habitantes. Por tal razón esta ciudad es un ojo de tormentas. Este viernes Cardoso manifestó su "confianza" en lograr la victoria y caminó por las calles paulistas.

Esta noche los electores vieron a sus candidatos por última vez antes de los comicios. El favorito en las encuestas, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, apoyado por el conservador Partido Frente Liberal (PFL) es, sin duda, el dueño del mensaje más fuerte en la psicología brasileña. Cardoso, un intelectual con prestigio, con simpatía personal y una evidente asesoría de publicidad de alto nivel, deja la idea de la esperanza en un Brasil-potencia, fuerte y definido, mensaje que extiende a la necesidad de mayor justicia social.

Tanto Cardoso como el candidato del poderoso Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), Orestes Quercia son los que han tenido más tiempo de propaganda televisiva. Curiosamente, todos dirigen sus mensajes a los más pobres, a los millones de marginados, y algunos de éstos suenan demasiado demagógicos.

El líder metalúrgico Luiz Ignacio Lula da Silva es, en este caso, quien mejor transmite la sensación de sinceridad en cuanto al tema de la pobreza. El veterano político Leonel Brizola, gobernador del estado de Río y líder del Partido Democrático Trabalhista (PDT), lanza un mensaje fuerte. Golpea a uno y otro lado, a Cardoso por lo que llama la "manipulación de la economía" y el uso del poder estatal para la campaña. "Estas elecciones se tornaron en la mayor farsa", asegura Brizola, y también acusa a Lula de cómplice de una situación preparada para dar una apariencia limpia.
.

Quercia convence escasamente con su elocuencia sobre la solidaridad con los pobres. Junto a los candidatos "reales" prosperan gran cantidad de personajes, que en algunos casos rayan en el folclor político, como los ultraderechistas Enea, y Speridao Amin.

Después de que miles de entusiastas militantes convirtieron anoche las principales avenidas de Río de Janeiro en una gran pista de baile, en uno de los cierres más coloridos de la campaña de Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), quien se presenta como candidato del Frente Brasil Popular, los entusiasmos se apagan y comienza la cuenta regresiva.

En estas horas finales, Lula parece actuar con realismo al admitir su apoyo a un eventual gobierno del socialdemócrata Cardoso. Sin embargo, precisó que no está dispuesto a colaborar en tal gobierno. Explicó que él y Cardoso pueden hablar de futbol, cine, programas políticos y partidos, y "esto no significa que el PT esté invitando al PSDB a participar en el gobierno, o que ellos estén invitando al PT". El candidato oficialista, que estaba midiendo los triunfales cierres de campaña de su principal adversario tanto en Brasilia como en Sao Paulo, recogió el gesto en el aire.

Lula -quien este viernes cerró campaña con un multitudinario mitin en Recife- dijo a La Jornada que además de todas las maniobras que se han tejido a su alrededor en los últimos tiempos, "también se quiere convencer a los brasileños de que yo no tengo experiencia y no podría gobernar. Pero en ese caso yo he preguntado a mi vez que si todos los gobiernos anteriores han dejado tal situación en Brasil, ¿dónde estaba la experiencia? Esto se preguntan, como yo, los millones de pobres y analfabetas de todo el país".

El mensaje de Lula caló hondo en el Valle de Anhagenbau, en el centro paulista. Allí está el núcleo de la llamada City de Sao Paulo, pero es sólo una vitrina, porque durante la noche se transforma en refugio de marginados. En Anhagenbau, Lula protagonizó uno de los episodios más emocionantes de su campaña: interrumpió su discurso político ante la llegada de un niño de aspecto miserable y lo entrevistó espontáneamente. La historia de verdades y vivencias enmudeció a los asistentes. Todos sabían que en esa pequeña historia sin maquillajes se estaba describiendo la tragedia de más de 40 millones de brasileños. Sumergidos en la pobreza, son la otra cara de este país inmenso y que refleja poderes y rasgos de gran potencia.

Sin duda los escenarios que logra Lula son de fuerte emoción y hasta apasionados, pero esto no parece influir finalmente en las encuestas. Si éstas se confirman, Cardoso tendrá 47 por ciento de las preferencias, contra 23 por ciento de Lula, a pesar de que en Brasilia, la capital del país, el líder metalúrgico se colocó sorpresivamente al frente de las encuestas locales. El último sondeo de este viernes daba al socialdemócrata 45.7 por ciento de las preferencias, frente 22.8 de Lula.

Cardoso y Lula hablan por separado de una posible alianza postelectoral, lo cual podría destruir la hegemonía de la derecha de realizarse, una alianza de este tipo podría dar lugar a un equilibrio de poderes en el Parlamento; de lo contrario, éste podría ser controlado en 70 u 80 por ciento por los conservadores del Movimiento Democrático Brasileño y del partido Frente Liberal, mientras la izquierda dividida se transformaría en minoría.

"Aunque los actos de Lula sean coloridos y emocionantes, en realidad será difícil que el PT gane gubernaturas o logre mayoría parlamentaria, porque no puede decirse que sea un partido absolutamente mayoritario. En Brasil, las alternancias de los conservadores en el poder, más el manejo de ese poder oligárquico en los municipios, ha sido y es muy fuerte aún. Además, hay un descrédito de la clase política y a esto se agregan todos los juegos de los últimos tiempos, donde se recurrió a una figura tan importante como la de Cardoso. Sería muy difícil que Lula remontara esos esquemas", dice un analista.

Cardoso, por su parte, aparece como admirador del jefe del gobierno español, Felipe González, del ex mandatario chileno Patricio Aylwin, y de Mario Soares, a quienes atribuye una sólida base intelectual y cultural. Sus mensajes ahora están cargados contra la violencia y la injusticia, pero sabe que mucha de su suerte como gobernante depende de ganar en la primera o en la segunda vuelta.

El influyente diario financiero La Gazeta Mercantil señala que, gane Cardoso o Lula, el partido del próximo presidente no será mayoría en el Congreso nacional.

"Como ocurrió en 1989, el PMDB y el PFL van a mantener su hegemonía en el Legislativo a pesar del crecimiento probable del PSD y el PT", apunta. Esos son los signos del futuro que se han convertido en el centro de la preocupación y de las actividades políticas.

#LFMOpinión
#Internaciona
#LulaDeSilva
#FernandoHenriqueCardoso

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: