Deshumanizados

Ahora la plática se trata de mirarnos al espejo. En la discusión está el dilema: globalización versus nacionalismos. ¿Qué país podemos y queremos reconstruir? Es el tiempo de responder a los Cómos y hacerlo con eficacia y efectividad. Mientras menos improvisaciones mucho mejor.

Hoy, el uso indiscriminado de tecnologías y algoritmos han deshumanizado el ambiente. Los robots responden a formas y modelos para tomar decisiones que se supone siempre debieron de ser responsabilidad humana. Orwell y Huxley parecen cuentos infantiles. Todo es tecnología y "fake", dependiendo de los intereses del emisor y el grupo objeto, no sujeto; de consumidores potenciales, hasta el extremo de las modernas relaciones íntimas. Véase el mundo solitario de incomunicación de las parejas cada cual con sus celulares, apartados, distantes, aunque frente a frente, sin ser capaces de verdaderamente comunicarse entre ellos a tres pasos de distancia. Las redes sociales inundadas de antagonistas con opiniones diametralmente opuestas para solucionar el mismo tipo de problemas, donde, además, cada uno ha sido convencido de tener siempre la razón. La queja reiterada es por qué se consultó y el desaseado método de hacerlo. La marcha es por la protesta ante la cancelación de un negocio que está enrredado en corrupción. Los ejércitos imperiales se aprestan a militarizar la frontera y el twitt bipolar ordena disparar a matar o mejor no. La indignante campaña de las intermedias calienta el ambiente de reelección a pesar de la obvia discriminación e incapacidad manifiestas. Las caravanas avanzan y muchos propagandistas de bots robóticos juran que son criminales y malhechores.

Los mercados son los amos. ¿En cuánto subió La Bolsa? Ya nos han convencido que los corruptos serán perdonados, aunque robos, latrocinios y abusos estén ahí a la vista de todos. La manipulación informativa domina el mundo y… se premia. Ahí está Bolsonaro, en Brasil, y Trump, entre muchos.

Los gurus de la información buena, la que debe de creerse están desde el alba. Machaconamente desinformando, mientras los patrocinadores se soban las manos y revisan con satisfacción el cruce de metas y ganancias.

El nuevo modelo tiene que recuperar nuestra humanidad, y responder a lo fundamental: crecer, abatir la pobreza y disminuir la tétrica desigualdad social y concentración de ingresos y riqueza. No nos dejemos convencer por el uso de tecnologías que dividen y envuelven regalos plásticos inalcanzables y discusiones fatuas.

Hoy ya estamos importado crudo, no solamente refinados. Hoy la deuda rebasó los 10.9 billones de pesos, Hoy la pobreza en México se relaciona con insuficiente nutrición, agua potable, educación, vivienda, salud, inseguridad y violencia.

De ese tamaño es el reto de la Cuarta Transformación y aún hay quienes apuestan a su fracaso y siguen llorando, aplaudiendo a los que dividen y lanzan porras a quienes mostraron no poder resolver más que el crecimiento de su propia riqueza, con negocios sin ética e indignos como Odebrecht, la Estafa Maestra, los socavones, La Casa Blanca y Malinalco, Texcoco, entre muchos otros.

Escuché hace días a uno de los hombres más ricos del mundo, but of course, mexicano. Me quedé con la duda: ¿es éste el genio financiero que nos vendieron con la tecnología ultramoderna incomparable de los bots? ¿O es en realidad la careta falsa de los que verdaderamente mandan? Todo está deshumanizado. Vivimos engañados.

Es tiempo de despertar.



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