Colombia o Venezuela

Resulta paradójico que las voces que acusan del peligro de una posible venezuelización de México con la llegada al poder de lo que pasa aquí por izquierda no acusen la colombianización del país ya consumada e instaurada por los gobiernos de lo que pasa por derecha y centro en el imaginario mexicano. Estas voces tratan de cundir el pánico y jalar agua a su ridículo molino mostrando imágenes de la crisis del suministro de alimentos y medicinas en Venezuela pero siempre olvidan señalar el papel que el bloqueo instaurado por la Unión Europea y Estados Unidos ha jugado en producir dicha crisis. Siempre olvidan mencionar el contexto, y no por maldad o ignorancia, sino por una preocupante ceguera sólo explicable mediante la teoría del síndrome de Estocolmo. Muy en particular olvidan mencionar que la crisis de medicamentos y alimentos en Venezuela no tendría lugar si estas potencias tuvieran un poco de vergüenza y humanidad en su actuar político internacional, pues negar medicamentos a una población sólo porque discrepas con su gobierno es un acto que demuestra muy claramente el nivel de la ética y la moral que guía al poder internacional al que México decidió entregarse en las últimas administraciones. Olvidan que la crisis venezolana no es por razones económicas sino por razones políticas.

Olvidan mencionar que este eje internacional, que es terrible contra sus enemigos, no es menos desgraciado con sus aliados. Olvidan mencionar en particular lo que Estados Unidos hizo de Colombia, que es sólo un ejemplo entre muchos. No quieren ver lo que los últimos sexenios entregados a la estrategia de "seguridad" americana han hecho del país, y deciden hacerse de la vista ciega ante la terrible, cruel y costosa guerra interna que le fue impuesta a México desde fuera. Con la sangre bien fría hacen menos las alarmantes cifras de violencia en las que ha caído nuestro país, prefieren no ver la gravísima crisis humanitaria y de seguridad en la cual nos ha sumido su estrategia de servidumbre voluntaria. Olvidan mencionar que eligen como eligen porque las opciones dadas por el imperio en este momento a México son igualmente trágicas: guerra interna y pobreza, como en Colombia, o hambruna, enfermedad y pobreza, como en Venezuela.