Erase una vez

Había una vez en un lejano país de cuyo nombre no quiero acordarme una miríada de perversos que criticaban hasta las uñas de los pies de sus propios contlapaches y que odiaban el color morado.

Agrupados en los medios de comunicación (ahora propiamente de manipulación), los dueños privilegiados movían sus marionetas para golpear debajo del cinturón todo aquello que pudiera llegar a impactar sus pingues intereses.

¿Qué por qué tenían que pagar impuestos? Si ellos nunca lo habían hecho. Qué descaro… Qué se creen. Estos muertos de hambre de la transformación.

Ahí mismo se oyeron gritos de rabia por haberse cancelado un aeropuerto en tierra pantanosa de hundimientos y que cortó por lo sano los negocios de los mismos abusivos de siempre.

En la desesperación decidieron promover a una bruja vulgar que vendía gelatinas envenenadas, que prometió regresar al pasado donde los anteriores se refugiaron en la Madre España y un par de priistas, uno académico y otro ferrocarrilero, prefirieron esconderse en los EUA.

En la decadencia, la revista Siempre de largo historial progresista, se convirtió en deleznable pasquín de tercera. La heredera le mentó la madre a su propio padre.

Y llegó Milei a la presidencia con la promesa de arreglarlo todo después de un par de años de sufrimiento, como a nosotros nos contaron Salinas, Zedillo, Fox y Martita, Calderón y el licenciado Peña.

El odio de los mismos contra el famoso Pejepresidente es por la decadencia que respiran, decadencia que exudan y que desnudan cuando se cubren de inocencia. Ya olvidaron lo que robaron. Menos cuando cobran los favores.

Mientras los confundidos analistas hacen maromas, machincuepas y cabriolas para subirse al tren de la ignominia y no quedarse nomás mirando. Saben cómo hacerle para no quedar desempleados per secula seculorum.

Total, ya saben cómo hacerle cuando pierden: ‘ay los mexicanos indescifrables, jugamos como siempre con los más modernos trucos e inteligencia artificial y perdimos por esto y aquello y lo demás allá. A pesar del enorme financiamiento a fondo perdido.

Los electores mandan y no se tragan más mentiras y moños de svastikas disque de “buena fortuna o bienestar”

El año entrante la confrontación traerá aún más decadente ignominia. Más expertos de todo y aprendices de nada.

Felices fiestas.

#LFMOpinion
#ProhibidoProhibir
#Odio
#Medios
#Milei
#Siempre
#Pages