Un tonto no deja de serlo por ser famoso

Obed Campos
Colaborador

“Muy listillo desde chiquillo”, es una frase muy común acá en el noreste y se puede aplicar a muchos personajes de nuestra inefable vida pública. Sin embargo, los hechos nos rebaten y por lo visto un tonto no deja de serlo solamente por ser famoso.

Ahí tiene usted el caso de Policarpo Flores, el trepador líder municipal del PAN de Monterrey, quien desesperado porque lo enfoquen los reflectores, como ha sido toda la vida, en las protestas de los alcaldes del PRIAN por aquello de los fondos perdidos en la Tesorería Estatal, fue el autor del cierre de una puerta de cristal que dejó encerrados a los munícipes, incluido el incoloro Daniel Carrillo, panista alcalde de San Nicolás, quien acusó a policías de Fuerza Civil “de secuestro”.

Hay un video en el que se ve al protagónico Policarpo trabando la puerta, no a policías de Fuerza Civil.
Si no me cree, véalo usted. Video de Policarpo.

Claro que los ingenuos del periódico El Norte, como casi siempre, se fueron con la finta: “Piden Alcaldes fondo y los dejan encerrados”, encabezó sus notas que señalaron que “Alcaldes de Municipios del PRIAN demandan entrega de fondo de 2,500 mdp en Tesorería; Ediles aseguran que los dejaron encerrados”.

Y Policarpo, muy listillo, desde chiquillo, se fue a echar unos wiskis a afamado restaurante argentino, ahí cerquita de Tesorería, porque, según él, le salió muy bien la travesura.

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