Candidatos y campañas

Las mesas están puestas, escoja usted y ojalá no sufra indigestión.

En México, Claudia por Morena vs Xóchitl del Frente y Álvarez Maynez de los naranjas fosfo fosfo de Movimiento Ciudadano como tercer candidato muy rezagado, los tres se enfrentarán el 2 de junio para definir quien ocupará la presidencia de la República los siguientes 6 años.

En los EUA, Biden vs Trump se enfrentarán en elecciones primarias el 5 de marzo y definitivas el 5 de noviembre, para elegir presidente de la República para los siguientes 4 años.

Tanto en México como en California el Instituto Nacional Electoral y el Registraer of Voters son los organismos encargados de organizar las elecciones.

En ambas instituciones es destacada la burocracia existente con enormes costos que disimulan quienes se creen insustituibles y donde prevalecen los intereses creados a lo largo del tiempo y los compromisos de grupos identificado con Lorenzo y Ciro en México y con filipinoestadounidenses en California. Una limpia con lejía le vendría bien al uno y al otro.

Después del galimatías que organizaron el Instituto Nacional Electoral (INE) y demás confabuladas autoridades electorales sobre reglamentación y gastos de precampañas, íntercampañas y !por fin!, campañas electorales, en nuestro sistema democrático que en realidad dista mucho de serlo, tendremos varios meses de guerra de composta y deyecciones, de ojeriza y malas vibras entre candidatos presidenciales, de probables asesinatos de otros candidatos y simpatizantes de un lado o del otro, además de batallas negras en redes sociales con millones de bots e infinita manipulación en televisión. radio, periódicos y revistas.

Los bandos participantes tanto en México como en los EUA, ya que cada 12 años coinciden elecciones presidenciales en ambos países vecinos, saben que la mayoría de las encuestas contienen márgenes de error y desinformación según quienes las paguen, encarguen o con quién veladamente simpaticen por afinidad ideológica o interés monetario, por tal motivo es común entre candidatos y partidos evaluar las encuestas en su justa dimensión: señalan tendencias, señalan al probable ganador pero puede haber sorpresas, nunca son la última palabra.

Máxime en un sistema tan sui generis como el estadounidense donde no necesariamente es declarado ganador quien mayor número de votos obtiene sino quien logra sumar la mayor puntuación en el colegio electoral.

Recordemos que, en teoría, la democracia para serlo debe de cumplir cuando menos tres características: voto directo, universal y secreto.

Voto directo porque el votante elige entre diferentes opciones consideradas. Universal porque todos y cada uno de los votos tienen el mismo valor electoral y secreto porque se mantiene anónimo la identidad del votante y sus elecciones y alternativas preferidas.

Es obvio que de acuerdo a lo anterior en los EUA se practica el voto secreto y universal, pero no directo puesto que su sumatoria determinará el peso de cada Estado de la Unión en el reparto de votos electorales, por ello estados con alta población como Nueva York, California, Illinois, Texas, La Florida tienen mayor importancia electoral que Hawaii, Alaska, Montana, por ejemplo.

En México, el peso de la contienda electoral se reparte en la influencia de la administración actual y del otro lado, las alianzas entre partidos antes rivales con el respaldo monetario de empresas y empresarios nacionales y extranjeras, apoyos de programas supuestamente prodemocráticos estadounidenses y de organizaciones no gubernamentales de distinta y variada índole, así como el siempre influyente apoyo de la mayoría de los medios de comunicación o manipulación.

En Morena es preciso que Claudia promueva la transformación de mujer universitaria con énfasis en las áreas lastimosamente atrasadas de esta administración: seguridad y combate al crimen organizado, servicios médicos y de salud para todos, gratuitos y de calidad, sin falta de medicinas, médicos, enfermeras, hospitales y equipos; migración hacia los EUA y Canadá y la integración económica de América del Norte, así como otros asuntos migratorios ligados al narcotráfico, criminalidad y asimilación de neomigrantes a la sociedad estadounidense. Además, la promoción de educación pública gratuita, obligatoria, laica y de alta calidad para todos desde los primeros años escolares hasta la universidad con programas disponibles de posgrado.

En esta batalla que seguramente definirá la ruta del país en las próximas dos décadas cuando menos, también hay una variable exógena de gran trascendencia e influencia mutua: las campañas electorales y resultados en los EUA, donde hasta hoy, como en México, también hay dos destacados contendientes en cuyas campañas hay también olores fétidos, manipulación e insultos con acusaciones criminales.

Es necesaria la limpieza en Morena, para evitar la insaculación de candidatos que debieran ser seleccionados por capacidad y trabajo y no por una tómbola con mano negra y chapulinesca.

En el Frente opositor es urgente que se deslinden de apoyos de grupos y asociaciones extranjeros. Ya disfrazaron a Xóchitl otra vez, ahora de señora de Las Lomas o el Pedregal, le falta certidumbre y desligarse de los X’s. y de candidatos chapulines y repetitivos políticos muy cuestionados con respecto a su conocida corrupción. Le faltan ideas y cercanía con los votantes más allá de la Colonia Del Valle.

En los EUA la mayoría de las encuestas dan por ganador a Trump, si resuelve alrededor de 21 juicios podría ser el próximo presidente en un ambiente de cada vez mayor polarización social. Hoy mismo llegó un votante de mediana edad con cachucha pro Trump al centro de votación. Se le solicitó quitarse la gorra por su connotación propagandista y tuvieron que llegar los sheriffes para que aceptara silenciar su agresión, el vocabulario hostil y soez y aceptar votar sin gorra.

Sin duda estamos abrumados por tanto discurso y ofrecimiento político de candidatos que todo prometen sin limitación alguna ni consideración ética ninguna.

Y apenas empezaron las verdaderas campañas …

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