Entrelíneas en elecciones

Nuevamente tengo la satisfacción de haber sido invitado para trabajar en la organización y desarrollo de las elecciones en California de este martes 4 de noviembre. Se trata de una singularidad, una sola pregunta: Sí o No a la proposición 50.

Este ejercicio democrático tendrá un costo aproximado de 300 mil dólares. En caso de aprobación por la mayoría de los votantes en este Estado, significará que, así como Texas realiza una redefinición electoral para aumentar los distritos republicanos en la Cámara de Representantes (diputados), para garantizar su mayoría, California podría aumentar, de igual manera, el número de distritos demócratas en un intento formal de nulificar el avance protrumpista en Texas y en cambio, obtener más victorias para contrarrestar a los opositores.

No se requiere identificación oficial alguna para votar. Es parte de la certidumbre de la verdad, o mejor, de lo que el sistema acepta como lo verídico. Sin embargo, hay limitaciones, en las casillas es de mal gusto hablar de política y está prohibido hacer propaganda por algún candidato o propuesta en los alrededores de los centros de votación.

Para votar, además de la voluntad de hacerlo en forma presencial se requiere llenar una cédula de identificación, con esos datos, se busca, confirma y actualiza en los llamados ‘e poll books’ (iPads) ligados a las oficinas centrales del Estado la información básica del votante: nombre, fecha de nacimiento y dirección. Se emite un número de control para acceder a las BMD’s, o sea dispositivos electrónicos para votar, donde se elegirán las opciones y con el dedo se toca la pantalla y ¡voila! se imprime y deposita en la urna. A cambio se recibe un sticker con la leyenda de haber votado. Se puede votar, desde siempre por correo, al firmar y regresar la boleta personalizada que llega a casa.

Organizé para niños y jóvenes que acompañan a padres o abuelos a votar una bolsa de dulces que me regaló mi nieto Nick, ¡hey grandpa, take this for your lunch! Y que ha tenido alta demanda. Los resabios del Halloween.

Los días de votación (son 11 o 4) con el martes 4 como highlight pasan con monótona lentitud en esta ocasión porque no se trata de elecciones federales para la presidencia, gubernatura o el Legislativo por lo que son menos concurridas que en otras ocasiones.

Cabe recordar que se puede votar no solo en inglés sino en español, tagalo, chino. japonés, somalí, vietnamita, árabe, coreano, laosiano y persa. Según el número de estadounidenses con esos antecedentes que estamos registrados en California.

Donde está instalada la casilla de votación que me corresponde es un centro comunitario en un parque amplio y cuidado. Top Hill, junto a una escuela preparatoria, un campo de béisbol, canchas de tenis y aparatos para hacer ejercicio. resbaladillas, columpios, areneros, alberca y gimnasio. Los niños invaden el enorme parque y los viejos charlan con sus contemporáneos, se ven cada vez más jóvenes parejas que aparentemente prefieren lidear con un par de perros que con sus propios hijos, cuya educación es cada vez más costosa.

De México se oyen noticias que ponen los pelos de punta, solamente crímenes y asesinatos como en Uruapan, donde el presidente municipal fue abatido incluso contando con protección oficial, pero en un evento público sin ella. ¡Oh my Gods!

Estoy seguro que la desesperanza de muchos mexicanos ha llegado al límite de la indignación y en la mañanera del día lunes, se insiste hasta la náusea lo sabido: ‘se va a investigar’ y si Carlos Manzo QEPD tenía protección ‘¿por qué no sirvió para protegerlo?’

Así también entre lágrimas y risas de mofa por lo que pasa en Tijuana… que ahora si pronto se agilizaran los cruces fronterizo, no habrá más asesinatos y se reducirán los crimines de drogas .

Por fortuna tuvimos días de esparcimiento y diversión con los juegos de la serie mundial entre Dodgers y Toronto. Mi favorito perdió porque los Dodgers, merecidamente campeones, antes eliminaron a los Padres sandieguinos. que es nuestro equipo familiar. Algún día nuestro equipo será campeón.

Escuchamos también las barbaridades no solo del gobierno de Trump: los aranceles, que sí, que no, que tal vez, la cancelación de vuelos desde el AIFA, la frontera cerrada por el gusano, las negociaciones con China en su da y quita, la guerra no declarada contra Venezuela y Colombia, el refugio temporal de cercanos funcionarios públicos estadounidenses en bases militares, para su protección contra la furia de opositores, la próxima invasión de Sinaloa y ahora Michoacán para acabar con la violencia de narcos y que, increíblemente, no pocos mexicanos están aplaudiendo cada vez más en redes y manifestaciones de protesta, también los dislates de la presidenta nuestra que a veces parece incapaz de resolver los gravísimos problemas de bandas criminales, las contradicciones del apoyo a Cuba frente a los reclamos de los EUA o lidear con los desatinos de Clarita en CdMéxico, organizadora primigenia de desfiles en lugar de tapar hoyancos y baches, Delfina en el Estado de México muy por el estilo, la cola de Cuauhtémoc en Morelos y en la Cámara y otros gravísimos problemas en el resto del país, especialmente en Sinaloa, Michoacán, Veracruz, Tamaulipas, Guerrero. Guanajuato y otras como el transporte desde el AIFA, las inundaciones y socavones en todas partes. La falta de agua limpia y sin contaminación.

En cambio, estoy sentado frente a la minicomputadora o e poll books y llega una votante, le dicen: escoja usted quien quiere que le ayude y voltea y me elige a mí. A trabajar mientras el atardecer se ilumina con una magnífica puesta de sol con tonos anaranjados, amarillos, rojos y violetas.

Agradezco a mis compañeros de temporal su apoyo y confianza para obtener los mejores resultados electorales y contribuir a la mejor organización y progreso del estado de California con el éxito de nuestro trabajo.

Muchos niños y jóvenes seguramente tendrán mejor futuro si logramos abatir las pendejadas que hacen los gobiernos y fortalecemos los lazos familiares y comunitarios.


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