Instrucciones para sobrevivir en México

El Ideario
Editorial

Recuerdo un libro de Jorge Ibargüengoitia, que cómo buen genio rindió pronto tributo a la vida; "Instrucciones para vivir en México" que a la luz de nuestra realidad hoy casi sería un texto costumbrista.

No, no es fácil vivir en México y menos en la CDMX, pero tampoco es la tragedia que los medios nos quieren presentar de forma cotidiana y no pocas ocasiones, México; sí, el suyo y el mío es una maravilla cósmica, por lo tanto demos paso a la alegría de vivir aquí, de ser cómo somos, de disfrutar lo que tenemos, démonos la oportunidad de mandar al diablo a los narradores de nuestra miseria política, a los comentaristas de nuestra narco realidad y sobre todo a los expertos, a los re’malditos expertos del pesimismo de todos los géneros y materias que pueda uno imaginar; ¡se nos acaba el petróleo!, pues ni hablar, mientras no se acabe el tequila, los partidos políticos son el anti cristo, pues sí y ni modo, mañana el partido de México contra Rusia es lo que hay, pues puuuuuuutos y a lo que sigue; que Trump de nuevo con el muro, ¡pues va!, que se deje de cuentos y que lo ponga, ya lo quitará tarde o temprano, mañana vámonos de paseo y el lunes Dios dirá…>

Que nos de el sol en la cara, que nos moje la lluvia, que no paremos de reírnos de Peña y su versión de cómo espiar al espía, ni el Súper Agente 86 lo hubiera explicado mejor (o peor) en cualquier caso da lo mismo, como tú y yo somos deliciosamente intrascendentes si nos espían les va a dar una de dos: un ataque de aburrimiento mayúsculo o unas carcajadas a nuestra salud y que les aprovechen ambas posibilidades.

Salud (de sentirnos muy bien) y salud (de estar felices), si puede no compre periódicos, no vea noticieros, no escuche a Joaquín, no se ponga a dieta, afloje el cuerpo (tome precauciones), lea un buen libro, disfrute de un café, llámele a sus amigos, levántese tarde, si es hombre no se rasure, si es mujer póngase muy guapa, haga el favor de no joder al perro con eso de hacer ejercicio excesivo (el perro no tiene la culpa) pero sobre todo no me haga caso en nada y haga lo que le de la gana, yo haré lo mismo y tampoco me haré caso.

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