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Las caravanas y el caos

Las caravanas y el caos

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El discurso trumpista de odio.

¿Estaría Jesuscristo en favor de las caravanas modernas y de la política de fronteras abiertas?

Ya están aquí en esta ciudad trans-fronteriza, donde lo más tijuanense es ser migrante. ¿Qué hacen las autoridades frente al caos? ¿Qué quiere hacer el presidente municipal? Es panista, of course, dice que muchos de los hondureños y demás en las caravanas son una amenaza para todos, que son criminales, vagos, malvivientes. Ya ha solicitado al gobierno federal actual, ya de despedida y bastante sordo como de costumbre, una millonada de devaluados pesos para hacer frente a los invasores, aunque de lograrse la asignación solicitada, seguramente terminará, también como de costumbre, en negocios privados de alto rendimiento para los cuates pripanistas.

Los albergues están llenos, hasta los campos de beis están ocupados con colchonetas y casas de campaña de ínfima calidad. En las calles se arropan como pueden niños, mujeres, ancianos. Muchos se preguntan, ¿por qué no fueron principalmente a otros puntos de la frontera norte? ¿Por qué no una migración ordenada? De acuerdo con la teoría del caos, el mismo se convierte rápidamente en normalidad para beneficio de otros actores y distintos puntos de influencia, con nuevas reglas, mientras que las viejas formas de expresión y organización se desechan por obsoletas y antieconómicas. Nada es para siempre. El lío se normaliza.

Los más osados escalaron la barda que separa el paraíso de trabajo-trabajo y más trabajo para los que no son blancos, miembros reconocidos y aceptados de la "supremacia racial republicana".

En un primer ataque desordenado que recuerda a los bárbaros frente a las legiones romanas, lanzaron pedradas y otros proyectiles naturales contra tanquetas y militares bien equipados para la guerra, solo para bajar corriendo ante las difíciles condiciones del presente: más agentes, bardas con alambres de púas recién instalados, perros de caza, rifles y demás armas amenazantes y otras barreras tecnológicas francamente difíciles de imaginar hasta por el propio Julio Verne, un paso prohibido tal vez con mayores dificultades que el Mar Rojo que se abrió ante los israelitas guiados por Moisés, en su huida de Egipto, hacia la tierra prometida.

En este desorden institucional, el discurso trumpista de odio, parece exacerbarse después de que los republicanos perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes, donde la jovencita Nancy Pelosi regresará al liderato demócrata.


En efecto, su discurso es cada día más agresivo, sin concesión alguna. Más aún cuando a corto plazo tendrá que contestar por escrito las preguntas de su probable complicidad electoral con los rusos de Putin y otras demandas legales, que lo mantienen, por fortuna, medianamente alejado del Twitter.


Sin embargo, la discusión formal actual ante esta realidad es que, por ejemplo, el 80% de los inmigrantes de la India, tienen diplomas de educación media o superior. En cambio, menos del 10% de los inmigrantes de Centroamérica tienen alguna mínima educación. Se discute qué hacer con ellos, como si fueran sólo mercancía para etiquetar y consumir, ¿dónde trabajarán?, ¿cómo impactará al mercado laboral esta migración masiva? Habida cuenta que muchos de sus integrantes se quedarán contentos por estos rumbos, haciendo lo que sea, sobreviviendo, algunos dicen que fue a propósito el envío hacia la desestabilización.

Las caravanas o el cuento de nunca acabar, mientras no se mejoren las condiciones de vida en sus pueblos originales, se acabe la violencia, se generen oportunidad para estudiar, trabajar y progresar, se combatan precios bajos de caña y café; por ejemplo, se abatan salarios de hambre y comisiones usureras de las grandes empresas coludidas con las élites locales.

Es decir, mientras no se desorganice el conveniente desconcierto actual que impera para beneficio de los pocos privilegiados.

Todos sabemos que no es nada facilito cuando la plutocracia ha gobernado siempre y esta divorciada en realidad de los intereses de las mayorías, los desprotegidos de Dios.

Veámonos en el espejo de estos nuevos tijuanenses, algunos ya nacidos en nuestra tierra. ¿Cómo será el futuro?

Un nuevo juego de nunca acabar sucede, rompen los alambres de púas y los militares los vuelven a instalar… Las acusaciones se multiplican, su sola presencia es una afrenta, son fumadores de cannabis aunque aún no legalizada como en Los Ángeles y otras ciudades del primer mundo. Ya hay quien los acusa también de hostigamiento sexual, aunque ellos alegan que han querido seducir con canciones del mexicanisimo mariachi, bachata, trova cubana e incluso música del siempre actual Flaco de Oro. ¿Pasará la fiesta al otro lado o se empezarán a contar los muertos? Muchos rezan y se encomiendan a Jesús de Nazaret. Se acerca el día del pavo en la tierra prometida. Mañana habrá que dar gracias y estar en familia. ¿Tendrán los de la caravana algo más que esperanzas para superar la crisis?




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Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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