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Para documentar el optimismo

Para documentar el optimismo

Foto Copyright: lfmopinion.com

En las campañas correrá sangre, deyecciones y miasmas.

Las encuestas y los expertos dicen que hoy lo que prevalece es un generalizado ánimo antisistema, antigubernamental; lo explican por los múltiples y documentados yerros del régimen federal, a pesar del optimismo del solitario de Los Pinos.

En este marco, las intercampañas en lugar de ser de reflexión se han convertido en la certidumbre de lo que viene: la guerra electoral, la madre de todas las batallas. Se afilan cuchillos y aceitan metralletas. En las campañas correrá sangre, deyecciones y miasmas. Algunas propuestas y muchas palabras huecas.

En estos días, avanza la fuerza del estado para defenestrar al joven maravilla. Su suerte está echada. Están convencidos que sine cua non en su pérfida estrategia es acabar con El Segundo para ocupar su lugar y desde ahí, destrozar al puntero.

En tanto, el articulado políglota envalentonado se aferra a la justicia de los intocables panistas de ayer, cuando explicaron su actuación diciendo a los cuatro vientos que "ya que Diosito los puso ahí, es obvio el compromiso de aprovecharlo para él y su amigos". El joven Anaya se siente honrado de ser ya el primer enemigo del régimen.

Los invitados llamados independientes, convidados de piedra, siguen la letra del guión y arañan a como de lugar los votos de la principal oposición.

Por su parte, el joven candidato que no es priista, cree que lo harán suyo cobijado por dinos y neodinos; bravucones empedernidos y limpiadores de cañerías. Dale y dale con el yo mero, su discurso es antedeluviano, frío, demagógico y repetitivo. Tecnócrata al fin, no calienta a nadie, ni a los de su cuarto de guerra. Pero ha sido convencido que es preciso destrozar a Anaya para subir y subir con la esperanza de derrotar en final de fotografía al ínclito emperador del primer lugar.

A la espera de más ataques del frente y de la retaguardia, el famoso Peje, el de todos son bienvenidos, incluidos el PES, Napoleón, Elba Esther, Martínez Cázares, Cuevas y todos los demás, de todos los colores y antecedentes, hace como que olvida a propósito definiciones fundamentales de derechos humanos. Ahí, todo se vale por un voto, como también en los otros, pero con mayor escándalo y emoción.

Parece también no darse cuenta que la carnicería será en breve en su contra con imágenes "reloaded" de Chavez y Venezuela, en campañas aún más negras que las anteriores.

En las campañas por venir, el país se inundará de más sangre y carroña, con fidelidad al espíritu bélico de nuestra historia. Periodistas seleccionados harán con mayor entusiasmo monetario su labor de zapa en la carnicería y el INE, esperemos, hará su mejor esfuerzo para evitar el síndrome Ufraude.

No serán tiempos de calma ni de buena voluntad los meses por venir. Al final del día V muchos de nosotros no habremos sabido qué hacer con tanta papeleta electoral, como si todo hubiera sido diseñado para generar confusión, opacidad, poca transparencia.

Tiempos trágicos por venir con el TLC indefinido aún, con un presidente crecientemente reprobado, con un equipo cercano de trabajo cada vez más lejano por Odebrecht, socavones, estafas, asignaciones directas, desvíos presupuestales a campañas.

¿Y el resto del país?
¿Adormilados?
¿Adormecidos?
Oyendo como antaño, cómo acabar -ahora sí-, con la corrupción, la violencia, la desigualdad, la pobreza secular.

Gane quien gane habrá costras de sangre por doquier, promesas incumplidas como hoy.

Seremos paciente y optimistas con el nuevo Sol.

Mientras, los banqueros exigen estabilidad y respeto al libre mercado.

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#Intercampañas
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#Fraude

Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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