SALVEMOS AL PLANETA

Es costumbre ya escuchar que los seres humanos hemos afectado nuestro hábitat, medio ambiente, la naturaleza, los ecosistemas y a nuestro planeta. Principalmente en los últimos cien años – y qué decir de las últimas cinco décadas. Lamentablemente, también, nos hemos acostumbrado a tal circunstancia como si no fuese nuestra responsabilidad el actuar y frenar el avance de tal deterioro y devastación.

Todo ello derivado de la ambición económica de la raza humana, de los niveles de industrialización que privilegian los volúmenes de producción y disminución de costos sobre la protección al medio ambiente, de la contaminación de ríos, lagos y mares, de la explotación irracional de los recursos, de la excesiva movilidad de la población mundial que provoca alta demanda de hidrocarburos, del desmedido consumo de energía eléctrica sin importar sus fuentes de generación, de los estilos de vida de las personas y los hábitos asumidos en esta época de modernidad, y de muchos factores más.

Nuestra obligación moral y derecho por la supervivencia implica provocar el cambio, hacerlo con nosotros mismos en hechos y con metas alcanzables, para propiciar ese cambio en nuestra esfera de influencia y en última instancia sumarnos al cambio de los demás en nuestro país y en el mundo.

Hoy debemos Salvar al Planeta.



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