PARRESHÍA

Sin alma

Sin alma

Foto Copyright: lfmopinion.com

Elecciones 2021

Cuatro temas resaltan de las elecciones del día de ayer: la violencia electoral en el sureste, la consolidación del INE, la respuesta ciudadana y la mezquindad democrática de candidatos y dirigencias partidistas.

Hasta donde se sabe no hubo asesinatos de políticos este 6 de junio, rompiéndose así la racha que ensombreció estos procesos electorales. Pero ello no impidió actos vandálicos en contra de las elecciones y los ciudadanos, la mayoría de ellos se sucedieron ininterrumpidamente con acento en el sureste mexicano, aunque se registraron algunos actos aislados en Jalisco, Sinaloa y Baja California. Robo de urnas, desmanes en casillas, combate a la compra y coacción del voto y casillas que no se instalaron por clima de violencia.

A pesar de ello, el Instituto Nacional Electoral cumplió puntual, eficientemente y sin alardes en la organización y recepción del voto ciudadano en las más de 160 mil casillas instaladas en un 99.73% a lo largo y ancho del territorio nacional.

La administración de los mensajes a la población fue oportuna, asertiva, informativa y tranquilizadora. Los conteos rápidos, el Programa de Resultados Preliminares y la orientación ciudadana acreditaron la profesionalización del INE y lo ponderan ante los amagos de que fue objeto a lo largo de todo el proceso electoral y aún antes, desde frentes del propio Estado.

Los ciudadanos en su doble versión de hacedores de las elecciones, votando y recibiendo, contando y garantizando los sufragios fueron lo más lucido y de orgullo ayer domingo 6 de junio.

Pero las dirigencias partidistas y algunos candidatos, sobre todo del nivel gubernaturas, dieron muestra de inmadurez política y falta de respeto a la ciudadanía, declarándose ganadores con amplio margen sobre la base de supuestos conteos rápidos de casa que nadie conoce, ni conocerá. Afortunadamente los conteos rápidos del INE calmaron las aguas y el descrédito al que mucho abonaron los conductores de noticieros que, con urgencia de llenar espacios y mantener entretenidas a sus audiencias, elevaron este tema baladí a punto de demencia colectiva.

El abstencionismo fue del 49%, no menor de cara a las expectativas levantadas, pero modesto para unas elecciones intermedias.

El presidente, impersonado en su Movimiento, pierde ganando la mayoría simple del Congreso, extraviando franjas importantes de electores y enclaves geográficos; es fuertemente maltratado en el principal bastión electoral y económico de su movimiento, la Ciudad de México y gana en posiciones locales haciéndose de gubernaturas que le permitirán ampliar sus afanes centralistas.

Lo difícil de prospectar es su reacción. ¿Habrá en su ser resquicio alguno para recapacitar, para la autocrítica y la corrección? ¿Será capaz de abrirse a la negociación? ¿De ver al otro? ¿Remitirá en sus barriles sin fondo, ocurrencias y rencores? Poco vivirá el que no lo vea.

La lucha por el poder se teñirá de sin alma



Gana, sin duda, el Estado de Derecho, la división de poderes, por lo menos en el ámbito legislativos, aunque se angustia en la relación Ejecutivo y Judicial, la vía democrática, las instituciones electorales, el alicaído y en crisis sistema de partidos y el poder ciudadano. El federalismo corre riesgo por el control presidencial de gobernadores en papel de cónsules.

Por lo pronto la vía legislativa se le complica y encarece. Sus guajes para nadar, por medio de los cuales asegura mayoría absoluta en la cámara baja del Congreso de la Unión, PT y PVEM, honran su estirpe bucanera y habrán de cobrarle carísimo su acompañamiento. Cría cuervos y te sacarán los ojos.

La Alianza Opositora se consolida haciendo difícil y oneroso su rompimiento, lo que complicará al presidente la cooptación de votos opositores.

Por tanto, es probable que el presidente abandone el ring legislativo, gobierne por decreto y apunte sus baterías a comerse lo que le falta de la Suprema Corte de Justicia, asegurando los votos de cuatro ministros que le garanticen que el pleno no logre la mayoría calificada para declarar inconstitucionales leyes sujetas a controversias que duermen el sueño de los justos desde el inicio del sexenio y todo lo demás que se le venga en gana.

Por lo pronto, la publicación en la madrugada de este 7 de junio en el Diario Oficial de la Federación de las reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial y su transitorio por el cual se prorroga el mandato del Ministro Presidente Arturo Zaldívar, ayer, por cierto, increpado por ciudadanos en su casilla, no anuncian nada bueno y dejan un sabor de boca de berrinche a bote pronto.

Hoy, sin embargo, inicia una nueva etapa en este de suyo complicado proceso electoral. El postelectoral será salvaje. Estamos ante demócratas sin compromiso democrático. La lucha por el poder se teñirá de sin alma. Las instituciones serán nuevamente puestas a prueba, si no son antes fulminadas. La participación ciudadana será acusada de fraudulenta y vendida, la actuación de funcionarios de casilla de delincuencial y venal, la fortaleza del INE de golpista, la fiesta ciudadana de farsa mediática. Las elecciones todas de fraude.

Se requerirá mucha ciudadanía, como ayer, para resistir la resaca de la ola democrática que ayer bañó con aguas cristalinas y refrescantes el desastrado momento nacional.

¡Qué Dios reparta suerte!





#LFMOpinion #Parreshia #Elecciones #Triunfos #Riegos #Democracia #Madurez #Partidos #Dirigencias #Candidatos #Ciudadanos #INE

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: