PROHIBIDO PROHIBIR

Halloween y Todos Santos

Halloween y Todos Santos

Foto Copyright: lfmopinion.com

Tengo la impresión de que las brujas son más felices que los muertos y más fáciles de identificar en concreto ya que por sus poderes mágicos o de hechicería, muchas quieren ser o parecerse a ellas.

Desde enero hasta diciembre, cada mes tiene su sello mercantil celebratorio ¡compre, festeje!: el día del amor, que el día de la madre, del padre, hasta del compadre, Navidad, Los Reyes Magos… en octubre, Halloween y en noviembre, los Fieles Difuntos.

Propiamente en las fronteras somos sociedades binacionales, donde tratamos de obtener lo mejor de ambos mundos. Así celebramos el anglosajón Halloween o día de Brujas y la calaverita de Los Fieles Difuntos. Por cierto, el Halloween o día de brujas ya se ha extendido a todo el territorio nacional, mucho por la influencia comercial y un tanto por nuestro espíritu festivo y copista.

Sin embargo, la tradición religiosa empuja hacia la fama la recordación mortuoria citada, que es mucho menos popular que las brujas.

Tengo la impresión de que las brujas son más felices que los muertos y más fáciles de identificar en concreto ya que por sus poderes mágicos o de hechicería, muchas quieren ser o parecerse a ellas.

En cambio, los muertos, cuando no son los nuestros, son una idea abstracta. Es decir, mil muertos en un terremoto en Bangladesh, en cambio es más cercano: la bruja del tercer piso. O, a veces, cuando hay suerte, esa mágica hechicera… me tiene anonadado, enamorado, de cubito inclinado, atolondrado. O, como se decía no hace mucho, ¿qué toloache de cannabis le habrá dado Martita al cocacolero de Fox?

Según los estudiosos de Oxford, los orígenes de Halloween se remontan al menos hace 3 mil años cuando los pueblos celtas celebraban el año nuevo, o el festival pagano de Samhain, del fin del verano e inicio del invierno, cuando “los muertos caminan entre los vivos”.

Etimológicamente proviene del irlandés All Hallow’s Eve o All Hallows Evening, víspera de Todos Santos. Proviene de la esperanzada premonición de un invierno sin fríos extremos principalmente en Irlanda, Gran Bretaña y el noroeste de Francia.

En la actualidad esta festividad con rasgos espeluznantes está ampliamente difundida en los EUA, el Canadá y el resto del mundo occidental.

Los inmigrantes de Irlanda y Escocía llevaron el Halloween a los EUA en el siglo XIX y los inmigrantes haitianos y africanos, más alguno que otro veracruzano, agregaron creencias vudú, sobre gatos negros, fuego, brujería y pócimas mágicas.

La tradición de ‘trick or treat’, nace cuando se hace una peregrinación o ‘souling’ ofreciendo una oración a cambio de pan y bebida y hoy en día, dulces y confites para los infantes.

Cabe recordar que en un principio los adultos bailaban y cantaban a cambio de un poco de cerveza, lo que hoy las reglamentaciones policiacas han limitado en gran medida.

Como también la tradición de usar pieles de animales como disfraces ‘para confundir a los espíritus chocarreros’ y evitar que poseyeran a los bebedores distraídos. Así como el uso de máscaras o caras ennegrecidas con carbón, mientras otros preferían vestirse de mujeres y viceversa como muestra social de inconformidad, provocación y confuso divertimiento.

Con la conquista del territorio celta por parte de los romanos, las autoridades cristianas promovieron el sincretismo con la Fiesta de la Cosecha y en el siglo VII, el papa Bonifacio IV decretó la Fiesta de Todos Santos, para honrar a los mártires de su fe. Se impuso la vigila de comer carne que se sustituyó por manzanas, dulces, pasteles y… cerveza.

La cinematografía hollywoodense ha sido de gran influencia para la celebración horrorífica del último día de octubre, sobre la base de que alrededor del 25% de la población de este país, afirma haber visto un fantasma o haber sentido la presencia de algún espectro o quimera.

Según estudios de expertos de la Universidad de Veracruz, en situ desde Catemaco, dos de cada cinco entrevistados creen que los hechizos y brujerías son reales y el sacrificio de gatos negros la víspera ayuda a la sanación del espíritu y del cuerpo.

Joel Best, sociólogo estadounidense, de la Universidad de Delaware, aunque ha reiterado el peligro eventual de enfrentar golosinas peligrosas o manzanas envenenadas, insiste en que la psicosis social es más cierta que la realidad ya que actualmente, hasta ahora, no se ha registrado ningún caso conocido de niños muertos por envenenamiento de frutas o golosinas en Halloween, aunque ha habido algunos indigestados.

En este ambiente mundial de terror, postpandemia de COVID19, de invasión rusa a Ucrania, de inflación, reducido crecimiento, desarticulación de las cadenas productivas alimentarias, energéticas y tecnológicas y de alta concentración del ingreso y la riqueza; si acaso usted planea organizar un maratón de películas de miedo puede escoger entre una gama de opciones en diversas plataformas.

Desde terror y triple equis como Camino hacia el miedo del 1 al infinito, Galaxy of terror, Nubil baby horrified, entre otras miles…, generalmente de muy baja calidad artística y dirigidas para un público con intereses eclécticos, por decir lo menos. Hasta Disney en Hollywood como Rec en varias sesiones, Predetor, El bosque, Malasaña 32, Aniquilación, la saga de Chucky…para otro público también en crecimiento.

Películas clásicas son: El gabinete del doctor Caligari, The Golem, Nosferatu, El bebe de Rosemary. The Witch. It Fallows, Midsommar, Baxter, Hagazussa, Carrie, Possesion, The Shining, One Flew over the Cuckoo’s Nest, Repulsión… México Bárbaro, Macario, Tenemos la carne, Vuelven, Santa sangre, películas que generalmente tienen un buen guion, fotografía excelente, buena actuación y música ad hoc, que crispa los nervios, abona a la producción de litros de lágrimas y concertación de gritos.

Toda la industria cinematográfica a sus pies para provocar emociones de horror, violencia, miedo y espanto, con toques de lujuria y sexualidad tácita, figurada o que no deja lugar a duda, explícita y muchas veces, escandalosamente vulgar. Además… al alcance de su celular.

Así que no olvide las palomitas, su jarra de café o té caliente o frío, un kilo de kleenex y una manta o cobija a su gusto.

Prohibido hablar de las mañaneras, ni de Adán y las otras corcholatas y menos de los opositores hundidos.

Desconecte o apague los celulares y dispóngase a vivir una noche de terror, con los ojos pelones tendrá otra vez insomnio. Aquí en Halloween no hay medias tintas. Alguien tocará en su puerta para el “treat or trick” y en la madrugada medio adormilado verá a las brujas volando en sus escobas cruzar de lado a lado el horizonte, oteando a quien se deje para cambiarle la vida.

En México, disfrute de los altares de muertos con papel picado, flores amarillas olorosas y bellas de cempasúchil, haga acopio de objetos del gusto de sus difuntos, sume sus retratos y recuerde que nadie muere totalmente mientras los recordemos.

Para desayunar un buen atole y torta de tamal, no olvide pedir su calaverita. Reconozca con humildad: somos esclavos de la mercadotecnia y no olvide su disfraz, le servirá para todo el año. Por si las moscas: rece con devoción un Padre Nuestro y dos Aves Marías, mientras los difuntos buscan a sus parejas y las brujas sus amores escépticos prohibidos.


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Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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