PROHIBIDO PROHIBIR

Polarización

Polarización

Foto Copyright: lfmopinion.com

Que sumemos constructivamente la opinión del otro, en lugar de solo oírla para rechazarla y para apuntalar nuestras creencias. Esta llamada confirmación es en realidad un corto circuito que impide la tolerancia.

Después del tiempo de pandemia por COVID19, el mundo entró en ‘shock’ frente a las alternativas propuestas para recuperar algo de lo perdido y retomar el acceso a los grandes postulados universales como democracia, libertad y progreso, por ejemplo.

En la vieja Europa se exacerbó la migración desde el África por ancestrales carencias y la invasión rusa a Ucrania mostró que aún en el siglo XXI los centros hegemónicos de poder siguen comportándose como trogloditas de principios del tiempo de la humanidad. La denominada civilización se olvidó de la cultura que le da histórica consistencia y hoy parece una muestra incivilizada de malos y pésimos propósitos.

Pareciera que la ruta de la dignidad se perdió junto con las reiteradas agresiones y desconsideración de los fuertes ante los débiles. Otra vez prevaleció el tiempo de desconocernos unos a otros, por diferentes colores de piel, género, religión, lenguaje, creencias y valores. Riqueza y pobreza. O el reparto de la acumulación.

De esta manera, en busca de mejores alternativas frente a viejos problemas, el mundo nuestro se ha polarizado en extremos aparentemente irreconciliables o excluyentes.

Está lejos la opción de busca y logro de la deseada felicidad. Se trata en cambio de sobrevivir las crisis… y de navegar de muertito. Día a día, con las menores heridas posibles.

Cada vez hay más grupos sociales inconformes con los intereses dominantes que prevalecen y que muchos gobiernos tradicionales representan, fomentando la polarización, la marginación y los abusos.

En Italia, por ejemplo, la diferencia tradicional entre el norte más desarrollado y el sur mucho menos, se ha acentuado, con la aparición de grupos fascistas inspirados en las guerras y regímenes del siglo pasado.

En los EUA, se avizora que políticos protrumpistas hayan ganado gubernaturas y escaños en el Congreso en las elecciones del martes 8, con la representación de políticas agresivas contra migrantes, minorías y recomposición de las fuerzas rumbo a la próxima elección presidencial.

A pesar de la victoria de Lula en Brasil, se ve lejos su toma de posesión hasta enero del 23, sin manifestaciones, polarización e incluso atentados violentos. Ese bellísimo país está totalmente dividido entre el partido aún gobernante y el partido político victorioso con programas de gobierno y acción distintos y encontrados. El ganador con amplio colmillo retorcido aseguró que gobernará para todos, pero muchos no le creen y crece el temor y el odio.

En general, los regímenes de izquierda o centristas en América Latina están enfrentando condiciones muy difíciles de gobernanza.

Por ejemplo, el mismo gobierno de Lula, en su caso, tendrá un Congreso opositor y gobernadores poco simpatizantes con su proyecto.

Con distintos matices, lo mismo pasa en la Argentina con el presidente Fernández, en Chile con Boric, en Perú con el presidente Castillo y con Arce en Bolivia. En Colombia con Gustavo Petro y en México con el famoso pejePresidente.

El caso de Cuba con 60 años de bloqueo estadounidense es aún más complicado en lo que concierne al bienestar del pueblo y a la polarización auspiciada desde Miami.

Todos los gobiernos citados están enfrentando campañas de polarización que han dividido radicalmente a la votantes y generado fanatismos de ambos bandos.

El asunto nodal no sólo está en la división del horizonte presente y futuro en cada uno de nuestros países, sino en la posibilidad de ponernos de acuerdo para encontrar soluciones a las grandes diferencias y ejecutar alternativas viables en rubros como la salud, la educación, el combate a la criminalidad creciente, la migración hacia el norte, el apoyo a empresas y a la inversión frente a la competencia internacional, las crisis alimentaria y energética, la distribución de los beneficios del desarrollo y las importantes relaciones comerciales con nuestros principales socios, en dos palabras: ¿cómo progresar?

¿Cómo mejorar nuestra calidad de vida y liberarnos de trabajos enajenantes, poco productivos e incluso, esclavizantes?

En verdad, el primer paso es reducir la polarización política y social y ejecutar un plan de reconciliación nacional para lograr metas y objetivos de amplia aprobación y absolutamente necesarios como garantizar la alimentación, la salud y la educación de nuestros pueblos. Con altos estándares de calidad y suficiencia en disponibilidad académica y su vinculación con la oferta productiva.

Las chocantes campañas tanto de defensa a ultranza sin restricción alguna del Instituto Nacional Electoral como su permanente crítica son muestras significativas de la polarización descrita.

Por un lado, sus defensores consideran que es indiscutible la ‘magnífica’ función y resultados del INE, casi sin posibilidad de mejora en el ejemplar sistema de la eficiencia democrática, incluso a pesar de su altísimo costo relativo.

Por el otro, los detractores se niegan a considerar alguna actuación de mejora para nuestro país y su largo camino democrático debido al INE, a quien consideran una institución plagada de desaciertos, costosa, representante de la peor calaña opositora.

Unos dicen que ‘el INE no se toca’ ya que los morenistas quieren desaparecer esa sacrosanta institución garante de la democracia nacional.

En cambio, los otros dicen que es un agravio al pueblo que el INE siga con sus triquiñuelas y abusos en términos de excesos de presupuesto y gastos de privilegio para sus dirigentes y compinches. Además de campañas y encuestas escondidas y manipuladas a su conveniencia…

De hecho, uno de los promotores visibles de las virtudes del INE, un X, ha convocado a una manifestación de defensa del status quo, para impedir que en el Congreso se apruebe modificación alguna con respecto a su organización y funcionamiento, siguiendo la mexicanísima alegoría que ‘más vale malo conocido que bueno por conocer’. Se refieren a la cautela de apostar a lo desconocido sin tener la certeza de lo que pudiera ser mejor. Mientras, el INE sigue identificado con las causas clásicas de los opositores a Morena. O se ve como un espacio costoso de libertinaje y dispendio.

En suma, en la polarización las voces moderadas pierden poder e influencia. Y los discursos y acciones de odio ganan espacio e influencia con el significativo propósito de marginar e insultar al grupo opositor para combatir su influencia política, en ocasiones bajo el disfraz de la ‘libertad de expresión’.

Para algunos estudiosos del tema, el odio es expresión del racismo y de la manifiesta disparidad de recursos para manipular desde las instituciones y empresas de comunicación que exacerban las diferencias de acuerdo con su interés, ya que como son los dueños de los medios de comunicación más influyentes, contribuyen a la reproducción de la discriminación, ocultándose a la vez, la posibilidad de interacción y reducción de la existente polarización social.

Así que seguramente la mitad de nosotros estaremos decepcionados. Y muchos muy enojados… tal vez hasta cuando aceptemos que son más los valores que nos unen como mexicanos, que los antivalores que nos distancian.

Como la exacerbación del fortalecimiento de una actitud vital para evitar la división entre la población que consiste en destruir al contrario y, en cambio, apostar al espíritu de colaboración nacional que pudiera fortalecer las condiciones de una sana democracia moderna, donde caben todas las opiniones según su consenso básico en nuestra identidad nacional.

De tal manera que sumemos constructivamente la opinión del otro, en lugar de solo oírla para rechazarla y para apuntalar nuestras creencias. Esta llamada confirmación es en realidad un corto circuito que impide la tolerancia.

Esto es, se requiere de un modelo de comportamiento tal frente a los adversarios políticos y sus planteamientos, que podamos establecer vínculos de intereses mutuos y de respeto; siempre en defensa de la cultura y en contra de la polarización y la sinrazón.

No importa en realidad que se muestren grandes diferencias y antagonismos, sino que seamos capaces de verlos como una oportunidad de entendimiento para encontrar el mejor camino de desarrollo y progreso. Para resolver problemas y no para acentuarlos.

Desde luego es difícil, pero no imposible hacerlo.

#LFMOpinion
#Prohibido#Prohibir
#INE
#Tolerancia
#Diferencias
#Polarización
#Democracia

Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

Sigueme en: