Crimen y castigo

El poder del dinero y la fortaleza de la posición social con que se cuente, han determinado y modulado desde hace siglos la estructura de los sistemas de justicia y libertad, y la posibilidad de utilizar sus recovecos, oportunidades y espacios negros para beneficio individual o de clase.

Se sabe que el gran Dostoyevsky fue condenado a muerte por sus opiniones políticas, pero, por fortuna para la literatura universal, en cambio y como castigo, ‘sólo’ fue enviado temporalmente a las gélidas estepas del destierro ruso.

Ciertamente fue frecuente la expulsión a Siberia de los detractores del régimen y el eventual fusilamientos de los contrarios.

Raskolnikov después del crimen, sufre las inclemencias de su propio castigo.

Históricamente la obnubilación psicológica también invade hasta la médula y las moléculas más íntimas, las emociones y actuación de reconocidos analistas políticos, articulistas y locutores detractores y hoy sus exageraciones fortalecen el odio inconmensurable, aunque a veces sistemáticamente ganado contra la 4T.

Cabe recordar que, en cambio, en otros tiempos la pax porfirista generó la marginación y desaparición de la oposición liberal. Hoy generalmente no se pierde la vida salvo que se tienen que pagar impuestos, no más devoluciones y compensaciones. No más evasión y descarada elusión fiscal.

Con la manipulación informativa que padecemos en México sería un acierto que los voceros del antiguo régimen sufrieran en consciencia una pizca de pesadumbre ‘raskolvikiana’ por sus opiniones tendenciosas y aún mentirosas, que en lugar de contribuir a construir han polarizado al país, ya de por sí históricamente dividido. Desde luego, sin olvidar la “politización” del régimen.

Aunque somos muchos Méxicos, en realidad nos debieran de unir valores más importantes que pleitos de comadres en la azotea. Dimes y diretes sin consistencia que han significado jalones contabilizados en pérdidas y retrasos con altos costos políticos, económicos y sociales. Con emocionales sainetes.

Sumar y votar por el proyecto de cada quién debiera ser el camino para combatir democráticamente con veracidad, no con ocurrencias absurdas o de mala leche.

En estos tiempos, los votos debieran ser lo que cuenta, junto con el respeto a los ganadores. Sin cochupos como durante el tiempo de Ufraude en la presidencia del organismo electoral nacional, por ejemplo.

Como bien escribe Flavio Díaz Mirón, desde La Paz, a propósito de mi artículo anterior, Deconstrucción: ‘En un país como el nuestro hay que sumar sin renunciar; hay que construir sin condiciones; y hay que continuar con pleno respeto al patrimonio personal, en un marco de inclusión solidaria’.

No somos los únicos, en los EUA también han ocurrido ejemplos notables de esta red intrincada de influencias y variables de poder y dinero como determinantes de los asuntos judiciales.

Como, por ejemplo, caben señalar las acusaciones desde asesinatos a violaciones atribuidas a comunidades marginales y que relata Faulkner, otro gigante de la literatura universal, en Yoknapatawpha. Relatos sobre el Ku Klux Klan, la esclavitud, la Guerra Civil y el Mississippi. La vida entre blancos y negros del sur.

Entre otros juicios controvertibles de famosos recuerdo el caso de O.J Simpson, exjugador de fútbol americano acusado del asesinato de su mujer y un amigo. Fue absuelto en 1995, aunque fue condenado por un robo posterior a mano armada.

El juicio por agresión sexual contra Bill Crosby es también icónico, un juez declaró la nulidad del juicio después de que el jurado no lograra conciliar un veredicto unánime.

Según los expertos, esto mismo pudiera ocurrir, cuando menos parcialmente, en el juicio actual contra Genaro García Luna que, además, tiene manifiestamente apoyo publicitario de la mayoría de los medios de comunicación desde México en razón directa a la antipatía que genera entre ellos la 4T y particularmente el famoso Pejepresidente.

De tal forma que la nulidad del juicio en este caso o su absolución sería una fiesta para los pripanistas confesos y encubiertos. Y el expresidente Calderón seguramente pagaría las cubas a Aznar y asociados.

Si, por el contrario, García Luna es encontrado culpable el juez podría imponer una sentencia de 5 años a cadena perpetua, creo que esto último es francamente improbable dado que la fiscalía no aportó, por razones desconocidas y aun teniéndolas a la mano, cartas, otros documentos, vídeos, grabaciones y demás elementos probatorios más allá de las ‘declaraciones incriminatorias y repetidas de criminales’ contra el acusado súper policía, que algo debe de saber de los grupos antinarcos estadounidenses. Quid pro quo.

Sin embargo, si el show debe continuar cabría preguntar: ¿qué sigue?

¿Pudiera ser extraditado a México o huiría a España o a Israel, tierras de seguridad de delincuentes mexicanos confesos e intocables como Tomás Zerón, Salinas, Calderón, Peña, los exdueños de Aeromar y los demás que se acumulen esta semana o que cambien residencia de los EUA a Europa por precaución a enfrentar acusaciones y juicios, como pudiera ser el caso de Zedillo, Ricardo Anaya, Gastón Azcárraga, Cabeza de Vaca y un largo etcétera?

¿O se refugiaría en los propios EUA, ya con tarjeta de residencia y permiso de inversionista?

¿O en México obtendría un amparo contra su aprehensión y llegaría a un acuerdo monetario, al fin que para esta administración lo relevante es ‘reparar el daño’ en términos pecuniarios?

¿O de plano, si acaso la desfachatez es mucha, pudiera litigar pro bono en la Suprema Corte por el daño moral sufrido y ganar millones de dólares de compensación?

¿O contratar a los abogados que llevan el caso de la ministra a quien se acusa de plagio y de plano, desaparecer legalmente a las autoridades México- estadounidenses que se atrevieron a enjuiciarlo?

¿O acaso García Luna no tiene ninguna culpa y es producto de dos países envilecidos por la corrupción, las componendas, el consumo de fentanilo y el dinero fácil?

Mientras las narcobandas siguen envenenando a ambos lados de la frontera; se oye como hablan para sí mismos: ‘se está ganando la batalla al crimen’. ‘Los números muestran que disminuyen secuestros y robos’. Con más entusiasmo: ‘el homicidio doloso ha empezado ya a descender’. Con énfasis: “la estrategia de seguridad funciona bien”.

De acuerdo al mapa delincuencial del país, en Zacatecas, Guanajuato, Sonora, Sinaloa, Baja California, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Veracruz, Coahuila, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo, CDMex, Morelos, Estado de México, San Luis Potosí, Colima, Nayarit, Jalisco, Nuevo León, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, y en Michoacán, hay mayores posibilidades comparativas de ser extorsionados por malosos al cobrar la cuota semanal o derecho de piso y de perder la vida sin oportunidad de defensa, a pesar de la amplia presencia de la Guardia Nacional.

Como escribió Onetti: “Los hechos son siempre vacíos, son recipientes que tomarán la forma del sentimiento que los llene”.

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