La conjura

Según conocidos lingüistas, la ‘conjura’ siempre trata de impedir o evitar una situación que puede ser peligrosa y trata de invocar la presencia y manifestación de algún espíritu o ser sobrenatural.

En efecto, evocamos nuestras propias metáforas, paradójicamente, para enfrentar nuestras propias necesidades. Conjuramos.

En la historia de la humanidad ha habido un sinnúmero de conjuras famosas, que han contribuido a cambiar el presente y condicionar el futuro.

La serpiente que es diablo, conjurando con Eva para comer la fruta prohibida y seducir a Adán, aunque ello costara expost su expulsión del Paraíso.

En la mitología griega, las conjuras abundan: Zeus conquistando a Leda, a Europa, a Dafne y Hera conjurando para impedirlo o remediarlo, tal vez para mitigar el dolor y la traición, si es que los dioses lo sienten o es sólo arrogante vanidad.

Helena, la mujer más bella del mundo, en el centro del olímpico certamen que conjuró hacia la famosa Guerra de Troya, el destino de Aquiles, de Héctor, de Odiseo a.k.a. Ulises, de Menelao y de la propia Helena, entre otros muchos inocentes, y la influencia en uno y otro bando de Palas Atenea, Afrodita, Artemisa… de Poseidón y del propio Zeus

Entre los romanos, durante el tiempo del emperador Julio César, el de Alea Jacta Est al cruzar el Rubicón, su enfrentamiento con Antonio y enamoramiento con Cleopatra, episodio histórico tantas veces llevado al cine con mezcolanza azucarada y lágrimas hollywudenses de pilón. ¡Y qué colisión del tartamudo Claudio y el déspota Tiberio en tiempos de las conjuras de Lidia! hasta el incendiario Nerón.

Tanto la Gran Guerra como la Segunda Guerra Mundial son ejemplos de conjuras, donde cada quien tira para el lado contrario hasta que sendas bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki aceleran la derrota del Eje, dejando millones de muertos y heridos de ambos bandos, entre combatientes y civiles más la relevante e ignominiosa conjura contra judíos, gitanos, homosexuales y otros diferentes recluidos en campos de concentración.

En nuestro país también se conjuró desde siempre. Contra un gobierno, contra el otro. En la historia que nos define destaca la conjura de los criollos, mestizos e indígenas frente a peninsulares europeos.

La Corregidora doña Josefa fue una eficiente y destacada conjuradora, tanto que su esposo, como sucede en muchos casos, jamás se enteró, o actuó como si no supiera, incluso cuando Allende la cortejo.

En nuestro continente, Lincoln, que abolió la esclavitud, es asesinado en el teatro, en absurdo pago a su proclama libertaria.

Otros ejemplos: Lenin y Stalin contra Trotsky, refugiado con Diego y, especialmente, con Frida.

Lee Harvey Oswald, asesinado por asesinar a Kennedy, desangrado en los brazos y piernas de Jacky.

¿Quién no ha disfrutado un desayuno sobre la hierba, una tarde-noche de función doble en el autocinema?

El conjuro contra su virginidad y cómo ella la defendió ante palabras silenciosas y besos apasionados que poco a poco derrumbaron las defensas como las murallas de Jericó y abrieron paso a la vida de Rahab y su familia.

En ‘La conjura de los necios’ (Kennedy Toole), se hace referencia a la frase atribuida a Jonathan Swift: “Cuando aparece un verdadero genio en el mundo, se le conocerá porque todos los necios se conjurarán contra él”.

El azar o la fortuna conjura contra muchos y ofrece a algunos caviar y langosta con burbujas de champaña. Otros, muchísimos, deberán conformarse con ‘teve dinners’ y refrescos de cola, mientras tratan de reemplazar las guerras por orgías virtuales.


En la Suprema Corte está hoy la conjura en torrencial y calenturienta expresión, contra el Plan B, contra el acuerdo de seguridad nacional, sobre todo en las obras icónicas del régimen actual. Contra todo lo que sea o huela a hechizo morenista.

En respuesta, desde las mañaneras convertidas ya en Tribunales de conjuras y contraofensivas se respondió con creces. …¿Ah, sí? Pues ‘tengan para que aprendan’.

Va un nuevo decreto presidencial subrayando lo acordado como de interés y de seguridad nacional. No hay vuelta de hoja. Una por otra.

Se retira también la concesión ferroviaria, aunque solo por 120 kilómetros en Veracruz, a un millonario empresario minero futuro dueño de Banamex y los gritos de protesta retumban en la tele, en la radio, en las redes. una colusión conjurada de manipulación informativa que debiera dar risa, sino fuera por ser patética. Y eso que apenas empezaron a pagar impuestos… extrañan las prebendas. Los negocios privados con recursos públicos.

En efecto, la conjura de ruindad no tiene límites.

¿Triunfará la conjura coaligada a la 4T o los poderosos millonetas que prenden veladoras y cuentan dólares sin fin, rogando por una pronta devaluación, al tiempo de ir descontando los días ante el inminente cambio de régimen? ¿Se impondrán otra vez?

Apostemos: para mí no hay vuelta de hoja. Pago doble contra sencillo.

Aproveche usted estimado lector: hoy que estoy muy contento por el triunfo de las Chivas Rayadas del Guadalajara frente al odiado rival.

Una especie de venganza que ya hacía falta, desde cuando los Vergara conjuraron para destruir al equipo de mis amores para beneficiar los negocios de Televisa. ¡Ajuuuua!

Como dice el refrán: ‘a cada capillita se le llega su función…’


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