El reino del nabo

En su Ética a Nicómaco, Aristóteles refiere un verso que subraya la siguiente afirmación sobre la virtud: “los hombres sólo son buenos de una manera, malos de muchas”.

“La virtud es un término medio, pero, con respecto a lo mejor y al bien, es un extremo”.

En el habla popular es común oír el mexicanismo calificativo: ‘tal cosa está del nabo’, cuando se llega al límite de cordura, de inseguridad, de altos precios, de enfermedad e ineficiente salud pública, cuando se combate la fuerza de narcobandas y asesinatos con inoperantes abrazos y el régimen de justicia está hecho un reverendo desmadre.

Cuando prevalece el crimen, el desamor, la marginación y la discriminación.

En efecto, hay muchas regiones de México que están del nabo, donde mandan los mafiosos, los narcos, los criminales, donde como en el corrido: ‘la vida no vale nada’.

Más ejemplos: las repetitivas exhortaciones del mandamás, de que ‘acusará con sus papás y abuelitos a los mal portados’, no son más que expresiones prepotentes y arrogante disfraz de chacoteo. Se oyen como oír llover. Son de vergüenza para todos. Son del nabo.

En una sociedad tan desigual y de tantos contrastes, como la nuestra, de alta marginación y pobreza, muchos sentimos, sabemos, que no andan bien muchos asuntos relevantes de gobierno, es decir, los asuntos de Palacio. Que falta vitamina.

Incluso a pesar de la fiesta de los 5 años de la victoria en el Zócalo y las reiteradas buenas intenciones para resolver, !ahora sí!, múltiples injusticias ancestrales.

Y del recuento de éxitos como los múltiples programas sociales de la 4T.

De que hoy ya pagan impuestos oligarcas abusivos.

Del recate de Pemex y de la CFE y la construcción del Tren Maya, de Dos Bocas, la comunicación interoceánica Coatzacoalcos-Salina Cruz, del AIFA que algún día se usará con amplitud.

De la estabilidad financiera y paridad del súper peso, alrededor de 17 por dólar, sin devaluaciones abruptas, del aumento de inversiones extranjeras y alta captación de remesas.

De los buenos resultados macroeconómicos relativos y del mínimo aumento de deuda pública.

Del múlticitado combate a la corrupción con Segalmex como el gran frijol negro del arroz.

Y de la lucha contra la consolidación fiscal y del crecimiento del reino del nabo como en Guanajuato, Zacatecas, Colima, entre otras regiones específicas.

Como sabemos, todo lo público debe de ser de calidad y contar con mejores alternativas, planes y programas eficaces, con óptimas soluciones para el bien común.

Prioritariamente los casos que más dañan a las comunidades, en medio de la creciente militarización actual, debieran considerar no sólo la encomienda sino la certeza de combatir la inseguridad con eficacia, más allá del informe de sube y baja de monotonía uniformada y la reiterada presencia de la Guardia Nacional.

Por estados, Michoacán está del nabo y Tamaulipas, Baja California, Guanajuato, Sonora, Colima, Veracruz y el resto del país también en zonas determinadas.

Feminicidios, secuestros, drogadicción, robos de cuello blanco y empresarios ‘condóminos’ de las mafias habitacionales que les hacen lo que el viento a Juárez… en fin, una larga lista repetida casi todos los días, sabida de memoria.

Mientras se dice y se repite, aún antes del desayuno, que se ‘va a investigar, que ya se está viendo, que estamos trabajando’ Y a la muy útil, recurrentemente expuesta Rosa Ícela, se le carga la mano, como si fuera la única capaz, con buena voluntad aunque humildes resultados ante la avalancha criminal. La única disponible para resolver lo imposible.

Al fin, el crimen se va administrando.

De hecho, todo se puede hacer, incluso legislar mal y con prisas para que la Suprema Corte intervenga y eche abajo el Plan B, para aprovechar y echar la culpa al pasado de todos los males presentes… y a los anquilosados presuntos responsables no se les toque ni con el pétalo de una rosa. Carajo, se oye en las calles, si son culpables debieran de pagar sus culpas en la cárcel.

Nada de que una mínima y conveniente encuestita lo impide.

En la cárcel debieran ya de estar Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña y muchos otros de esta misma administración. Si, como se dice hasta la náusea con eructos y con vómito, son culpables de todo lo malo, en nuestros términos legales y aristotélicos.

Si, como se dice, ‘con la vara que mides serás medido’, será fácil culparlos hasta de los asesinatos de mañana. Y castigarlos conforme a la Ley.

Consta que he denostado insultos y mentadas al famoso pejePresidente y he criticado a la oposición corrupta y prepotente. A la manipulación informativa que tanto daño ha hecho al país.

Sin embargo, he subrayando cuando las cosas ‘están del nabo’.

Las corcholatas en campaña haciendo maromas para no parecerlo.

Los opositores igual, disfrazados Y su aparente mejor opción preparando la botarga.

La consigna parece ser no hacer olas incontrolables, al fin falta poco y ya será asunto y responsabilidad de la corcholata designada, la de la rifa del tigre.

Hoy el estado de simulación prevalece y el rey reina desnudo y convencido de que se atenderán las causas mientras protege a Ovalle y a Garduño con la máxima juárista reiterada, que repite y repite una y otra vez como mantra de campaña.

No importa que se agarren a balazos policías y ladrones en todo el país y los grupos de delincuentes impongan su ley con la connivencia de muchas autoridades estatales y municipales

Por ejemplo, no importa que Tijuana tenga una alcaldesa refugiada en la zona militar y que sigan al alza los asesinatos de quienes no cuentan con protección militar.

No importan el crecimiento de la marginación, el abuso a migrantes, la primitiva política de los listoncitos amarillos mientras los traileros toman la ciudad y deciden gota a gota controlar los cruces fronterizos.

Y la marginal oposición nacional se entusiasma con Xochitl y ella sueña que sí puede, que lo merece por haber sufrido tanto de niña, por haber vendido gelatinas.

Mientras, todo ocurre y no pasa nada. Mientras no “puede haber texto sin contexto”, al fin se asegura ‘que estamos avanzando (sic), sin contubernios, sin vinculación con la delincuencia, sin corrupción’.

Quizá muchos o casi todos estamos convencidos de que el bien es difícil de alcanzar. Para empezar, se requiere menos arrogancia y más empatía. Menos verborrea y mejores resultados. Menos insistir en el reprobable pasado y en cambio, asumir las responsabilidades del presente, en consideración a cuatro años y medio de gobierno.

Se requiere evaluación y autocrítica. Hacer más y decir menos

En efecto, se ha avanzado, pero no lo suficiente, ya que también hay a la vista el hipernabo.

¿Hasta cuándo?

Mientras, Trump afila navajas. De Santis en La Florida firma leyes anti-migrantes y Abbot de Texas expulsa migrantes y construye el muro.

Juzgue usted, el año que entra nos tocará elegir e ir a votar.

Y recomenzar a descubrir el hilo negro como cada sexenio para determinar culpables.

La memoria frente el futuro y los responsables en la distribución del nabo.


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