La Reforma Educativa y los gastos de difusión

La Reforma Educativa contiene tres objetivos principales: aumentar la calidad de la educación básica; aumentar la matrícula y la calidad de la educación media superior y superior y recuperar la rectoría del Estado en el sistema educativo nacional. Fue aprobada el 13 de diciembre de 2012 por la Cámara de Diputados en 18 minutos en la sede alterna del Centro Internacional de Negocios de Banamex, dada la imposibilidad de reunirse en la sede oficial por manifestaciones y protestas populares, principalmente de maestros tanto en lo general como específicamente contra el sistema de recompensas, bonos, reconocimientos y evaluación.

Además, se agregaron cinco modificaciones a la iniciativa original que generaron mayor controversia:
incluir la opinión de los padres de familia en las evaluaciones y asimismo la de otros sectores y grupos interesados; fomentar la igualdad y transparencia en el ingreso al servicio docente y establecer promociones con características de reconocimiento y permanencia; permanencia limitada en cargos directivos; voto mayoritario de seleccionados en la Junta de Gobierno y promoción de escuelas de tiempo completo.

El 20 de diciembre del mismo 2012, la Cámara de Senadores aprobó en su totalidad y sin modificaciones la Reforma Educativa establecida en el Pacto por México.

Se agregaron tres leyes secundarias en 2013: autonomía para el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), servicio profesional docente y otras modificaciones relevantes a la Ley General de Educación.

En esta Reforma sobresalen: el papel del Estado, desde materiales, métodos, organización, infraestructura, hasta idoneidad y calificación de docentes; se eleva a rango constitucional la posibilidad de que los padres de familia expresen su opinión y se crea el Sistema de Evaluación Educativa.

Las manifestaciones contra la Reforma principalmente por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se han centrado en mucho contra las implicaciones laborales de la Reforma, los métodos y características de las evaluaciones y el sistema de promociones a docentes y la llamada autogestión de las escuelas, que según su punto de vista limita la capacidad de las escuelas tradicionalmente con menores recursos.

Además, plantea que nunca se consultó a los directamente involucrados, principales en el proceso educativo, es decir, a los maestros y educandos. Asimismo, por ser al final del día una reforma más administrativa que educativa, por debilitar las organizaciones de maestros, particularmente a la CNTE, por cubrir malos manejos y faltantes presupuestales originalmente destinados a la educación y desviados a otros fines, como la estafa maestra, por ejemplo.

Otros críticos de la Reforma Educativa, como el rector de la UNAM, la considera insuficiente en la medida en que en realidad está concentrada en los procedimientos de contratación, evaluación y supervisión de profesores y no contiene una revisión y mejora del modelo educativo en contenidos, asignaturas y su vinculación con el proceso y necesidades de la cadena producción-consumo.

"Es un primer paso, pero no es una reforma educativa. Hasta este momento muestra la nueva forma de contratación de los profesores y su evaluación, esperamos una verdadera reforma educativa pronto" (Enrique Graue, rector de la UNAM, El País y otros, entrevistas a propósito de la Reforma Educativa).

Durante los últimos sexenios, la lucha por más y mejor inversión pública en educación ha sumado violencia, represión, protestas, muertos y malgasto. Según la OCDE, México sigue en último lugar de los países miembros en cuanto a logros académicos. Y es señalado por propios y extraños que en la Reforma Educativa faltan programas de capacitación y adiestramiento, como requisito fundamental para en verdad mejorar la calidad de la enseñanza, así como el reconocimiento de la experiencia académica. Allá en mis tiempos de estudiante de secundaria, recuerdo a mis buenos maestros de escuelas públicas coincidir: la educación en México debe de ser: laica, mixta y gratuita, siempre con un agregado: de alta calidad si alcanza.

En México, el año pasado la Secretaria de Educación Pública gastó 1963 millones de pesos en comunicación social y según fuentes periodísticas rebasó ampliamente lo aprobado por el Congreso, lo que significó un sobreejercicio de 2680%, todo para convencernos de las bondades de esta Reforma de marras y promoverse un poquito, aunque sin suficiente éxito, porque el dedazo apuntó hacia Hacienda.


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