PARRESHÍA

Hartazgo y agotamiento

Hartazgo y agotamiento

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Plugo al cielo llegue el domingo y la voz de las urnas.

Confieso hartazgo y agotamiento.

Repetir las discusiones sobre las encuestas y las concentradoras de las encuestas, el pavor histérico al triunfo de López, el daño a Meade por la marca PRI y el voto útil para Anaya, me provoca a estas alturas más grima que enfado.

Qué daño han hecho a México Castañeada y compañía pretendiendo convertir el voto ciudadano en una apuesta de casino y no en determinación soberana de proyecto de nación.

Hoy más que nunca confirmo que la política no puede ser asunto de personalidades, sino de proyectos colectivos, de fines comunes, de propósitos compartidos.

Estamos donde estamos, en los estertores de la partidocracia, por unos partidos y sus burócratas que trucaron ideales y política por medro. Se convirtieron en empresarios de espectáculos y lanzadores de estrellas tan mediáticas cual fugaces, no en concitadores de voluntades ni en abanderados de causas políticas. Qué bueno que toque su fin.

Plugo al cielo llegue el domingo y que el parloteo manipulado de encuestas, redes y pánicos sea substituido por la voz de las urnas.

Me temo, sin embargo que regresará, fortalecido por las falsas esperanzas orquestadas por bots, el discurso del fraude. Hay quien nunca cambia.

#LFMOpinion
#hartazgo
#Elecciones
#Urnas
#Partidocracia

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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