PARRESHÍA

Rings de a deveras

Rings de a deveras

Foto Copyright: lfmopinion.com

Corrían los ochentas delamadridistas, el Presidente de México arribaba a Washington para que la diplomacia norteamericana, fiel a sus usos e instrumentos, le recetara en el hocico un reportaje del Washington Post en el que se le acusaba de desvío de recursos públicos y cuentas secretas en Suiza. La especie nunca se probó. A nadie le interesaba probarlo. Se buscaba, sí, quebrar las corvas del Presidente mexicano antes de su entrevista con su homólogo vecino del norte.

Por aquellos días, en trabajo periodístico, entrevisté al ex presidente Echeverría. Fiel también a sus usos la entrevista se prolongó y tras de ella la plática. Vino a colación el affair arriba relatado y don Luis dijo: "Cuando un Presidente va a Estados Unidos, y más en visita de Estado, debe ir preparado para lo que sea. Nunca va uno a un baile, va a subirse al ring. A dar y a recibir. El que crea que ya en el ring el adversario no va a buscar noquearlo, que mejor no se suba".

Anécdota y comentario cruzaron mi mente cuando leí a uno de los funcionarios genesíacos de la nueva Presidencia afirmar que "Fox iba a apantallar al mundo" con la visita de Bush a "su rancho" que, según la nota, importaba más, al menos para el funcionario fundacional, que México. Sin embargo, cuando por la noche observé por la pantalla chica al presidente Fox hacerle al León Michel en aquellos programas patrocinados por "Hermanos Vázquez" y dedicar su tiempo a mostrarnos casa, mobiliario, ambiente y menú de la entrevista, en vez de estar preparando ésta, el antecedente delamadridista arrebató toda mi aprehensión.

Fox, como ha quedado demostrado, se preparó para la foto, el mole y un tour por el Air Force One. Bush, por el contrario, se preparó para doblarnos las corvas con todo y botas. Bien podemos imaginar la conversación: el presidente Fox hablándole de tú y en inglés le obsequia un par de "botas FOX" al presidente Bush, éste, en estricto usted, con voz pausada y firme, solicitando a su intérprete traducir sus palabras al "México's President": "nuestro interés es el petróleo, por las buenas, como ha transcurrido esta visita, o por las malas, como ha transcurrido el bombardeo del día”.

El problema radica en que Fox se quedó con la idea de que todos sus adversarios son como Labastida, que más que campeón parecía sparring.

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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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