POLÍTICA

Plurinominales, gato por liebre

Plurinominales, gato por liebre

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Veamos que esconde La Nada que preside al PRI con su propuesta

A Pablo Martínez Cummings

La Nada (EOR) pretende tomarnos el pelo con su oferta de suprimir plurinominales. Se monta en el descrédito de dicha figura por el abuso y prostitución que de ella han hecho los partidos políticos todos.

En mi libro "Nadie muere hasta que muere" (12Editorial AC. 2015) hago un análisis histórico del tema.

El garlito ya lo usó Peña como compromiso de campaña y luego Cesar Camacho para gastarse una fortuna en una consulta pública que sabía muerta de antemano. Ambos pudieron impulsar la supresión total o parcial de plurinominales en la masacre que del derecho electoral hicieron con el Pacto por México, y lo omitieron.

Se requiere mucha cara dura de Gamboa y Camacho, ambos plurinominales de cepa, para pretender vendernos las cuentas de cristal verde de una iniciativa que han tenido al alcance de su firma en tanto legisladores y líderes de fracción. Hoy que la ciudadanía repudia sin taxativas al sistema de partidos, quieren apaciguarnos, de mano de su títere (La Nada), con la Cafiaspirina de sus prerrogativas económicas –que pagamos nosotros- y la cabeza de sus impresentables plurinominales. Ellos como paradigma.

Mi posición al respecto la he manifestado desde hace más de 25 años: el sistema de representación proporcional es mucho mejor y más democrático que el de mayoría relativa, pero desde 1986 nuestros partidos hicieron de nuestro sistema de representación política un batidillo y un botín.

El resultado es un sistema democrático y de partidos desacreditados, y un principio de representación proporcional ignorado en sus virtudes y vilipendiado por sus resultados.

Pero veamos qué esconde La Nada que preside al PRI con su propuesta.

Voy a concentrarme en los cuatro partidos más importantes. Los datos que utilizó son de la elección de diputados de 2015 y pretendo mostrar cómo quedaría integrada la Cámara de Diputados si suprimimos a los plurinominales.

El PRI obtuvo el 28.82% de la votación que le redituó, tanto en diputados de mayoría como plurinominales, en 203, que representan el 40.60% de las 500 curules que hoy integran la Cámara de Diputados. Su sobrerrepresentación es del 11.78% (40.6% de diputados – 28.82% de Votación).

Si suprimimos los plurinominales, el PRI tendría 155 diputados de mayoría que en una Cámara de 300 (no de 500) representarían el 51.67%, en tanto que su porcentaje de votación seguiría siendo de 28.82%, es decir que estaría sobrerrepresentado en un 22.85%. Casi el doble que actualmente.

En otras palabras, obtendría la mayoría absoluta de la Cámara sin mover un dedo, sólo conservando los distritos que hoy tiene.

El PAN obtuvo el 21.04% de la votación y con ella 109 diputados por ambos principios, lo que le significó un 21.8% de la curules, es decir, una sobrerrepresentación del 0.76%. Si suprimimos los plurinominales, el PAN tendría únicamente 56 diputados de mayoría (sobre 300), que representarían solo un 18.67% y una subrepresentación de -2.37%.

El PRD obtuvo el 10.48% de la votación y 61 diputados por ambos principios, equivalentes al 12.2% de la Cámara, con una sobrerrepresentación del 1.42%. Sin los plurinominales, conservando el mismo porcentaje de votación, el de sus curules bajaría a 11.33%, y si bien seguiría sobrerrepresentado, en lugar de por un 1.42%, lo estaría solo por 0.55%, con únicamente 34 diputados de mayoría.

Morena obtuvo 35 diputados por ambos principios y un 8.35% de la votación, que lo llevó a ostentar el 7% de curules con una subrepresentación de -1.35%. Al suprimir los plurinominales, sus diputados bajarían a 14 y su porcentaje en la Cámara al 4.67%, ergo, aumentaría su subrepresentación hasta un -3.68%.

Ni que decir del resto de los partidos, prácticamente desaparecerían o serían testimoniales. Movimiento Ciudadano tendría 10 en lugar de 25 diputados, su subrepresentación sería del -2.76% en lugar de 1.10%. Nueva Alianza tendría un diputado en lugar de 11 y una subrepresentación de -3.39%, en vez de su actual sobrerrepresentación del 7.47%[1]. PT y Encuentro Social no alcanzarían diputados.

Y aquí les va la cereza del pastel, el PVEM tendría 29 diputados en lugar de 47, pero aún así estaría sobrerrepresentado en un 3.17%, en lugar de su actual 2.90%

Partidos sobrerrepresentados: PRI con 22.85%, PVEM con 3.17% y PRD con 0.55%.

Partidos subrrepresentados: PAN -2.37%, MC -2.76%, Morena -3.68%, Nueva Alianza -3.39%, Encuentro Social -3.31%.

No puedo discutir contra el desprestigio de nuestros legisladores plurinominales. He sido un férreo enemigo de lo que los partidos han hecho con este principio electoral. Pero no puedo dejar de alertar de la manzana podrida que La Nada quiere vendernos como avance democrático y contrición política.

[1] La sobrerrepresentación de Nueva Alianza en 2015 acusa qué y quién negoció la muerte prematura y finalmente fracasada del PT.

#LFMOpinión
#Subrepresentación
#NadieMuereHastaQueMuere
#Plurinominales

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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