No tienen madre
Y cuando creímos haber visto todo y que la ignominia había tocado fondo, el PRI nos vuelve a sorprender.
Haciendo tabla rasa de la historia, y aún del presente, el señor Ochoa hizo al Presidente entregar la medalla priista a la Constancia, Disciplina y Lealtad a un diputado… del Verde.
Pero es que en serio, no tienen madre.
Lo de menos es que orillen al Presidente y al PRI a semejantes desfiguros y que éstos se dejen, por igual, que se obstinen en montar en ese partido un tríler de zombies encabezados por Murat con coreografía de personajes de su calaña; pero aprovechar la crisis mortuoria del tricolor, su anemia ideológica y la ausencia de liderazgos para proyectar candidaturas al Senado es no tener madre.
Me da la impresión que este señor Ochoa no va ni al baño sin consultarlo con Gamboa. Y éste, aprovechando la nada de aquél (nada en el sentido de carencia absoluta de ser), mueve sus fichas en el tablero para colocar a sus alfiles rumbo al Senado el año que entra.
No importa que la constancia, disciplina y lealtad de sus fichas estén hoy en el Verde, al fin el electorado, piensan, es estúpido.
Bien valdría que Peña le echase un vistazo a cómo llegó el sujeto que premió el sábado pasado a la candidatura al Senado en el 2000, cómo luego dejó perder la elección para entrar por primera minoría, cómo quedó el PRI en Nuevo León tras su paso y cómo desde el Senado operó para Fox. Si después de ello quiere ampliar sus conocimientos sobre los temas de deslealtad, inconstancia e indisciplina puede seguir leyendo el amplio haber del sujeto.
En fin, presumen el pasado del PRI, pero no aprenden de él.
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