POLÍTICA

Filmar escupiendo al cielo

Filmar escupiendo al cielo

Foto Copyright: lfmopinion.com

Que no filme quien no quiera ser filmado ni desee que filmen a su padre

El hijo de Yunez, Presidente de Boca del Río, envalentonado y prepotente, agrede y filma al Gobernador de Veracruz.

Con independencia de la actual circunstancia, ¿gritará así a su padre cuando aquél sea Gobernador; filmará y transmitirá en vivo sus reuniones?

De ser el caso que él mismo llegue a Gobernador en sucesión a su padre, ¿permitirá que le hablen así y lo filmen?

¿Así se hace política o se revientan reuniones?

¿Busca justicia o hace campaña adelanta al gobierno de Veracruz?

Es más, debiera filmar y transmitir en vivo las reuniones que hoy tenga con su padre, el Gobernador Electo, para acreditar que sus acciones son genuinamente institucionales y no parte de un charada político-electoral.

Acusar a grito pelado de ladrón al Gobernador puede ser muy mediático, pero mañana su padre será Gobernador y la fama negra que carga sobre sus espaldas sobrepasa por mucho a la que pueda tener Flavino Ríos, ¿permitirá Yunez padre que le griten ladrón y filmen el insulto?

Él mismo Yunez hijo es Presidente Municipal, ¿así le hablan los miembros del Cabildo, transmite en vivo las reuniones con sus subalternos o sus audiencias?

Ahora sí que viene al caso aquello de que no tire la primera piedra el que no esté libre de culpa y pueda, además, ser mañana el apedreado o le puedan apedrear al padre.

Lamentable el nivel de políticos que padecemos.

Ver filmación en: http://bit.ly/2egTlSf

#LFMOpinión
#Política
#FamiliaYunez

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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